Con 90 años de historia en materia de electrónica y telecomunicaciones, Motorola Solutions no deja de innovar. Con la mira puesta en las aportaciones que sus productos pueden dar para mejorar la seguridad de las personas, esta compañía, con presencia en más de cien países, ofrece una amplia gama de alternativas a instituciones públicas y privadas para aliarse con la tecnología y combatir el crimen.
En entrevista, Vicente Roqueñí, director de Asuntos con Gobierno, Espectro y Regulación para el norte de Latinoamérica y el Caribe de Motorola Solutions, detalla cómo la inteligencia artificial puede cambiar el paradigma de la seguridad.
—Con la Guardia Nacional, ¿cuáles son los requisitos que tendrá esta nueva corporación en materia de comunicación una vez que comience a operar?
—Puede ser un factor decisivo en recuperar la seguridad en México y en temas de comunicaciones vemos un gran avance porque las fuerzas armadas cuentan con redes de estándares internacionales P25 que les permiten generar interoperabilidad. La tecnología de Radiocomunicación P25 es un estándar internacional que permite tener consultas a bases de datos, mensajes de texto, GPS integrado y, lo más importante, que se puede generar una red nacional que permita tener la mejor cobertura con menor infraestructura como lo tienen las policías y los ejércitos de los países más avanzados del mundo.
—¿Cuál es el papel que Motorola podría jugar en este nuevo contexto?
—En Motorola Solutions a escala global tenemos la mayor participación del mercado en esta tecnología y somos los proveedores de instituciones importantes de policías de otros lugares como Estados Unidos, Europa, Asia y, por supuesto, tenemos la confianza de las instituciones en México.
—Con la Guardia Nacional, ¿qué tendrían que hacer los gobiernos estatales en esta materia?
—Los estados, en algunos casos, han tenido comunicaciones muy antiguas, que no han permitido evolucionar sus capacidades policiales. Se requiere mejor tecnología de radiocomunicación para que puedan no solo hablar, sino tener otras funcionalidades y generar interoperabilidad con otras fuerzas de seguridad en los ámbitos municipal o federal. Hoy en día cuatro de las más grandes policías del país utilizan tecnologías estándar, dos de ellas P25 y dos de ellas Tetra, pero la gran mayoría de las policías en el país están en un atraso tecnológico. Esto abre una ventana para desarrollar un sistema basado en estándares internacionales y con interoperabilidad hacia la banda ancha.
—¿Cuál es el papel de la banda ancha?
—Las comunicaciones de banda ancha complementan Los sistemas de radiocomunicación añadiendo aplicaciones y la posibilidad de procesar grandes volúmenes de información y transformarlos en inteligencia. La posibilidad de que los policías tengan teléfonos inteligentes que puedan hacer push to talk y pulsar un botón y hablar directamente hacia un radio o tener aplicaciones para consultar video en tiempo real o mandar fotografías, y todo en un ambiente seguro y encriptado. Así, un policía podría ser llamado a una emergencia y, desde su dispositivo, puede ver las cámaras de videovigilancia antes de llegar. Eso le permitiría prepararse mejor, pedir ayuda o tener mayor claridad de lo que tiene que hacer al momento de llegar, y eso solo lo va a poder hacer a través de la banda ancha. Es importante tomar en cuenta que los sistemas de radiocomunicación seguirán siendo indispensables para las operaciones de seguridad pública al ser redes de misión crítica.
—¿La inteligencia artificial ya se está usando en estos temas de seguridad publica? ¿Cómo se está utilizando?
