ANDRÉS Arauz o Guillermo Lasso. Ecuador elegirá este domingo en segunda vuelta a su próximo presidente entre un economista de izquierda y un exbanquero promercado en un duelo de generaciones y estilos del que saldrá el sucesor de Lenín Moreno.
Arauz no existiría para la política sin Rafael Correa. El popular exmandatario (2007-2017) puso sus ojos en este exasesor económico —a quien describe como brillante— para recuperar el poder para el socialismo tras la ruptura con el gobierno de Moreno.
Nacido en Quito, Arauz obtuvo una licenciatura en Economía en Estados Unidos. Tiene una maestría por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) de Quito y cursaba un doctorado en México, que el año pasado interrumpió para lanzar su candidatura.
Cumplió 36 años el 6 de febrero, un día antes de ganar la primera vuelta (32.72 por ciento contra 19.74 por ciento para Lasso) y se mantiene como favorito de cara a la elección de este domingo. Si lo logra, será el gobernante electo más joven de Latinoamérica y el de más corta edad de las últimas cuatro décadas en el país.
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Durante el gobierno de Correa fue asesor económico y llegó a la dirección del Banco Central. Arauz promete retomar el rumbo trazado por su mentor, pero con “transformaciones y mejoras”. A diferencia del exmandatario, un crítico radical de la política externa de Estados Unidos y la que con desdén llama burocracia financiera internacional, ha tendido puentes con el FMI y el embajador de Washington en Quito.
El candidato por la coalición Unión por la Esperanza (Unes) ofrece un subsidio de 1,000 dólares para un millón de familias en la primera semana de gestión. Arauz, que se declara “católico”, también vivió parte de su infancia en Moscú, donde estudiaba su padre, un contratista de servicios petroleros. Ahí aprendió el ruso y a tocar piano y acordeón. Además, habla francés e inglés.
Sostiene que en su gobierno incorporará “valores contemporáneos del siglo XXI como la equidad de género, el respeto al medioambiente y el rol de la tecnología en la sociedad”. Arauz está casado con Mariana Véliz, con quien espera a su segundo hijo.
Por su parte, Guillermo Lasso, de 65 años, es un exbanquero conservador que pregona el libre comercio y lidera el anticorreísmo. Perdió las elecciones con la izquierda en 2013 y 2017.
“Ecuador tiene que formar parte de la Alianza del Pacífico, de pleno derecho y de la manera más urgente posible”, dijo a la AFP.
Nació en Guayaquil (suroeste), donde se vinculó desde muy joven con la Bolsa de Valores para costearse sus estudios secundarios en un colegio católico. Su trabajo consistía en anotar “en una pizarra las cotizaciones de las acciones”.
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Aunque no completó sus estudios en economía, logró descollar en el sector financiero, donde ocupó la presidencia ejecutiva del Banco de Guayaquil, uno de los principales del país. En 2012 se retiró de la banca para fundar el movimiento Creando Oportunidades (Creo), emergiendo como el mayor opositor a Correa.
La izquierda siempre le enrostra su pasado de banquero en un país que sufrió a finales de los años 90 el colapso del sistema financiero, a raíz de un esquema fraudulento de préstamos. Cientos de miles de ecuatorianos migraron y el país adoptó el dólar como moneda en 2000.
Lasso promete incentivos tributarios, créditos a 1 por ciento de interés y un ajuste progresivo del salario mínimo hasta llegar a los 500 dólares. También plantea crear dos millones de empleos y construir 200,000 viviendas rurales.
Miembro del Opus Dei, en 2013 se fracturó el peroné derecho en una peregrinación religiosa. A raíz de la lesión, usa bastón.
Delgado y de cabello cano, prefiere vestir vaqueros, camisas de colores juveniles y zapatos deportivos. No hace mucho incursionó en TikTok para atraer a los electores más jóvenes.
Lasso es el último de 11 hijos de un matrimonio de clase media. Está casado con María de Lourdes Alcívar y tiene cinco hijos, uno de ellos banquero y otro que desistió de ser sacerdote.
En el área pública, fue gobernador de la provincia de Guayas, cuya capital es Guayaquil, y ministro de Economía en el gobierno del derrocado expresidente Jamil Mahuad (1998-2000).