Las vacas que han sido modificadas genéticamente para que tengan menos eructos y flatulencias podrían tener un impacto importante en el cambio climático, potencialmente ayudando a disminuir el calentamiento global mediante reducir las emisiones de metano a la mitad, según han dicho los científicos.
El metano es un gas de invernadero que es mucho más potente que el dióxido de carbono. Es liberado cuando la materia biológica se descompone, como lo hace durante el proceso digestivo de una vaca. Mientras que quemar combustibles fósiles es por mucho el principal contribuidor al cambio climático antropogénico, el metano de la industria agrícola también tiene un papel importante, principalmente por el ganado que libera el gas.
Anteriormente, los científicos han propuesto maneras diferentes de reducir las emisiones de metano del ganado, como introducir cambios dietarios. Sin embargo, esto es poco probable que marque una gran diferencia en términos del cambio climático.
Lee: Detectan metano en Marte: Qué significa y por qué es tan emocionante
En un estudio publicado en Science Advances, un equipo de investigadores ha identificado un grupo de microbios intestinales heredados genéticamente que regulan cuánto metano produce una vaca. Tras hallar estos microbios, los científicos podrían hallar una manera de manipularlos para que la vaca produzca mucho menos metano.
“La mayoría de los gases son producidos por la parte delantera de la vaca; por lo menos 90 por ciento del metano es eructado”, dio a Newsweek el autor del estudio, John Wallace. “Si la producción de metano es inhibida, usualmente habría menos gas emitido”.
El equipo examinó más de 1,000 vacas lecheras del reino Unido, Finlandia, Italia y Suecia. Observaron las variaciones entre los genes antes de identificar un microbioma central que estaba presente en la mitad de los animales. Se usó un algoritmo de computadora para predecir las emisiones de metano con base en la composición del microbio.
Te puede interesar: Un glaciar conectado con un volcán deja una “nube” de metano sobre Islandia, según científicos
Los investigadores creen que, con base en sus hallazgos, se podría criar vacas selectivamente para producir menos emisiones de metano, mediante hallar las vacas que producen la cantidad menor de metano y criarlas, mientras se deja fuera a las grandes emisoras. Al deshacerse del gran emisor, el metano podría reducirse en 50 por ciento, dijo Wallace a New Scientist.
“No sabemos de algún inconveniente en reducir las emisiones de metano de esta manera”, comentó Wallace. “Sin embargo, tampoco hay una ventaja, excepto para el medio ambiente”. En el estudio, los científicos también observaron si reducir las emisiones ayudaría a aumentar la producción de leche, pero no lo hizo. “Esto es importante, porque la mejora en la eficiencia alimentaria habría sido un excelente punto de venta para el granjero y criador”, continuó Wallace. “Nuestra estrategia alterna sería usar nuestros datos para criar en busca de una mejora en la eficiencia alimentaria para producir leche usando el microbioma como un rasgo de selección. Ello también reduciría las emisiones de metano”.
Él dijo que el siguiente paso será descifrar exactamente qué genes bovinos están involucrados en el proceso y qué hacen.
—
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek