El gobierno de Donald Trump acudió a la Corte Suprema de Estados Unidos para pedir que una restricción a migrantes solicitantes de asilo se aplique también en los estados California y Arizona, donde fue suspendida por un juez federal.
Noel Francisco, el representante legal del gobierno ante la Corte Suprema, argumentó en una carta enviada el lunes al tribunal que esta suspensión “interfiere de forma indebida con la autoridad del poder ejecutivo para establecer una política migratoria”.
El 15 de julio, el gobierno de Estados Unidos publicó una normativa que prohíbe que los migrantes que pasen por México u otro país antes de llegar a Estados Unidos puedan solicitar asilo, a menos que les hayan negado tal recurso en dicho país.
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Días después, el juez federal Jon Tigar, basado en San Francisco, ordenó al gobierno suspender la entrada en vigor del reglamento que hacía que la mayoría de los migrantes que llegan a través de México fueran inelegibles para solicitar refugio.
La Novena Corte de Circuito de Apelaciones determinó la semana pasada que esta suspensión solo podía aplicar en su jurisdicción, que abarca California y Arizona. Sin embargo, la mayoría de los migrantes ingresan a Estados Unidos por Nuevo México y Texas.
En este sentido, el abogado del gobierno acusó que “Estados Unidos ha experimentado un alza sin precedentes en el número de extranjeros que entran de forma ilegal en la frontera sur y que si son aprehendidos, piden asilo y permanecen en el país mientras se resuelven sus demandas”.
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En julio, 82,000 migrantes fueron detenidos en la frontera sur de Estados Unidos, una cifra que refleja una caída de un 21% con respecto al mes anterior, tras un acuerdo con el gobierno de México para frenar el flujo.
Pese a este descenso, la cifra de julio sigue siendo más del doble que la del mismo mes de 2018, y fue registrada durante el verano boreal, cuando la cantidad de migrantes normalmente disminuye.
La mayoría son familias de Guatemala, Honduras y El Salvador, que huyen de la violencia y la pobreza en el Triángulo Norte de América Central.
El lunes el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, expresó a Estados Unidos su “alarma” de que los acuerdos firmados por Trump con México y Guatemala para frenar la migración irregular generen un flujo de personas adicional en su territorio que su país no pueda gestionar.
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Con información de AFP