Cuando era pequeña, Beatriz Cancino, vecina del municipio de Tlalpan, en la Ciudad de México debía ir al río más cercano con sus dos hermanos para obtener el agua que no llegaba a casa. Cada uno llevaba varias cubetas para lograr juntar el agua, pero nunca era suficiente. No se bañaban en toda la semana para tener más agua y debían esperar hasta el sábado para lavar y bañarse en el río. Hoy, 20 años atrás, apenas tienen agua de la llave uno o dos días a la semana.
Al igual que ella, millones de mexicanos sufren por el agua. Unos por falta, otros por inundaciones. Los antiguos Aztecas lograron construir una ciudad en un lago y lograr una simbiosis con el agua, pero nosotros no hemos aprendido a convivir con ella.
Si nuestro país no pone en práctica medidas ambientales y políticas públicas para mejorar el acceso al agua, en 50 años se podría vislumbrar el llamado Día Cero, en el que el país se quede sin una gota de agua potable.
Actualmente, de acuerdo con la UNAM, aproximadamente el 10 % de la población en México carece de acceso al agua potable, esto quiere decir que casi 15 millones de mexicanos que viven en zonas marginadas o rurales no cuentan con ella.
La falta de agua potable no es el único problema al respecto, también lo es la contaminación del agua debido a: el vertido de desechos industriales sin tratamiento; el vertido de desechos municipales (aguas residuales) sin tratar; el aumento en la temperatura del agua que ocasiona la disminución de oxígeno en su composición; la deforestación y erosión del suelo; y el uso de pesticidas y fertilizantes.
El problema del agua no es solo de nuestro país, en América Latina, de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo, 34 millones de personas carecen de acceso al agua potable y 106 millones no cuentan con saneamiento básico.
Uno de los países que tienen problemas con el saneamiento del agua es Uruguay. De 2005 a 2010, por ejemplo, comenzó el debate por la instalación de una planta de celulosa en Fray Bentos, la cual recibió gran oposición de ambientalistas, principalmente de Argentina (porque se construyó en el río Uruguay, el cual es compartido por ambos países).
Ante la instalación de esta planta de celulosa por la finlandesa UPM, el gobierno de Argentina le solicitó al uruguayo que realizara un monitoreo sobre el impacto ambiental con lo cual se logró su aprobación (el monitoreo arrojó que la normativa ambiental se cumple para ambos países).
En 2017, se propuso la instalación de una segunda planta ahora en el río Negro. El gobierno de Uruguay destacaba los beneficios que traería el proyecto, sin embargo, no existía el seguimiento necesario para dar a conocer todo el impacto que este proyecto traería al medioambiente.
Aunado a esto, se sumaron casos de turbiedad del agua potable, playas clausuradas debido a contaminación, animales muertos por beber agua de diversos ríos. Por lo que desde el periódico La Diaria decidieron adentrarse y darle seguimiento al tema.
La Diaria nació en 2006 como un medio gestionado por sus trabajadores y su principal fuente de ingresos son las suscripciones. El medio, al ver el debate alrededor de la planta de celulosa y los problemas ambientales que se generarían, decidieron abordar el tema del agua desde una perspectiva periodística innovadora.
Para echar a andar el proyecto, La Diaria contó con el apoyo de la Alianza Latinoamericana para la Tecnología Cívica, ALTEC, conformada por Luminate, Fundación Avina y Avina Américas, la cual promueve el desarrollo de iniciativas de tecnología cívica que ayuden a potenciar el ejercicio de la ciudadanía en pos de cambios positivos en prácticas de efectos colectivos.
Fue así que surgió el proyecto Río Abierto, con el cual, los integrantes de La Diaria se propusieron democratizar el acceso a la información sobre la calidad y gestión del agua de la cuenca del río Santa Lucía y del Río de la Plata; generar herramientas de procesamiento y visualización de la información; y promover acciones de sensibilización y participación ciudadana para el cuidado de un recurso clave para la vida.
Democratizar la información, señala Natalia Uval, coordinadora periodística de Río Abierto, “no es acceso a la información, sino, es hacer que la información sea entendible; lograr que las personas obtengan competencias que les ayuden a que ellas puedan procesar datos y convertirlos en conocimiento”.
Taller Santa Lucía
El equipo de Río Abierto está integrado por Lucía Pardo, coordinadora general; Ana Tuduri, coordinadora de análisis de datos; Natalia Uval, coordinadora periodística; Luis Aubriot y Guillermo Chalar, Facultad de Ciencias, Universidad de la República; Leo Lagos, editor de Ciencia; y Amanda Muñoz, editora de Salud.
En Río Abierto se decidió retomar el Plan de acción para la protección del agua en la cuenca del Santa Lucía, presentado por el gobierno de Uruguay en 2015, y el cual buscaba, mediante una serie de medidas, contener y revertir el proceso de contaminación del agua de Santa Lucía, fuente de agua potable para casi la mitad de la población del país.
