ANTES DE LA PANDEMIA POR COVID-19 gran parte de las personas tenía un plan fijo durante el año: un viaje, un reencuentro, un ascenso, una mudanza o, simplemente, algún proyecto que emprender, hasta que el virus del SARS-CoV-2 llegó a gran parte del mundo, los contagios se incrementaron y las autoridades sanitarias llevaron a millones de personas a aislarse en casa. Así, la vida se detuvo en un instante.
Con seis meses de distanciamiento social y una normalidad nueva en el mundo, las salas cinematográficas reabrieron sus puertas para proyectar algunas cintas que esperaban a ser exhibidas, tal es el caso de El club de los idealistas, del director y guionista Marcelo Tobar, quien pone sobre la mesa los problemas existenciales que una persona enfrenta cuando llega a los 40 años.
Desde el género de la comedia, Tobar narra la historia de un grupo de siete amigos de la universidad que, tras comprar unos terrenos en un bosque, en la década de 1990, tienen el plan de retirarse juntos en la tercera edad, construir sus casas en el bosque y pasarla bien.
Los idealistas esperaban cumplir ese sueño cuando cada uno estuviera listo para construir su propia casa. A 20 años de ese evento, este grupo de amigos se reúne para inaugurar la primera casa de uno de los siete que forman el club, y se trata de Aranas, personaje interpretado por Juan Pablo Medina.
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Este club de idealistas lo integran Nailea Norvind, Juan Pablo Medina, Giselle Kuri, Tiaré Scanda, Claudia Ramírez, Daniela Schmidt, Yolanda Ventura, Andrés Palacios, Víctor González y Tomás Rojas.
UNA COMEDIA HECHA EN OTROS TONOS
Para Tobar, El club de los idealistas inserta en el género de la comedia un formato que va más allá de reírse de los errores de los demás y aprender a reír de los errores propios, reflexionar sobre las poses de lo que no se es y adentrase a valorar los detalles de la vida y con quienes se comparten, acompañados de mucha introspección.
“Creo que en México solo tenemos en mente la comedia de chistes, la comedia de entretenimiento puro y duro, pero creo que la comedia es un género que tiene muchos tonos y aristas. En este caso, se trata de una comedia de autor en la que encuentras tintes dramáticos”, cuenta Marcelo Tobar en entrevista con Newsweek México.
La película también refleja una parte de la sociedad mexicana que está en transición, donde hay una gran cantidad de personas que no hablan entre parejas, novios o amigos sobre aquello que les sucede. Por todo lo anterior nace la necesidad de mostrar una propuesta diferente desde un género acostumbrado a reírse de los demás.
Cabe destacar que el guion de la película lo escribió Marcelo Tobar junto con la guionista Marcela Fuentes-Berain, quien en 1995 obtuvo dos nominaciones para el Premio Ariel de la Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas de México en la categoría de mejor argumento escrito originalmente para cine y mejor guion cinematográfico con el guion de la película Hasta morir.
REENCONTRARSE CON LOS AMIGOS
Con 1,200 copias distribuidas en toda la república mexicana, El club de los idealistas se estrenó el 24 de septiembre en las salas de cine y con los cánones de la normalidad nueva por la pandemia de COVID-19.
En el filme, Tobar lleva a las audiencias a explorar temas que van desde el abandono del hogar, la salud mental, el idealismo, las frustraciones y la reconstrucción de las masculinidades, sin dejar de mencionar la fortaleza mental, académica y de carácter en los personajes femeninos.
“Escribí a estas mujeres con conflictos humanos, no con conflictos femeninos. Son mujeres que simplemente tienen virtudes y defectos humanos. Tienen necesidades, dudas y errores; y a los hombres los escribí con perspectiva de género”, señala.
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De acuerdo con el director de la película, a los autores hombres les toca reflejar la masculinidad desde su trinchera, y eso implica hablar de lo que les oprime y los vuelve prisioneros de su propia masculinidad.
“Con la pandemia nos pasó algo, por eso quisimos estrenarla ahora. Sentimos que la reflexión de los personajes sobre revalorar las cosas importantes de la vida es justo lo que hicimos en el encierro y yo, personalmente, creo que este término de la nueva normalidad debería convertirse en una ‘mejor normalidad’, es decir, salir mejor de la introspección de conocernos más y tomar decisiones de hacer lo que realmente queremos hacer. Eso nos convierte en mejores personas y, por ende, en una mejor sociedad”, explica.
—¿Saldremos siendo del club de los idealistas?
—Así es, ojalá cuando vean la película luego quieran salir a contactar a sus amigos, a recuperarse y recuperar todas las cosas hermosas que tenemos nosotros y que están cegadas por la rutina, por la búsqueda de dinero, por la fama, por el dinero, por el éxito, y que regresemos a lo más importante. Así a lo mejor seremos más felices de ahora en adelante —concluye el director.