LA TEMPORADA de incendios forestales en México sigue activa y marzo, abril y mayo se cuentan como los meses más difíciles por tener mayor incidencia. Hasta finales de mayo, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) registró 68 incendios forestales activos en diez entidades federativas y un total de 1,210 personas combatientes del fuego, que pertenecen a brigadas de esta institución y de otras instancias.
Además, la misma institución alerta sobre un pronóstico con altas temperaturas, poca precipitación pluvial y vientos fuertes.
En un comunicado reciente de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de la ONU, referente al cambio climático y a cuán próxima está la tierra de calentarse en los próximos cinco años, las estadísticas muestran un 90 por ciento de probabilidad para que en el periodo 2021 a 2025 se observe como el más cálido registrado en la historia.
Según el documento, titulado Global Annual to Decadal Climate Update (Boletín sobre el Clima Mundial Anual a Decenal), hasta ahora el año 2016 ha sido el año más caliente. Dentro de las predicciones estadísticas de este boletín sobre el clima mundial se añade que el suroeste de América del Norte experimentará condiciones más secas durante 2021.
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En entrevista con este medio, el Dr. Christoph Neger, investigador del Instituto de Geografía de la UNAM en el Departamento de Geografía Social, señala que, con la presencia del evento de La Niña, en este año se pueden presentar incendios más fuertes.
“Hay que ver cómo sigue, si se debilita o aumenta, pero es bastante seguro que este año va a estar por encima del promedio y en algunas ciudades como el Estado de México y Ciudad de México se pudiera registrar como el año más fuerte de incendios forestales a nivel nacional”, señala.
Por su parte, el Mtro. Alexandro Medina Chena, del Instituto de Ecología A. C., en Xalapa, Veracruz, explica a Newsweek México que, como en muchos otros casos, el cambio climático parecería estar modificando factores que se pueden asociar con cambios en la frecuencia e intensidad con la que se presentan incendios forestales en algunas regiones.
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“Se está observando una gran variabilidad en los valores extremos de temperatura y precipitación, tanto en altas y bajas temperaturas como en precipitaciones muy intensas y periodos con lluvias atípicamente bajas o nulas”, señala.
En cambio, en condiciones normales se espera una mayor cantidad de incendios durante los meses de sequía en una región determinada. En gran parte de México, los meses de enero a mayo suelen ser los más secos, mientras que las lluvias más intensas se presentan entre los meses de junio y septiembre, extendiéndose —en algunos casos— hasta noviembre.
Por otro lado, Medina Chena también explica que las temperaturas máximas se observan a partir de los meses de abril y mayo. El investigador señala que, aunque la temperatura permanece alta en el verano, estas se acompañan en conjunto con una mayor precipitación.
¿Y EL CAMBIO CLIMÁTICO?
Alexandro Medina, quien además es biólogo y especialista en climatología por la Universidad Veracruzana, agrega que el cambio climático tiene como consecuencia un incremento en la frecuencia de los días con temperaturas muy elevadas.
Incluso, también se presenta una mayor variabilidad de la precipitación, es decir, lluvias muy intensas y prolongados periodos sin lluvia.
Sin embargo, cuando se presenta una lluvia muy intensa o eventos como inundaciones o ciclones tropicales, no quiere decir que sean positivos. Las principales afectaciones se presentan en la vegetación, como ramas, hojas y troncos de árboles caídos por acción de estos eventos extremos, que llegan a generar una cierta cantidad de madera muerta, como la denominan lo expertos.
“Se vuelven parte de la materia susceptible a los incendios y es frecuente que pocos años después del paso de un huracán se presenten incendios en cantidad relativamente superior al promedio en una región”, alerta.
CONTINÚAN INCENDIOS Y SEQUÍA
Hasta el 26 de mayo, según cifras actualizadas por Conafor, en México se reportaron 12 incendios forestales en cuatro Áreas Naturales Protegidas, de los cuales diez fueron en el Área de Protección de Recursos Naturales CADNR 043, en los municipios de La Yesca, Del Nayar y Amatlán de Cañas, en Nayarit; en el municipio de Mezquitic, en Jalisco; en Pueblo Nuevo y Mezquital, en Durango; así como en el municipio de Valparaíso, en Zacatecas.
Los otros dos incendios reportados se originaron en la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán, municipio de Tolimán, Jalisco, y en el Área de Protección de Recursos Naturales Sierra de Vallejo, municipio de Compostela, Nayarit.
Aunque no se reportan incendios de atención especial, dicha institución informa que, al momento, no hay equipos aéreos operando en el país o en disposición.
En cuanto a la sequía, el Monitor de Sequía de México de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) muestra que, durante la primera quincena de mayo de 2021, “se presentó un inicio benéfico para la temporada de lluvias”, según se lee en un reporte publicado el pasado 20 de mayo.
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Dichas precipitaciones ayudaron a la reducción de áreas con sequía moderada en las entidades de Coahuila, Tamaulipas, Estado de México, Ciudad de México, Morelos, Puebla, Veracruz y Oaxaca. Mientras, para los estados que presentaban una sequía severa a extrema, disminuyó ligeramente para Nuevo León, Zacatecas, Guanajuato, el norte de Michoacán y Guerrero.
Sin embargo, en las regiones y entidades en las que se incrementaron las condiciones de sequía fue la Península de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Sinaloa, Durango, Nayarit, Colima y Quintana Roo debido a las nulas o escasas lluvias que se presentaron.
Según el reporte, solo Quintana Roo presentó un aumento de sequía severa a extrema.
Los expertos consultados por este medio recomiendan evitar encender o apagar completamente fogatas y colillas de cigarro que hayan iniciado.
Medina Chena explica que en la mayor parte de los casos el componente humano está asociado con el inicio de un incendio forestal, con las “quemas agrícolas que se salen de control, botellas tiradas que bajo ciertas condiciones pueden concentrar los rayos solares e iniciar un fuego e, incluso, los incendios intencionales provocados son los principales detonantes de los fuegos forestales”. N