La agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) informó que los agentes de la Patrulla Fronteriza observaron un “incremento drástico” en el cantidad de migrantes africanos detenidos en la frontera con México durante la semana pasada.
El miércoles 5 de junio, la dependencia confirmó que, a lo largo de seis días contados a partir del 30 de mayo, la Patrulla Fronteriza detuvo a más de 500 individuos originarios de países africanos y eso, nada más en el Sector del Río, Texas.
CBP agregó que, el mismo día de su declaración, las autoridades arrestaron a un grupo de 34 personas y que, con anterioridad, habían aprehendido grupos más numerosos que intentaban cruzar el río Bravo, incluido uno de más de 100 africanos.
La dependencia precisó que la mayor parte de los grupos estaba integrada por unidades familiares procedentes de la República del Congo, la República Democrática del Congo (RDC) y Angola.
Además de haber sido escenario de una de las guerras civiles más sangrientas del mundo, RDC está pasando por uno de los brotes de ébola más violentos de la historia, con más de 2,000 casos notificados en los últimos 10 meses.
Entre tanto, la vecina Angola sigue tratando de sobreponerse al impacto de la guerra civil que estalló después de su independencia, un conflicto que se prolongó 27 años y que devastó gran parte del país, dejando un saldo de cientos de miles de muertos.
A pesar de que no se ha identificado la ruta que siguen los migrantes procedentes de naciones africanas, entrevistas recientes de National Public Radio (NPR) han revelado que algunos de ellos emprendieron el viaje de varios meses desde sus países de origen hasta Brasil, de donde continuaron hacia el norte para alcanzar la frontera de México con Estados Unidos.
Hace meses que CBP intenta hacer frente a la creciente cifra de migrantes y solicitantes de asilo que se presentan en la frontera estadounidense, donde las autoridades han determinado que la gran mayoría de los solicitantes de asilo es originaria de países centroamericanos, incluidos Guatemala, Honduras y El Salvador.
Durante el mes de mayo, la frontera de México y Estados Unidos registró un récord de 144,278 migrantes, entre ellos más de 100,000 familias y niños.
Solo en lo que va del año, los agentes de la Patrulla Fronteriza en el Sector Fronterizo del Río han aprehendido a más de 33,000 individuos, lo que equivale a más del doble del total de arrestos realizados durante el año fiscal de 2018, según datos de CBP.
En una declaración, el agente Raúl L. Ortiz, jefe de la Patrulla Fronteriza en el Sector del Río, señaló que la “introducción de esta nueva población crea cargas adicionales para las estaciones de procesamiento, sobre todo a causa del idioma y las diferencias culturales”, debido a que el francés es el idioma oficial de RDC y la República del Congo, mientras que el portugués es el idioma oficial de Angola.
A pesar de los numerosos obstáculos que enfrentan, Ortiz enfatizó que sus agentes “seguirán respondiendo a cada nuevo desafío a medida que evolucione la crisis humanitaria actual”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek