Las autoridades federales de Estados Unidos utilizan las bases de datos de vehículos en una enorme “mina de oro” de vigilancia para reforzar sus bases de datos sin autorización de los estadounidenses, de acuerdo con documentos obtenidos por el diario The Washington Post.
La investigación detalla que en el país las autoridades tienen acceso a las huellas dactilares, el ADN y otros datos de personas que son sospechosas de haber cometido un delito, pero la Solicitud de registro de conductor (DMV por sus siglas en inglés) contiene la información y fotografía de la mayoría de los residentes de un estado que nunca han sido acusadas.
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Este escaneo se realiza sin la autorización ni consentimiento del Congreso, sin embargo, “desde 2011, el FBI ha registrado más de 390,000 búsquedas de reconocimiento facial en bases de datos federales y locales”, cita el Post, mientras que el Utah los registros ascienden a “más de mil búsquedas de reconocimiento facial entre 2015 y 2017”.
Además subraya que ICE ha utilizado para identificar a migrantes indocumentados que pueden obtener licencias en más de diez estados del país.
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Jacinta González, organizadora principal del grupo de defensa Mijente, declaró al diario que las personas “no tienen una manera de controlar qué información tiene el gobierno de ellos” y se dijo preocupada por cómo ICE podría usar los escaneos para rastrear a migrantes.
The Washington Post cuestionó al FBI sobre estas prácticas, pero la agencia se refirió al testimonio del congresista de la subdirectora asistente, Kimberly J. Del Greco, quien dijo que la tecnología de reconocimiento facial era fundamental “para preservar las libertades de nuestra nación, garantizar que nuestras libertades están protegidas y preservar nuestra seguridad”. Por su parte, ICE dijo que sus “técnicas de investigación generalmente se consideran sensibles a la ley”.
