¿Un segundo mandato para Justin Trudeau, con cuatro años en el poder, o un cambio de rumbo con el conservador Andrew Scheer? Los canadienses votan este lunes para decidir quién formará su próximo gobierno, en unas legislativas rodeadas de suspenso.
Los primeros centros de votación abrieron en el este a las 11:00 hora local, pero en un país con seis husos horarios, los últimos electores votarán en el oeste (Columbia Británica) hasta las 02:00 GMT del martes. Los primeros resultados, en tanto, son esperados a partir de las 23:00 hora local del lunes.
Luego de una larga campaña, por momentos encarnizada, el primer ministro Trudeau votó por la mañana en Montreal, acompañado de su esposa y sus tres hijos, sin realizar declaraciones.
Su rival Scheer depositará su voluntad en la tarde en Regina, en la provincia de Saskatchewan.
Unos 27,4 millones de canadienses están llamados a elegir a sus 338 legisladores. Si las encuestas aciertan, los comicios deberían poner fin a la mayoría absoluta de la que goza Trudeau desde su sorpresiva victoria en 2015.
Los últimos sondeos dan a los liberales de Trudeau (centro) entre 31% y 34% de intención de voto y a los conservadores (derecha) entre 32% y 33%. Según las proyecciones, esas cifras no permitirán a ninguna de las principales formaciones superar la barrera de los 170 curules que garantizan una mayoría absoluta.
Michel Mercer, un residente de Montreal, votó por los liberales pero sin verdadera convicción.
“Preferí votar para evitar tener un gobierno minoritario, porque yo sería de tendencia hacia el NPD [partido Nuevos Demócratas, izquierda], pero me disgusta ver a los conservadores en el poder”, dijo a la AFP.
Por el contrario, Murray Lutzer, residente de Regina, el feudo de Scheer, eligió a los conservadores. “No quiero cuatro años más de dominación liberal”, dijo.
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Factor juventud
En caso de un gobierno minoritario, el futuro primer ministro, liberal o conservador, deberá contar con el apoyo de partidos más pequeños para tener mayoría en la Cámara de los Comunes.
Serán clave entonces formaciones como el NPD de Jagmeet Singh, tercero en las encuestas (20%) y una de las revelaciones de esta elección, o los independentistas del Bloque de Quebec, liderados por Yves-François Blanchet.
Como último gran partido en competencia, los verdes de Elizabeth May han hecho pasar su mensaje de urgencia climática, aunque el tema medioambiental ha sido de por sí dominante en la campaña.
Con 47 años, Trudeau ya no tiene la ventaja de la juventud -pues Scheer y Singh tienen 40 años- ni la novedad que lo impulsaron al poder en 2015 ante el conservador Stephen Harper.
Trudeau se vio además afectado por varios escándalos y su popularidad cayó tras un caso de injerencia política en un proceso judicial, y por la publicación en plena campaña de fotos suyas con la cara pintada de negro.
Suspenso total
A lo largo de la campaña, Trudeau ha defendido su gestión: economía sólida, legalización del cannabis, impuesto al carbono, acogida de miles de refugiados sirios, acuerdos de libre comercio firmados con Europa o Estados Unidos y México…
De su lado, Scheer ha prometido retomar el equilibrio presupuestario y reducir los impuestos con un objetivo simple: “devolver el dinero a los bolsillos de los canadienses”.
Pero el joven conservador, padre de cinco niños y de formación católica, tampoco ha escapado a la polémica debido a su hostilidad personal hacia el aborto, la revelación tardía de su doble nacionalidad canadiense y estadounidense, o sospechas de que ordenó una campaña para denigrar a su rival Maxime Bernier.
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A pocas horas de tener los resultados de esta jornada electoral, el suspenso sigue siendo total. Aunque el sistema electoral canadiense prevé que un primer ministro puede seguir en el poder aunque su partido pierda la mayoría si logra la confianza de la mayoría de la Cámara de los Comunes, Scheer se ha manifestado contra tal perspectiva.
Así, el conservador ha acusado a Trudeau de negociar tras bastidores con el NPD para mantenerse en el poder aunque su partido pierda la mayoría en las urnas.