EL MINISTRO de servicios indígenas de Canadá, Marc Miller, declaró este miércoles que es “vergonzoso” que el papa Francisco no se haya disculpado formalmente por los abusos en las instituciones para indígenas dirigidas por la iglesia Católica en el país, a las que el funcionario denominó “campos de trabajo”.
Los comentarios hacen referencia al reciente descubrimiento de 215 tumbas de niñas en Kamloops, una de las 139 residencias escolares que funcionaban hace un siglo para integrar forzosamente a las comunidades indígenas.
Al ser cuestionado sobre si apoya los pedidos de una disculpa por parte de la institución católica al papa Francisco, el ministro respondió afirmativamente.
La petición de disculpas se remontan a 2015, cuando se publicó un informe de una Comisión de la Verdad y la Reconciliación, e incluso antes.
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“Creo que es vergonzoso que no lo hayan hecho, que no se haya hecho hasta la fecha”, dijo Miller sobre las disculpas. “Debe hacerse. Hay una responsabilidad que recae directamente sobre los hombros del Consejo de Obispos de Canadá”.
La ministra de Relaciones de la Corona e Indígenas, Carolyn Bennett, también dijo que se necesita una disculpa papal para “desbloquear la curación” en las comunidades indígenas. “Quieren escuchar al papa disculparse”, dijo, instando a los católicos de Canadá a “pedirle a su iglesia” que lo haga.
El tema hace referencia a la Kamloops Indian Residential School, el más grande de los internados establecidos a fines del siglo XIX para integrar a los pueblos indígenas de Canadá, con hasta 500 estudiantes registrados y asistiendo al mismo tiempo.
Funcionó de 1890 a 1969, cuando Ottawa continuó su administración y lo cerró definitivamente una década después.
De acuerdo con AFP, unos 150.000 niños amerindios, mestizos e inuit fueron reclutados a la fuerza en estas escuelas, donde fueron apartados de sus familias, su lengua y su cultura. Ahí fueron abusados física y sexualmente por autoridades y profesores.
Según Miller, “estos eran campos de trabajo”. “Así que llamarlos escuelas es probablemente un eufemismo”.
En 2009, una delegación de líderes indígenas se reunió en privado con el papa Benedicto XVI, quien “expresó su pesar” por los daños a los pueblos indígenas. Aunque la declaración de pesar fue recibida por el grupo como “significativa”, consideraron que no llegó a ser una disculpa oficial.