El euro, la moneda corriente en Europa, se prepara para cumplir su segunda década en circulación el próximo 2 de enero. La divisa arriba a su vigésimo aniversario con el pendiente de un cambio de rostro y el rediseño de los billetes, previsto para 2024 por el Banco Central Europeo (BCE).
Además, tiene la preocupación de no perder de vista la nueva era digital, para la que el instituto emisor espera tener listo un primer prototipo de euro digital en 2023.
A pesar de los altibajos vividos en sus primeros 20 años en los bolsillos de los europeos, el euro se ha consolidado como la segunda moneda más utilizada en todo el mundo. Eso sí, a considerable distancia del dólar, que mantiene su hegemonía como moneda de reserva global.
Como reflejo de la confianza de los mercados, la cotización del euro en relación con el dólar, que se mantiene ligeramente por encima de 1.13 dólares, ha experimentado una revalorización cercana al 27 por ciento desde su lanzamiento.
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El 2 de enero de 2002 el euro entró en circulación a un precio de 0.8892 dólares. Tres años después de su lanzamiento, en enero de 1999, como moneda virtual, logró alcanzar esa jornada un máximo de 0.9066 dólares y cerrar la sesión en 0.932 dólares.
Desde su puesta en circulación, la cotización del euro en los mercados de divisas emprendió una marcada tendencia alcista. Tras los titubeos iniciales, ello le permitió alcanzar y rebasar la paridad respecto al dólar el 15 de julio de ese mismo año.
En concreto, el euro y el billete verde alcanzaron la paridad a las 13.15 horas del 15 de julio de 2002. Tras haber iniciado la sesión ese día en 0.9941 dólares, culminó esa misma jornada en 1.0025 dólares, su primer cierre por encima del ‘billete verde’.
Así, el progresivo fortalecimiento de la moneda europea frente a la estadounidense marcó un nuevo hito otro 15 de julio, en 2008, en plena crisis financiera y apenas un par de meses antes del colapso de Lehman Brothers. Ese día estableció su cambio más alto frente al dólar al alcanzar los 1.6038 dólares, una revalorización del 80.4 por ciento desde su puesta en circulación.
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El debilitamiento de las economías europeas en los años posteriores a la Gran Recesión y el impacto de la pandemia de covid-19 han erosionado gradualmente la cotización del euro, que actualmente se sitúa apenas por encima de los 1.13 dólares.
En los próximos años, el euro se someterá a un cambio de rostro con el rediseño de los billetes que tiene previsto llevar a cabo el BCE en 2024.
Este proceso de rediseño de los billetes de euro será uno de los mayores cambios en el dinero de la eurozona desde que el BCE decidió acabar con la emisión de billetes de 500 euros a partir de 2018.
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Más allá de esta actualización del diseño, el BCE comenzó un proceso mucho más ambicioso con vistas al lanzamiento de un euro digital que la institución quiere tener listo en 2023.
A pesar del éxito del euro en sus dos primeras décadas de vida, los ciudadanos de los 19 países de la eurozona aún conservan miles de millones de euros en monedas y billetes de sus respectivas divisas anteriores al euro.
Sin embargo, son los alemanes los más apegados a su viejo marco, del que aún conservan 12.350 millones de euro en monedas y billetes sin cambiar, quizá porque el Bundesbank mantiene abierta de manera indefinida la ventanilla de cambio. Igual sucede con los bancos centrales de Austria, Luxemburgo, Bélgica en el caso de los billetes o Países Bajos para algunas denominaciones. N
(Con información de Europa Press)