La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha ubicado en Puebla a las peores cárceles del país, en su diagnóstico nacional de este 2019 se señala al Centro de Reinserción Social de Tecamachalco como el centro penitenciario peor evaluado en territorio mexicano, superando en abusos, extorsión, sobornos, autogobierno, condiciones de insalubridad, cobros y violaciones serias a los derechos humanos a las prisiones de Tamaulipas, Veracruz y Guerrero.
En el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria (DNSP) -evaluación que analiza las condiciones de estancia e internamiento de las personas en reclusión bajo la perspectiva del respeto de los derechos humanos-, tres penales de Puebla constan en la lista de los diez Ceresos en el país donde las garantías de integridad personal y estancia digna de internos están ausentes.
En el estudio difundido hoy por la CNDH, el Centro de Reinserción Social de Tecamachalco que no presenta hacinamiento ni sobrepoblación -con capacidad para 141 presos, la población actual es de 113 hombres y 8 mujeres- fue el que obtuvo la calificación reprobatoria de 4.73 en una escala de 10 puntos, en todo el país.
El puntaje es menor al del Centro de Ejecución de Sanciones de Reynosa, Tamaulipas que obtuvo 4.91 y al Centro de Reinserción Social de Zacatlán, también en Puebla, que alcanzó 4.94.
En el ranking de los peores penales también consta el Centro Estatal de Reinserción Social de Sentenciados No. 7 en Huixtla, Chiapas con 4.99 puntos y los Centro de Reinserción Social de Zihuatanejo y Tecpan de Galeana, ambos en Guerrero con calificaciones de 5.02 y 5.14, respectivamente
Calificados con 5.15 puntos, siguen el Centro de Reinserción Social de Apan en Hidalgo y el Centro de Reinserción Social de Poza Rica en Veracruz. La lista del Top Ten la cierran el Centro de Ejecución de Sanciones en Ciudad Victoria con 5.22 y el Centro de Reinserción Social de Acatlán con 5.25 de calificación.
Sistema penitenciario en Puebla, reprobado
En los Ceresos de Puebla los tratos crueles, inhumanos y degradantes, además del hacinamiento, la falta de medicamentos, de personal de atención médica y de custodios, son los principales problemas que documentó la CNDH en el sistema penitenciario poblano. Las 12 cárceles de la entidad obtuvieron una calificación promedio de 5.53.
De la docena de los Centros Penitenciarios, 6 fueron reprobados con 5 de calificación. 4 Centros de Reinserción apenas alcanzaron el 6 de calificación, el penal de Ciudad Serdán tuvo 7.13 de calificación y la cárcel de Tepexi alcanzó el 8.17.
De acuerdo a las calificaciones en los diagnósticos desde 2006, los Centros de Reinserción de Puebla eran considerados con una evaluación promedio de 7.25, calificación que se mejoraba con cada medición anual, en 2010 llegó a los 7.67 puntos.
Sin embargo, desde el cambio de sexenio, con la administración del finado Rafael Moreno Valle las calificaciones se documentaron en descenso. En 2011 la evaluación tuvo la caída a 6.99; en 2012, 6.81; en 2013, 6.80; en 2014, 6.84; en 2015, 6.74, en 2016, 6.99; en 2017, 6.39; en 2018, 6.05 y este 2019 cerrará con 5.53 puntos.
En la evaluación del 2018 en Puebla, los penales registran sobrepoblación, hacinamiento, así como anomalías en la separación entre procesados y sentenciados y la falta de personal de seguridad y custodia, condiciones que no cambiaron este 2019.
La CNDH desde hace un año ha alertado que derechos humanos en las cárceles de Puebla aún son un asunto pendiente debido a que también detectaron deficiencias en el procedimiento para la imposición de las sanciones disciplinarias y falta de capacitación del personal penitenciario.
Tortura en cárceles poblanas
Apenas este octubre, la CNDH evidenció que en los Centros de Reinserción Social Puebla persisten prácticas de tortura y de maltrato para los internos. se señala el encierro de los indiciados las 24 horas de día y sólo salen una hora a la semana, los malos tratos por personal de seguridad: gritos humillaciones, golpes, discriminación y amenazas, y la carencia de servicios de salud y medicamentos.
El informe señala la falta de mantenimiento e higiene en las instalaciones, insuficiencia de planchas, colchonetas y cobijas, alimentación de mala calidad y escasa, insuficiente personal de seguridad y falta de actividades deportivas, educativas y laborales, así como irregularidades en la imposición de sanciones administrativas, inexistencia de manuales de procedimientos y protocolos para prevenir y atender incidentes violentos.
La CNDH hizo una Recomendación para Fernando Luis Manzanilla Prieto, Secretario de Gobierno, y también para Miguel Ildefonso Amezaga Ramírez, de Seguridad Pública estatal, así como a los presidentes municipales de Acatlán de Osorio, Libres, San Pedro Cholula y Tepeaca.
En Puebla se detectaron reglamentos no armonizados con la Ley Nacional de Ejecución Penal, falta de áreas exclusivas para mujeres, aparatos telefónicos, personal de seguridad, médico y técnico, de privacidad en las certificaciones médicas, así como de capacitación en materia de derechos humanos, prevención de la tortura y Protocolo de Estambul.
Y por si fuera poco, a la fecha se siguen documentando la insuficiencia de modificaciones y adaptaciones para facilitar la accesibilidad de las personas mayores o con discapacidad física.
Cogobierno o Autogobierno en 3 cárceles poblanas
En el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciario 2019, en Puebla ya suman 3 cárceles en las que se presenta el fenómeno de Autogobierno o Cogobierno, es decir son cárceles controladas por los internos, quienes extorsionan, cobran por los servicios básicos y hasta explotan sexualmente a otros reos.
La incapacidad, omisión, tolerancia, corrupción y coacción de las autoridades penitenciarias han permitido el Autogobierno o Cogobierno en el Centro Penitenciario Regional de San Pedro Cholula, en el Centro Penitenciario Regional de Huauchinango y en el Centro Penitenciario Distrital de Zacatlán.
La sobrepoblación y hacinamiento sigue presente en la mayoría de los Centros de Reinserción de Puebla, San Miguel, en Tehuacán, en San Pedro Cholula, en Acatlán de Osorio, en Tetela de Ocampo, en Teziutlán y en Zacatlán.
Con información de Diario Puntual