Aunque hubo avances en materia de políticas públicas debido al Plan, aún subsistían deficiencias relacionadas con el acceso y la circulación de información. Aunque el gobierno y sus dependencias tenían los datos, las políticas de acceso y divulgación de la información no eran claras ni uniformes, y la información estaba dispersa y se presentaba en términos técnicos que no eran comprensibles por la población en general.
Ante este escenario, Río Abierto decidió realizar el primer taller-debate sobre la gestión del agua en Santa Lucía. En entrevista con Newsweek México, Lucía Pardo, periodista de La Diaria, explica que hicieron una invitación a través de la página del diario para suscriptores y suscriptoras que estuvieran interesados en charlar sobre cuáles eran los desafíos que se presentaban y cuál debería ser el abordaje periodístico al respecto.
“Fue en ese primer intento, que empiezan a confluir distintas personas con perfiles muy interesantes. Y esto reafirma algo que ya sabíamos, que el conocimiento estaba en la comunidad que sostiene el medio”, menciona Lucía.
En esta reunión que sostuvieron, lograron una gran afluencia de suscriptores y se identificó que existía una falta de información sobre el tema del agua en Santa Lucía, el cual es un tema controversial que ya estaba en la agenda de la sociedad civil y activistas del país, pero que por falta de datos no existía un periodismo de profundidad al respecto.
Con este primer paso, se obtuvieron varias alianzas con distintas personas (académicos, científicos, consultores, abogados) y con la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República con los que ya habían trabajado con anterioridad.
Agenda ambiental desde y para la sociedad
Uno de los pilares de Río Abierto sin duda ha sido la participación de la gente. Desde esta perspectiva, para definir los temas que iban a abordar, se reunieron miembros de la sociedad civil, activistas, miembros del gobierno, académicos, científicos. Los temas globales que se definieron fueron: Información y gestión del agua: economía y ambiente; educación y ambiente: género y agua; pesca y playas; ley de riego; y cuencas y acuíferos.
Con la agenda definida, los vínculos creados, comenzó la producción periodística del proyecto la cual gracias a las herramientas provistas por quienes integran ALTEC lograron capitalizar diversos productos multimedia, entre el que destaca un mapa que permite visualizar los permisos de uso de agua para privados en los últimos años en Uruguay, el cual esperan pronto replicar para todo Latinoamérica.
“Tenemos un desafío interesante en desarrollar nuevas narrativas y otras herramientas para llegar inclusive a otros públicos más jóvenes que los que nos siguen actualmente. Estamos trabajando en una campaña que se llama Mirarse al agua que intentará preguntar a la sociedad ¿Qué estás haciendo desde tu lugar para generar conciencia con el uso del agua? Bajo esa pregunta, vamos a pedir a nuestros suscriptores compartan sus prácticas con un video donde nos cuenten lo que hacen: Pequeños actos que en la vida cotidiana ayudan”, explica Lucía.
Acceso de la información: un reto para Río Abierto
El principal problema al que se enfrentaron en La Diaria con este proyecto fue que, aunque existe una Ley de acceso de información pública, la información sobre la problemática del agua no está disponible o se encuentra atomizada y es muy difícil trabajar con ella para sacar conclusiones, tanto para la academia, como para quienes hacen periodismo.
Sin embargo, los integrantes del proyecto Río Abierto no se iban a detener por lo que realizaron 28 solicitudes de acceso a la información pública sobre la gestión del agua en Uruguay, de las cuales solo 22 tuvieron respuesta (aunque algunas fueron incompletas).
Con ellas realizaron todo un análisis de la calidad de la información que se puede obtener de las dependencias y lo que encontraron fue que: hay problemas en la digitalización de la información; los datos disponible están dispersos, están desactualizados o no son comprensibles para el ciudadano, y hay poca disposición por parte de las dependencias para entregar la información porque no saben qué puedes comunicar con ellos.
Como parte del proyecto de democratizar la información y gracias a las herramientas digitales que obtuvieron con el apoyo de ALTEC, en junio de este año lanzaron su portal web de datos abiertos, donde han puesto toda la información, bases de datos e infografías vinculadas a la gestión del agua en Uruguay que han logrado reunir de cada organismo vinculados a la cuenca del río Santa Lucía.
Periodismo colaborativo
Para Natalia y Lucía, el periodismo colaborativo no es el futuro, sino el presente. “Lo acepten o no los medios tradicionales, hay un montón de actores que pueden brindar información y se me hace indispensable incorporarlos. En particular con La Diaria fue involucrar a distintos actores en el desarrollo de la información y aprovechar sus potencialidades para generar información porque los periodistas a veces no sabemos cómo realizar algunos productos (infografías, videos, bases de datos, etcétera) por lo que la vinculación es importante. Lo que debemos hacer los periodistas es aprovechar las facilidades que nos da la tecnología y tener un mayor contacto con gente de distintos ámbitos para generar mejor información.”