A pesar de que la invalidez de la objeción de conciencia de los médicos que practiquen aborto aún será motivo de análisis y debate en el Congreso de la Unión, tras haber sido resuelto por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en Aguascalientes ya se cuenta con médicos no objetores de conciencia que podrían practicar un aborto.
El director del Instituto de Servicios de Salud del Estado de Aguascalientes (ISSEA), Miguel Ángel Piza Jiménez, señaló que actualmente hay seis médicos no objetores de conciencia en los hospitales del instituto, cuyos valores no se contraponen a la práctica de un aborto.
“Personas no objetoras de conciencia sí tenemos en el sector salud, tenemos seis médicos”.
El funcionario estatal indicó que los legisladores federales deberán definir el marco jurídico bajo el cual se delimitará la objeción de conciencia, pues se debe de salvaguardar el derecho de los médicos, sin afectar tampoco el de las mujeres.
“Ya se quitó la oportunidad de oponerse a realizar un aborto, pero falta mucho por legislar en ese respecto, porque también se debe respetar a los médicos que opten por no hacerlo, así como hay quien sí los haga, pero se debe respetar la voluntad de los médicos porque al último son los que van a llevarlos a cabo”, puntualizó.
En 2019, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió un amparo interpuesto por una menor de edad, que recibió acompañamiento moral y legal del colectivo Morras Help Morras, quien buscó acogerse a la Norma Oficial Mexicana 046 para practicarse un aborto en Aguascalientes, tras haber sido víctima de una violación.
Sin embargo, en ese momento las autoridades del ISSEA se negaron a practicarle el aborto, por lo que tuvo que acudir a la Ciudad de México a realizárselo. No obstante, la Corte obligó al instituto de salud a contar con médicos y enfermeras no objetores de conciencia que pudieran llevar a cabo un aborto, y que además se informara de tal situación a las mujeres que buscaran acogerse a la NOM-046.
Al tratarse de resoluciones judiciales, los médicos del sistema de salud estatal deberán acatarlas, añadió Piza Jiménez.
“Somos servidores públicos de la salud, aceptamos un contrato y debemos aceptar las reglas que vienen ahí, tenemos que acatarlo, me queda claro que todo aquel que trabaja en una institución del servicio público debe acatar la ley bajo la cual se contrata”.
A su consideración, aseguró que la descriminalización del aborto no provocará un aumento de su práctica en las instituciones públicas de salud, pues esa fue la tendencia en la Ciudad de México hace más de una década, pero sí ayudará a reducir las muertes de mujeres por abortos clandestinos.
“No creo que aumenten los abortos, lo vivimos en la CDMX, esa era la duda, pero no ha crecido la demanda ni son tantos como se pensaba, pero sí bajaron las muertes de mujeres por abortos clandestinos, en la Ciudad de México se demuestra que fue un acierto”.
Por último, el titular del ISSEA refirió que antes de considerar al aborto como un método anticonceptivo, en las familias se deberá inculcar una mayor y mejor educación sexual, que sea de manera responsable por padres de hijos.
“Como padres debemos orientar a nuestros hijos con una sexualidad más apropiada, no dejar que se tenga que llegar a un aborto, hay muchos métodos antes de él, la pastilla del día después, los métodos de prevención inyectados, tomados, de todo hay, sólo tenemos que enseñarles que existen medios de planificación familiar”, concluyó.