El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abandona Washington este martes rumbo a Florida, donde asistirá a un mitin y celebrará el Día de Acción de Gracias en su residencia en ese estado, pero la investigación con miras a un juicio político en su contra amenaza con arruinarle la fiesta.
A primeras horas de la tarde, el mandatario republicano cumplió la tradición de indultar a dos enormes pavos con motivo de una de las mayores festividades del país, que se celebrará el jueves y en la que estas aves son el plato principal.
“Les deseo a todos ustedes un feliz Día de Acción de Gracias”, dijo en la ceremonia, antes de perdonar a los pavos Pan y Mantequilla.
Lo flanqueaba su esposa Melania, quien acababa de ser abucheada en un discurso sobre los peligros de las drogas en la ciudad de Baltimore.
Trump abordará luego el avión presidencial rumbo a Florida, donde celebrará un mitin al caer la noche y podrá reconectarse con su base republicana.
Lee más: El jefe de la Marina de EU abandona su puesto tras un desacuerdo con Trump
Con su peso electoral y lo ajustados que son siempre los resultados, Florida es un estado clave en el rompecabezas electoral para las elecciones presidenciales de 2020. Además, recientemente se convirtió en el lugar de residencia legal de Trump, quien hasta entonces sufragaba en su natal Nueva York.
El mitin servirá a Trump para demostrar que aún mantiene el control de su base republicana. En tanto, el partido Demócrata planea recibirlo con una protesta y el despliegue de un globo gigante con forma de “bebé Trump”.
“Florida está cansada de sufrir por sus promesas rotas”, dijo la presidenta del partido Demócrata en Florida, Terrie Rizzo, en un comunicado. “Esto no es un mitin de bienvenida, sino una fiesta de despedida”.
“Esperamos su participación”
Trump pasará el feriado en Mar-a-Lago, su soleado campo de golf y residencia privada en la costa atlántica de Florida.
Pero en la fría Washington, los demócratas seguirán trabajando para intentar convertir a Trump en el tercer presidente sujeto a un juicio político tras Andrew Johnson y Bill Clinton.
Los demócratas que investigan a Trump están listos para seguir avanzando en el proceso de destitución en su contra después del parón por el Día de Acción de Gracias, luego de haber pasado dos semanas entrevistando a asesores y diplomáticos.
El presidente es investigado porque pidió presuntamente al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, que investigara a su rival político Joe Biden a cambio de entregarle una ayuda militar que había ya prometido.
El Comité Judicial de la Camara de Representantes, que se ocupa de la investigación, anunció el martes que iniciará la próxima fase el 4 de diciembre e invitó a participar a Trump y a sus abogados.
Entérate: La siguiente etapa en la investigación de juicio político contra Trump
“El Comité espera su participación en la investigación por juicio político”, escribió Jerry Nadler, presidente del Comité Judicial, en una carta a Trump.
Estas audiencias abordarán las bases históricas y constitucionales para un juicio político y determinarán si las supuestas acciones de Trump ameritan que el Comité emita cargos de destitución, añadió Nadler en su misiva.
Si bien el Senado, dominado por los republicanos, casi seguramente lo absolverá, esta no es la forma en que Trump quiere pasar a la historia luego de haber presumido desde el principio de ser uno de los presidentes más exitosos del país.
“Los presidentes no son reyes”
El lunes de noche, los investigadores recibieron buenas noticias en ese sentido por parte de la justicia.
Una corte de apelaciones de Washington dictaminó que los asesores de Trump deben cumplir con las citaciones del Congreso en el marco de la investigación, contradiciendo las órdenes que dio la Casa Blanca a sus funcionarios de ignorarlas.
Te puede interesar: Trump asegura que Nancy Pelosi no aprobará el acuerdo comercial entre Estados Unidos, Canadá y México
“Los presidentes no son reyes”, escribió la jueza Ketanji Jackson en su decisión. “Nadie, ni siquiera el jefe del Poder Ejecutivo, está por encima de la ley”.
El dictamen podría dar pie al testimonio de tres testigos fundamentales: el exasesor de seguridad nacional John Bolton, el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, y el secretario de Estado, Mike Pompeo.
La administración de Trump apelará el fallo -que se aplica específicamente al ex abogado de la Casa Blanca Don McGahn- con la intención de elevarlo hasta la Corte Suprema.
Trump trató de minimizar este revés de la justicia al escribir en Twitter que no le importa si sus asesores, actuales o anteriores, testifican en el Congreso, un comentario que incluía a Bolton.
“De hecho me gusta que la gente testifique”, dijo el jueves, a pesar de que su gobierno prohibió a sus asesores que lo hagan. Ya McGahn “ha dicho que no hice nada malo”, añadió.