REDUCIR la contaminación del aire podría lograr que se disminuya el riesgo de sufrir devastadoras enfermedades cognitivas como la demencia y el alzhéimer en la vejez, según los resultados de dos nuevos estudios.
Si bien la exposición a la contaminación es prácticamente un riesgo laboral de la vida cotidiana en las grandes ciudades y poblaciones modernas, afecta negativamente al cuerpo y la mente en distintas formas.
La inhalación de contaminantes, especialmente de los producidos por la quema de combustibles y de aquellos que son tan pequeños que no pueden verse a simple vista, se ha relacionado con un aumento en el riesgo de una gran variedad de enfermedades, trastornos y otras condiciones que incluyen, sin limitarse a ellas: cáncer bucal, mala salud ósea y enfermedades mentales como el trastorno bipolar y la depresión mayor.
Además, se le ha relacionado con la agregación de fragmentos de proteína en el cerebro, los cuales se asocian con el alzhéimer, de acuerdo con un boletín de prensa emitido por la Asociación del Alzheimer.
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Presentados en la Conferencia Internacional de 2021 de la Asociación del Alzheimer, realizada este lunes en Denver, los nuevos estudios son los primeros en indicar que lo contrario también es verdadero.
“Estos datos demuestran la importancia de las políticas y de las acciones realizadas por los gobiernos federal y local, así como por las empresas, para abordar la reducción de los contaminantes del aire”, dijo en el boletín Claire Sexton, directora de programas científicos y comunicación social de la Asociación del Alzheimer.
El primero de esos estudios se centró en el impacto del mejoramiento de la calidad del aire en la función cognitiva de mujeres de entre 74 y 92 años de edad en Estados Unidos, de acuerdo con el boletín. El Dr. Xinhui Wang, autor principal del estudio, y sus colegas, dieron seguimiento a varias personas de 2008 a 2018. Su investigación reveló que las personas que vivían en sitios con una reducción más importante en la cantidad de contaminantes del aire experimentaron un declive cognitivo más lento y tenían menores probabilidades de desarrollar demencia que quienes vivían en sitios con una reducción comparativamente insignificante de la contaminación.
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De forma similar, en el segundo estudio se encontró que una reducción en la cantidad de partículas microscópicas, que son una forma particularmente peligrosa de contaminación del aire, mostró una correlación con la reducción en el riesgo de demencia y alzhéimer en adultos mayores franceses.
“Nuestros hallazgos son importantes debido a que fortalecen las pruebas de que las altas concentraciones de contaminación en el aire exterior dañan nuestro cerebro, y también proporcionan nuevas pruebas de que, al mejorar la calidad del aire, podríamos reducir significativamente el riesgo de declive cognitivo y demencia”, indicó Wang, de acuerdo con el boletín. “Los posibles beneficios hallados en nuestros estudios se extienden a una variedad de capacidades cognitivas, lo que indica la existencia de un impacto positivo en distintas regiones cerebrales subyacentes”.
En 2021, Bangladés, Pakistán, Mongolia, Afganistán, India, Indonesia, Baréin, Nepal, Uzbekistán e Irak fueron clasificadas como las ciudades más contaminadas de la tierra, según el sitio web World Population Review. En un esfuerzo realizado en 2018 para mejorar la calidad del aire en Nueva Delhi, capital de India, la empresa arquitectónica Znera Space, con sede en Dubái, propuso erigir torres de poco más de 100 metros de altura por toda la ciudad para filtrar las partículas del aire. N
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek