Miembros del sector empresarial y de gobierno ven oportunidades en reactivar la industria del cine con un formato inmersivo. En el marco de la pandemia, hay una audiencia que anhela salir de casa, sin exponerse al nuevo coronavirus.
En Beat Saber, un juego de realidad virtual, Gabriela Amador de 23 años se convierte en una espadachina que debe de esquivar obstáculos y golpear con dos sables de luz unas cajas que simulan ser teclas musicales.
En este mundo, Gabriela viaja sobre un plataforma por un túnel de colores neón al ritmo de la música.
Es una experiencia inmersiva, pues para jugar debe utilizar un casco y controles con sensores de movimiento que le permiten ver y moverse, tal como si estuviera físicamente en ese lugar.
“Está padre la experiencia, es muy divertida, logras sentir que estás dentro del juego”, dice.
Gabriela es fan de los videojuegos desde niña y siempre le ha gustado interactuar con otros jugadores, incluso por medio de transmisiones en vivo.
Pero la realidad virtual no es una experiencia exclusiva de los videojuegos. Medios como the New York Times también hacen periodismo inmersivo y hay productoras de cine que ya lo aprovechan.
En Rosarito, iDigital y Baja Studios, preparan un laboratorio y estudio para producir este tipo películas.
“Con el COVID la gente compró más cascos de realidad virtual para sentir que salen”, dice Gabriel Reyes, director de iDigital Creative Studio, un estudio y productora que realiza proyectos en este formato.
En medio de la pandemia derivada del COVID-19, alrededor de 170 millones de personas en todo el mundo han buscado experimentar la realidad virtual, según un estudio realizado por la empresa de consultoría MarketWatch.
En ese reporte se informa un crecimiento mayor sobretodo en los videojuegos y entretenimiento.
“El confinamiento voluntario, producto de la pandemia, ha auxiliado al desarrollo de más material en realidad virtual”, opina Mario Escobedo Carignan, Secretario de Economía Sustentable y Turismo del estado (SEST).
En años recientes, este formato de cine ha demostrado avances.
En 2014 se fundó el primer festival de cine en realidad virtual en Las Vegas, Nevada.
A partir de 2017 otros festivales como el de Tribeca, Sundance, la Bienal de Venecia y el de Cannes incluyeron categorías para este formato.
En plataformas de video, como Youtube, es posible encontrar una variedad de contenidos de realidad virtual gratuitos con temáticas de terror, diversión y cultura, entre otros.
Se pueden probar incluso con un visor casero, hecho de cartón y un teléfono inteligente.
“Para las nuevas generaciones es tendencia, lo están consumiendo”, explica Liliana Cabello, gerente de comercialización de iDigital.
Ante la creciente demanda del público, y de la misma necesidad de innovar por parte de los creadores de contenido, los estudios cinematográficos encuentran oportunidades en este formato e invierten en nuevos proyectos.
Los esfuerzos de Baja Studios, en Rosarito, apuntan en esa dirección.
Su director, Kurt Honold, explica que lo que inició siendo el set más grande para filmar en agua, ahora cuenta con distintos foros y sets para filmar en tierra.
Se construyeron para la grabación de Titanic, con la productora Twentieth Century Fox, pero en 2007 decidieron venderlos y un grupo de inversionistas los compró para continuar con la industria del cine en la entidad.
Aquí se grabaron películas como Little Boy con Robert Redford y algunas escenas de Piratas del Caribe.
En marzo pasado abrieron un espacio para investigar y trabajar en proyectos de realidad virtual, animación y efectos especiales, como un servicio para las productoras extranjeras.
“Nosotros lo que queremos es crear la industria en Baja California para que más producciones vengan”, dice al respecto Honold.
Este nuevo espacio llevaba apenas una semana en operaciones, cuando la crisis sanitaria por un nuevo coronavirus les obligó a suspender sus labores.
Sin embargo, el equipo de Gabriel y Liliana inició un cortometraje documental que está en producción y una aplicación para celular en realidad virtual, en colaboración con Agustín Pizá, diseñador de campos de golf.
Además están trabajando en la construcción de un set especial para producciones en formato de realidad virtual, este último con una técnica similar a la utilizada en la serie, El Mandaloriano, de Disney.
Este nuevo espacio se encuentra dentro de los Baja Studios, pero forman parte de iDigital.
Gabriel Reyes, quien dirige a esta productora ubicada en Tijuana, incursionó en el cine como productor y director de “Siendo un muerto”, un cortometraje que fue realizado en Baja California en los formatos de realidad virtual y el tradicional.
Esta fue la primera vez que Reyes y su equipo realizaron una producción inmersiva.
“Es un prueba y error, es un medio nuevo y se maneja de una forma muy distinta”, dice.
Ahora trabaja en desarrollar los servicios e infraestructura necesaria para atraer inversionistas a la región.
Una forma de fortalecer a esta industria, según Kurt Honold, es poniendo a disposición de los productores internacionales, servicios como maquillaje, animación, efectos especiales y de casting por mencionar algunos.
De esta forma, los costos de producción disminuirán y la entidad se volverá más atractiva, pues no será necesario traer equipo desde otras ciudades como Los Ángeles, California.
“Ya todo va ser creatividad. Es hacia donde va, ya todo es ‘virtual reality‘, animación y muchos viven de esto”, comenta Kurt Honold.
Escobedo Carignan, titular de la Secretaría de Economía Sustentable y Turismo (SEST), menciona que esta es una de las oportunidades que han encontrando en medio de la pandemia.
En junio la SEST informó que se reactivó el Consejo Consultivo Estatal de Filmaciones, un organismo que no se había instalado desde 2011 y que tiene objetivos como proponer una mejora regulatoria, impulsar el desarrollo de proyectos y elaborar un programa de trabajo anual.
El titular de Economía y Turismo dice que existe una cooperación entre sectores y opina que en el marco de la emergencia sanitaria, surgirán nuevas plataformas de distribución y exhibición de producciones, lo cual ayudará a impulsar los proyectos audiovisuales locales y el cine mexicano.
“Representa una enorme oportunidad de desarrollo cultural y económico”, dice Escobedo Carignan.
Solo en 2019 se registraron 91 proyectos, que dejaron una derrama de más de 500 millones de pesos, según datos de la SEST.
Este ingreso no solo beneficia al municipio de Rosarito, que es dónde se encuentran los estudios.
También registra un impacto en el sector turístico, inmobiliario, restaurantero, de construcción, transportista y de servicios, que incluye a contadores, abogados y agentes aduanales, entre otros.
“La industria cinematográfica es una que apoya a todos los sectores, por eso es importante fortalecerla”, comenta Kurt Honold.
Y disponer de unos estudios que cuenten con un espacio para la investigación y realización de realidad virtual se vuelve atractivo para los realizadores e inversionistas, de acuerdo a Reyes.
“Somos creyentes de que es un medio muy interesante que plantea la manera de contar historias diferentes y sentir que lo vives”.
Gabriela Amador, la joven que juega con sables virtuales, conoció este formato gracias a las consolas para videojuegos hace más de tres años y dice que le interesa experimentarlo en el cine.
Su único temor es acostumbrarse a lo virtual y olvidar su propia realidad humana.
“Me encantaría lo del cine en realidad virtual, es muy innovador, pero que se aplique solamente para un tipo de películas, para aprovechar su potencial”, comenta.
Actualmente estudia fisioterapia y también le interesa utilizarla como herramienta para dar terapia a sus futuros pacientes.
Las oportunidades de negocio que se abren son amplias y trascienden del ámbito del entretenimiento, según Liliana Cabello, gerente de iDigital, pues es una tecnología que puede implementarse en el sector médico y de telecomunicaciones, incluso en la venta de bienes raíces y planeación urbana, entre otras.