El presidente de Israel, Reuven Rivlin, ha convocado este lunes a los líderes del Partido Azul y Blanco y el Likud, Benjamin Gantz y Benjamin Netanyahu, respectivamente, para intentar impulsar un gobierno de unidad en el país.
Rivlin ha finalizado durante la jornada los contactos con los partidos políticos que han obtenido representación parlamentaria, tras lo que Netanyahu ha recibido 55 apoyos y Gantz ha obtenido 54.
Durante la jornada del domingo, la Lista Árabe Conjunta expresó su apoyo a Gantz, lo que situaba al exjefe del Ejército como el candidato con más respaldos, si bien los tres parlamentarios de Balad, parte de la coalición, se han desmarcado de la decisión.
Ante el llamamiento del mandatario, tanto Gantz –cuyo partido se impuso en las parlamentarias de la semana pasada– como Netanyahu han confirmado que acudirán a la reunión, convocada para esta tarde, según el diario local ‘The Times of Israel’.
Un acuerdo distante
Netanyahu ha defendido durante la jornada que “el único gobierno que puede formarse es uno de unidad amplia” entre el Likud y el Partido Azul y Blanco. Gantz ha recalcado que es necesario que el primer ministro ceda el cargo de cara a un acuerdo.
Asimismo, el Partido Azul y Blanco ha prometido que el nuevo Ejecutivo no contará con la presencia de partidos “extremistas” y ultraortodoxos, con los que Netanyahu ya ha firmado un acuerdo para entrar en bloque en una coalición.
De esta forma, el acuerdo entre ambas partes parece distante, mientras que el exministro de Defensa Avidgor Lieberman –que figura como bisagra para un acuerdo– ha reiterado en los últimos días que la única vía es un gobierno de unidad entre su partido, Yisrael Beitenu, y los de Gantz y Netanyahu.
Gantz y Lieberman han mantenido este mismo lunes una reunión para abordar la situación antes de que el líder del Partido Azul y Blanco mantenga su encuentro con Rivlin, según el diario ‘Yedioth Ahronoth’.
En las recientes elecciones del 17 de septiembre el partido Azul y Blanco de Gantz fue el más votado y obtuvo 33 escaños, por los 31 del Likud. La tercera fuerza es la Lista Conjunta (Balad, Hadash, Taal y Lista Árabe Unida), con 13 escaños.
Por detrás figuran Shas, con nueve; Judaísmo Unido de la Torá (UTJ) y Yisrael Beitenu, con ocho; Yamina, con siete; el Partido Laborista, con seis; y la Unión Democrática, con cinco.
Búsqueda de una coalición
Dado el reparto de escaños derivado de los resultados anunciados hasta el momento, ni Netanyahu ni Gantz podrían ensamblar una coalición mayoritaria en el Parlamento sin la participación del partido de Lieberman, lo que le deja en una posición de peso en las negociaciones.
La Knesset está integrada por 120 escaños, por lo que la coalición gubernamental debe sumar al menos 61 para lograr la aprobación en sesión del nombramiento del primer ministro, así como las futuras políticas del Ejecutivo.
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La situación es similar a la vivida tras las elecciones de abril, cuando Netanyahu no fue capaz de alcanzar un acuerdo debido a sus diferencias con Lieberman y decidió convocar elecciones anticipadas, en lugar de devolver el mandato a Rivlin para que diera la oportunidad de formar Gobierno a Gantz.
Hasta la fecha ningún partido ha logrado una mayoría absoluta, lo que hace de la etapa postelectoral un elemento clave del proceso. Asimismo, ha provocado en ocasiones la formación de ejecutivos inestables dependientes de la firmeza de estas alianzas entre partidos.