Acudir a un centro comercial siempre nos ofrecerá miles de opciones de compras navideñas. Sin embargo, existen otro tipo de objetos para adornar estas fiestas decembrinas, como las artesanías mexicanas, las cuales se realizan a través de procesos cuidadosos, mayoritariamente colectivos, y que ayudan a generar ingresos en distintas comunidades del país.
Si eres de las personas que aman la Navidad y quieres que tus vecinos noten tu espíritu festivo, existen varios lugares en México para adquirir adornos navideños. Uno de los más populares es Tlalpujahua, en Michoacán, pueblo mágico al que han decidido llamarlo el lugar de “la eterna Navidad”.
La variedad de esferas artesanales es impresionante, los árboles de Navidad gigantes y bellamente adornados se multiplican por todo el centro. Además, podrás encontrar adornos como guirnaldas, velas, suéteres de lana, y para regalar hay una gran variedad de cerámica.
Chignahuapan, en Puebla, es un municipio también muy famoso por la elaboración de esferas navideñas. Ahí se lleva a cabo la Feria Nacional del Árbol y la Esfera cada año.
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Pero si lo tuyo es más bien la diversión durante las posadas, en Acolman, Estado de México, se realiza la Feria de la Piñata, que este año se llevará a cabo del 17 al 19 de diciembre.
Ahora bien, ¿cómo se vería tu hogar o tu árbol adornados con cajitas de regalo, piñatitas, estrellas, coronas y bolsitas navideñas fabricadas con palma en Oaxaca y pintadas con colores muy alegres? Puedes hallarlos fácilmente en varios puntos de las ciudades.
Para regalar a la familia, amigos o un pequeño detalle para nosotros mismos existen muchos colectivos que ofrecen textiles de alta calidad y con diversos diseños. Los textiles artesanales cuentan historias, por ejemplo, de la flora y fauna de la región de donde son originarios o la historia familiar de quienes los realizan. Si bien las técnicas se enseñan de generación en generación, cada mano tiene un ritmo y estilo que puede reconocerse en sus piezas y las cosmovisiones de su región debido a que muchas veces los textiles funcionan como lienzos donde se plasma la concepción del mundo de las comunidades.
Por supuesto, uno de los riesgos al adquirir una pieza artesanal es que, aun con la mejor intención, desconozcamos las dinámicas productivas del lugar donde se adquiere la pieza y podamos caer en la trampa de comprar piezas que beneficien a los intermediarios, mientras que los productores no reciban un precio justo por su trabajo.
Por ello, una de las recomendaciones al adquirir este tipo de piezas es que conozcamos de preferencia a quien la realizó y, si eso no es posible, demos prioridad a colectivos horizontales con propuestas de economía solidaria.
Aquí te damos tres recomendaciones de colectivos, especialmente de mujeres tejedoras y bordadoras, de diferentes regiones. La empresa Hilo de Nube elabora huipiles con bordado de cadenilla en máquina de pedal desde la comunidad mixe de San Juan Guichicovi, Oaxaca. Puedes comprar en su tienda en línea, además de que cuenta con tres sucursales, dos de ellas en el centro de Oaxaca y una en la Ciudad de México.
La segunda recomendación es Uanhasï Tejiedo Cultura, puedes comprar en línea desde su página de Instagram, @uanhasi. Aquí podrás encontrar piezas de la sierra purépecha, en especial con la técnica del tejido en punto de cruz, y espectaculares rebozos con plumas característicos de esta región.
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En la búsqueda de recuperar la tradición del uso y producción del rebozo, desde el Estado de México La Rebocería tiene piezas de diversos estilos y combinación de colores, además demuestra que el uso del rebozo puede adaptarse a la vida contemporánea. Para comprar sus piezas, puedes buscarlos en Instagram como @lareboceria.
Una situación que cada vez es más común es encontrar piezas que dicen ser artesanales, pero que en realidad fueron fabricadas de manera industrial, especialmente en China. Este tipo de productos son especialmente comunes en lugares que se vuelven turísticos y, entonces, la demanda excesiva provoca que muchos de los establecimientos vendan piezas falsamente artesanales.
Esta práctica es totalmente perjudicial para los artesanos mexicanos, pues no pueden igualar los precios de los productos industrializados, además de que pierden mercado y sus técnicas se ven plagiadas.
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De acuerdo con el antropólogo social Miguel Ángel Sosme, la falta de legislación en cuanto la propiedad intelectual de las diversas comunidades los desprotege de los gigantes de la producción, como China. El antropólogo también llama a la acción de conocer los procesos de las comunidades para no dejarnos engañar por piezas falsamente artesanales.
Recientemente, la Secretaría de Cultura Federal de México hizo un llamamiento a la empresa de pantalones de mezclilla Levi´s por usar diseños de comunidades indígenas sin darles crédito por ello. Esto se suma a los múltiples reclamos que hacen frecuentemente diversos colectivos artesanales mexicanos hacia grandes y reconocidas marcas. Por ejemplo, este mismo año también hubo reclamos contra la empresa Zara por la apropiación de diseños oaxaqueños incluidos en sus prendas.
En abril de este año se aprobó una reforma a la Ley Federal del Derecho de Autor, en la que se añade una fracción que reconoce las obras de los pueblos y comunidades indígenas como “objeto de protección de derechos de propiedad intelectual”. Sin embargo, esta reforma queda corta en cuanto a los beneficios monetarios que se obtengan a partir de sus diseños, dado que solo significaría un reconocimiento intelectual. N