Petróleos Mexicanos (Pemex) no cuenta con ningún tipo de estudio con el cual avale que seguir con la construcción del tren de refinación Bicentenario era inviable.
El único argumento es la falta de “rentabilidad”, pero no realizó pruebas para confirmar que el que sería el complejo energético más importante de las últimas tres décadas, según el expresidente Felipe Calderón, y en el cual ya había invertido 9 mil 600 millones de pesos, no debería continuar.
Criterio solicitó al organismo subsidiario Pemex Refinación, a través de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, precisar los motivos por los cuales el gobierno de Enrique Peña Nieto desistió del proyecto, además de mostrar estudios que respaldaran la decisión. Sin embargo, respondió que, aunque realizó una “búsqueda exhaustiva” en sus archivos, no encontró ningún documento relacionado con el tema.
La paraestatal añade que lo único que posee como sustento es la declaración de Emilio Lozoya Austin, su director general, del 3 de diciembre de 2014: “La reconfiguración de la actual refinería de Tula es más rentable que la construcción de una nueva”.
Tan sólo en obra, desde 2011 hasta 2014, el gobierno federal invirtió mil 51 millones 286 mil 834 pesos en lo que sería la planta procesadora de crudo, reveló Pemex.
Por ejemplo, la barda perimetral que construyó la empresa Martínez Aguilar Construcciones costó al erario 105 millones 251 mil 526 pesos.