El pasado 16 de abril, el Consejo Ciudadano para la seguridad y Justicia de la Ciudad de México anunció que, hasta esa fecha, había detectado un aumento de 120 por ciento en el registro de llamadas, respecto al mes pasado, para denunciar violencia familiar durante la cuarentena. De estas, el 66 por ciento son por violencia física y 22 por ciento, por violencia psicoemocional. Estas agresiones, según las llamadas, van acompañadas de consumo de alcohol y frustración económica, laboral e incertidumbre que derivan en violencia física.
Ante el aumento de estas formas de violencia, el Colectivo Tomate y el programa “Por un México bien hecho”, de Comex, lanzan una iniciativa para incentivar la comunicación entre las familias y que les permita saber cómo se siente cada integrante en el encierro con una serie de actividades que van de un juego de mesa hasta pintar un mural dentro de casa.
Los materiales gráficos los crearon artistas que han formado parte de otros proyectos que la organización tiene para fomentar la convivencia y el rescate de la memoria histórica de las comunidades.
Estos se encuentran disponibles para descarga de forma gratuita en el sitio web de Un México bien hecho empieza en casa y estarán disponibles hasta que las autoridades de salud indiquen levantar la cuarentena.
“Las plantillas están diseñadas para que las familias cuenten sus historias, ese es el objetivo. Antes de la pandemia, el equipo de Colectivo Tomate acudía a las comunidades para crear empatía con la población, donde los artistas, a través de entrevistas, recrean los murales con base en la historia de las familias”, cuenta en entrevista con Newsweek México Tomás Darío, socio fundador del Colectivo.
Hoy en día, ante la contingencia por COVID-19 que aqueja al país, las personas podrán pintar sus propios murales a través de rememorar momentos importantes que han pasado juntos en familia. Entre los artistas que participan en la creación de estos materiales se encuentra María Marchita, Mix Texturas, Alex Lechuga y Raven.
“El objetivo es promover la sana convivencia con la familia, ante las fricciones que llegan a generarse entre las personas, reconociendo que durante la cuarentena la casa se convierte en oficina y en un lugar de aprendizaje como la escuela y debemos convivir 24/7 con las personas que ahí habitan”, añade Darío.
¿CÓMO HACER UN MURAL EN CASA?
La iniciativa parte de tres propuestas, la primera de ellas es una serie de recomendaciones de cómo mejorar la comunicación no violenta en casa a través de infografías. La segunda iniciativa parte de la elaboración de un juego de mesa descargable, pensado en cómo traer al frente momentos significativos en la familia a través de una reflexión y preguntas.
También lee: Almadía, Era y Sexto Piso lanzan campaña en conjunto para evitar su desaparición
El juego de mesa consta de un tablero, tarjetas y fichas que se pueden fabricar también con material reciclable en casa como cartón, además del uso de tijeras, pegamento, colores, pintura vinílica o crayones.
Por último, hay 25 plantillas de esténcil y las familias podrán descargarlas para crear un mural en casa y juntos contar las historias representativas de cada miembro de la familia, que podrán compartir en las redes sociales de México bien hecho con la etiqueta #MéxicoBienHecho.
Con la iniciativa de crear murales en casa, Colectivo Tomate invita a los niños del país a pintar un gran mural en el que expresen sus emociones durante esta cuarentena.
UN MUNDO MEJOR PARA ELLOS
Antes de la pandemia, Colectivo Tomate convocaba a artistas tanto nacionales como extranjeros para llenar de color, con murales, las calles de localidades con altos índices en problemáticas sociales. Tras meses de crear empatía con la población, los creadores recreaban en murales los recuerdos e historias del lugar.
Para Pio Diego, uno de los artistas que ha sido parte del proyecto Ciudad Mural, el pintar en muros es una oportunidad de plasmar lo que le gustaría que sucediera a la gente, aun cuando el pasado y futuro son inciertos en una comunidad.
“Representar con imágenes cómo sueña vivir alguien en diez años, los sueños que ha tenido, sus anhelos, lo que le gusta en la vida. Habla mucho de la historia, pero habla más de la identidad, entonces, por ahí va mi trabajo como artista, con ellos”, cuenta en entrevista con Newsweek México.
De las experiencias que el artista ha visto en su participación con Ciudad Mural, están los cambios positivos que adquiere la comunidad cuando intervienen las calles con arte, como cuidar su colonia, barrer y tener limpias las calles entre los vecinos, reparar los puestos de comida para que se vea más bonito. Además de descubrir la riqueza y bagaje cultural que tienen.
Para Pio Diego, un joven arquitecto que nació en la montaña, cerca de los monumentales volcanes que embellecen la vista del valle de México, el arte es un medio de empatía y comunicación con las personas, especialmente los niños, quienes se asombran desde el momento en que trazan una línea en los muros hasta el mágico resultado con la mezcla de colores.
“Es una gran sensación el inspirar a otros al cambio, poder infundir a que se animen a hacer lo que sea desde su trinchera, a seguir sus sueños, defender sus ideales y que vean que sí se puede vivir de esto, del arte”, añade.
Para los integrantes del colectivo mexiquense Los Nook, puede que los murales no resuelvan un conflicto mayor, pero sí ayudan a la unión de las personas, entre vecinos y los jóvenes que viven ahí. Esta iniciativa cambia la conciencia de la gente como ya no tirar basura, mantener limpias las áreas verdes, cuidar los árboles, usar más los espacios o reportar si un juego está dañado.
Además lee: Escápate a tierras remotas con estas lecturas evocadoras
“Creo que estos lugares son los sitios donde hay que trabajar más por la sociedad. Al final, el objetivo de cualquier mural es crear un diálogo y ser el canal de comunicación con la sociedad. Lo pueden rayar, que es a lo que se exponen por estar a fuera, pero, al final, generas expresión y el día en que todo esto pase desapercibido y que nadie se exprese, entonces te preguntas: ‘¿qué está pasando?’, porque el mural no genera su cometido”, señalan.
Con la experiencia de intervenir durante una década las ciudades de 13 estados de la república mexicana, con 305 murales realizados, 480 familias participando en los proyectos y más de 158 artistas seleccionados junto con 716 voluntarios, Colectivo Tomate es una organización que seguirá apostando por la transformación de las comunidades a través del arte.
“El arte es un lenguaje que entendemos casi naturalmente, pero para la comunidad el mural les recuerda la razón por la cual deben sentirse orgullosos y reconstruye el cómo las personas identifican su espacio con murales que les recuerden la identidad de su comunidad”, concluye Daniela Hernández, gestora general en Colectivo Tomate.