Con la incorporación de jóvenes trabajadores de la Generación Z en un gran número de áreas, las nuevas tendencias evolucionarán hasta convertirse en impactos duraderos en el futuro del trabajo.
EN LOS ÚLTIMOS años se han vertido ríos de tinta digital para comparar las ideas y valores de distintas generaciones, desde los miembros de la generación de la posguerra (nacidos entre 1946 y 1964) hasta las críticas a las actitudes de los millennials (1981 a 1996), mientras la Generación Z (1997 a 2012) sacude su cabeza virtual ante ambos grupos. Aunque una parte de estos comentarios parecen formados por estereotipos simplones e ideas reduccionistas, existen algunas diferencias generales y definidas en las actitudes expresadas por la Generación Z, a cuyos miembros se les conoce coloquialmente como zoomers. Es cada vez más claro que la Generación Z está aportando una actitud fresca y una gran cantidad de nuevas ideas a la fuerza de trabajo.
Con la incorporación de jóvenes trabajadores de la Generación Z en muchos campos podemos esperar que algunas nuevas tendencias evolucionen hasta convertirse en impactos duraderos en el futuro del trabajo.
DEFIENDEN LA DIVERSIDAD, LA IGUALDAD Y LA INCLUSIÓN
Una manera clara en que la Generación Z está dando a conocer su impacto es al presionar a las empresas a comprometerse con la diversidad, la igualdad y la inclusión.
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En una encuesta reciente entre miembros de la Generación Z se encontró que 67 por ciento de los encuestados habían atestiguado personalmente actos de discriminación basados en la raza, el origen étnico, la identidad de género o la orientación sexual, y 44 por ciento indicó que había experimentado personalmente este tipo de discriminación.
La Generación Z espera que los empleadores tengan un enfoque más actual hacia la equidad y que sean incluyentes. El 88 por ciento de los buscadores de empleo pertenecientes a la Generación Z manifestaron que es importante que un reclutador o posible empleador les pregunte sobre el pronombre de género que prefieren utilizar.
Esta mayor conciencia del sesgo institucional entre los miembros de la Generación Z tiene un fuerte impacto en las decisiones que esta generación toma con respecto a su carrera: 69 por ciento de los encuestados dijo que tendría “absolutamente” más probabilidades de solicitar un empleo si los materiales de reclutamiento promueven la creación de una fuerza de trabajo étnicamente diversa.
Ciertamente, esta actitud presionará a las empresas para convertir la diversidad, igualdad e inclusión en una prioridad. Los datos muestran que esto será beneficioso no solo desde el punto de vista ético, sino que también es bueno para los negocios. En un estudio de McKinsey se indica que las empresas con equipos ejecutivos más diversos en los ámbitos cultural y étnico tienen 33 por ciento más probabilidades de superar a sus competidores.
SON EMPRENDEDORES EN CIERNES, AÚN MÁS QUE LOS MILLENNIALS
La Generación Z ha demostrado que tiene una mentalidad independiente con respecto a su carrera. Este espíritu emprendedor resulta evidente en el hecho de que los miembros de la Generación Z tienen 55 por ciento más probabilidades de iniciar su propia empresa que sus homólogos millennials. Esto no debería sorprendernos, dado que 45 por ciento de los estudiantes pertenecientes a la Generación Z piensan que inventarán algo que cambiará al mundo.
Muchos de ellos abordan su futuro emprendedurismo con la misma actitud socialmente consciente que dirigen a sus preferencias de contratación.
Si bien este enfoque de mentalidad independiente se podría atribuir a la arrogancia de la juventud, tenemos, sin ir más lejos, a Tiffany Zhong, que inició su carrera como capitalista de riesgo mientras aún estudiaba en la universidad.
Está claro que la Generación Z está reescribiendo las reglas y siguiendo su propio camino.
VALORAN LA SEGURIDAD FINANCIERA
Aunque la Generación Z suele ser la primera en criticar en Twitter a los miembros de la generación de la posguerra, parecería que tiene algo en común con quienes nacieron algunas generaciones antes: el deseo de seguridad financiera y laboral.
El impacto de crecer durante la crisis financiera de la década de 2000, además de ver los problemas que sus hermanos millennials tienen para pagar sus créditos, ciertamente ha influido en la mentalidad de muchos miembros de la Generación Z. Esto podría explicar por qué el 70 por ciento de los miembros de la Generación Z informaron que el dinero y la paga eran sus principales motivadores en el contexto laboral.
La Generación Z ha tomado muy en serio las duras lecciones de la difícil situación económica de su juventud, y esto resulta evidente en su manera de ver sus propias finanzas. Dos tercios de los estudiantes de secundaria de la Generación Z informaron que han abierto una cuenta bancaria, además de tener tres veces más probabilidades de haber recibido una clase de finanzas. También se muestran cautelosos con respecto a sus estudios: 24 por ciento planea pagar su propia educación universitaria mediante el ahorro.
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Y aunque sus expectativas salariales podrían ser altas, pues en promedio esperan ganar más de 57,000 dólares al año al salir de la universidad, también están dispuestos a trabajar para ganarse la vida: 77 por ciento piensa que necesitará trabajar más duro que los miembros de las generaciones anteriores para vivir una vida profesional satisfactoria. El 58 por ciento está dispuesto a trabajar por la noche y los fines de semana para obtener un salario más competitivo, en comparación con 41 por ciento de las otras generaciones.
NO CONOCEN UN MUNDO SIN TECNOLOGÍA INTELIGENTE
La Generación Z es la primera en ser descrita como “nativa digital”, lo que significa que creció después de la revolución de la internet, sin haber conocido nunca un mundo sin conectividad digital instantánea.
La comodidad de la Generación Z con la tecnología y su inversión en ella ciertamente tienen un impacto en su función en la fuerza de trabajo. También lo tienen en sus expectativas relacionadas con su búsqueda de empleo: el 91 por ciento de los miembros de la Generación Z que buscan trabajo informaron que la sofisticación tecnológica tendría un impacto positivo en su deseo de trabajar en una empresa. Sin importar lo extravagante que podría parecernos a quienes estamos fuera del mundo de la tecnología, 32 por ciento de la Generación Z incluso espera utilizar la realidad virtual en el trabajo en los próximos cinco años.
Aunque todo esto podría hacernos pensar que la mayoría de los miembros de la Generación Z preferirían que toda su vida laboral se concentrara en las cuatro pulgadas de la pantalla de su teléfono celular, pensémoslo de nuevo: 83 por ciento señaló que prefiere las reuniones en persona con sus supervisores en lugar del correo electrónico o los servicios de mensajería instantánea.
Al analizar más de cerca las actitudes y expectativas de la Generación Z en la fuerza de trabajo, resulta perfectamente claro que la generación más joven en unirse a la fuerza laboral continuará incorporando importantes cambios a la manera en que abordamos el mundo del trabajo.
Esta generación ha adoptado esta agradable mentalidad que representa una mezcla de todas las generaciones: la mentalidad de la seguridad financiera y el trabajo duro que caracterizó a la generación de la posguerra, y el aprecio por la tecnología y la buena voluntad social que comparte con sus homólogos millennials.
Todo esto hace surgir una pregunta: ¿qué podemos esperar cuando la Generación Alfa finalmente llegue a la mayoría de edad?
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Ashley Stahl es especialista de Ashley International.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek