El gobernador de Texas, Greg Abbott, ordenó el uso obligatorio de cubrebocas en todos los condados que registren más de 20 contagios por coronavirus después de un repunte en los últimos días hasta los más de 175,000 infectados en el estado, el segundo más poblado del país, con 29 millones de habitantes.
La orden de Abbott es especialmente significativa dadas las reticencias previas del gobernador republicano a imponer medidas de restricción de este calibre. De hecho, el propio Abbott impidió el pasado mes de abril que las autoridades locales penalizaran a quienes no llevaran mascarilla al aire libre.
La nueva imposición entrará en vigor este viernes a mediodía, y exige concretamente a todas las personas mayores de 10 años y que residan en los condados afectados que lleven su mascarilla en espacios públicos, con ciertas excepciones a la hora de hacer ejercicio físico o comer en restaurantes, que siguen operando, aunque a capacidad reducida.
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Quienes ignoren la nueva orden de Abbott se exponen primero a un aviso y después a una multa de 250 dólares, según informa el Dallas Morning News, que ha recogido el comunicado de la oficina del Gobernador.
Además, el gobernador ha prohibido las reuniones públicas de más de diez personas a menos que reciban la aprobación de las alcaldías locales, en cuyas manos queda ahora el permiso para celebrar los actos de la festividad del 4 de julio, conmemoración del Día de la Independencia, que comienzan este fin de semana y han puesto al país en alerta roja ante la aparición de posibles focos de propagación.
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La medida ocurre en un momento en que tanto Texas como todo el país están registrando constantes repuntes de casos. El pasado jueves, el condado de Dallas registró 700 nuevos positivos, que podrían llegar a 1,000 este viernes si se cumplen los pronósticos del director del Departamento de Salud y Servicios Humanos del condado, el doctor Philip Huang.
A pesar de ello, Abbott se ha negado a volver a imponer el confinamiento en todo el estado por la necesidad de reactivar la economía, algo que ha mencionado en su comunicado.
“Estamos capacitados para mantener los negocios abiertos para que los texanos sigan recibiendo su sueldo mensual, pero hace falta que todos pongamos de nuestra parte para protegernos entre nosotros, y eso significa taparnos la cara en espacios públicos”, ha indicado.