—Recientemente, Motorola Solutions adquirió Avigilon, una empresa de videovigilancia que tiene una fortaleza muy importante, que son los analíticos dentro de las cámaras que ya integran inteligencia artificial, de tal forma que una cámara puede aprender de manera automática lo que es normal en una escena, y en el momento en que sucede cualquier anomalía automáticamente manda una alerta. También puede analizar, por el aspecto, a una persona y, en automático, busca en todas las cámaras a la misma persona en todos los momentos que pasó por las distintas cámaras del sistema. Uno de los principales problemas que se tiene con los sistemas de videovigilancia es que, al instalar muchas cámaras, se requiere mucha capacidad para poderlas monitorear y se convierten en un sistema de análisis forense de la información. La ciudadanía tiene una expectativa de que, cuando se instalan cámaras de videovigilancia, la policía pueda reaccionar de manera inmediata frente a una emergencia. Y desafortunadamente eso no se puede lograr si no es añadiendo este componente de inteligencia artificial. De esa forma las policías van a poder reaccionar más pronto frente a una emergencia.
—¿Cuáles son las innovaciones que Motorola va a llevar a Expo Seguridad?
—Vamos a hacer una demostración de cómo un ecosistema de soluciones de Motorola puede integrar un centro de comando y control. Vamos a presentar algunos dispositivos nuevos, por ejemplo, cámaras al cuerpo y cámaras con inteligencia artificial, nuestros radios P25 y también soluciones de comunicación de banda ancha a través de nuestra terminal inteligente tipo smartphone que se llama LEX 11, un smartphone de uso rudo especialmente diseñado para seguridad pública resistente al polvo, el agua, y los golpes.
—Además de la seguridad publica, en el campo de la seguridad privada, para empresas, para ciudadanos, ¿qué hay de parte de ustedes?
—Otros equipos con tecnología de radio DMR, que son nuestros radios Mototurbo y son muy robustos, diseñados para soluciones de seguridad privada, de hotelería, de minería, radios que no necesariamente requieren un nivel de encriptación tan alto, pero sí de cierta robustez y que pueden transmitir vía wifi, bluetooth, y que tienen la posibilidad de integrarle aplicaciones.
—¿Cómo pueden colaborar ciudadanos y policías? ¿Hay historias de éxito?
—Ya en otros países, por ejemplo Estados Unidos, en Detroit específicamente, la policía detectó que en las gasolineras y en las tiendas de conveniencia había un alto índice de delincuencia y lo que se hizo fue que instalaron un sistema de Motorola en el centro de comando y control, y establecieron un programa en el que las tiendas o gasolineras podían conectar sus cámaras al centro de comando. Los resultados que tuvo la policía fueron fenomenales: se redujo el crimen alrededor del 50 por ciento. Nosotros ya tenemos la oportunidad de que, a través de nuestras distintas soluciones, los privados también puedan darle acceso al centro de comando y, de esa manera, generar este ambiente de colaboración entre la policía y la ciudadanía para combatir el crimen.
—¿La tecnología ayuda sentirnos más seguros?
—Sin duda, la tecnología hoy es una herramienta indispensable para la policía y los ciudadanos para sentirnos más seguros y poder hacer mejor el trabajo que a cada uno nos toca. Las policías necesitan cada vez más herramientas tecnológicas, procesar toda la información que se tiene y poder transformarla en inteligencia para combatir con mayor precisión el delito. Tenemos herramientas de análisis predictivo de la delincuencia de forma tal que la policía pueda hacer un patrullaje dirigido, y eso ayudaría mucho a reducir la delincuencia.
—¿Qué tanto ha permeado en gobiernos y en privado adoptar la tecnología?
—La tecnología siempre avanza mucho más rápido que su adopción, porque hay cierta resistencia al cambio, pero también porque hay un proceso de adaptabilidad no solamente en el ámbito regulatorio, sino también en el de procedimientos internos de las instituciones. Además, un aspecto fundamental es la disponibilidad de recursos en las instituciones; a veces el adoptar todas las soluciones de tecnología es difícil dado esta limitante, pero sin duda hoy en día existen esquemas de financiamiento, de asociación público-privada, recursos de cooperación internacional que permitirían a muchos Estados o gobiernos ir adoptando estas nuevas herramientas tecnológicas.
—¿Por qué invertir en un sistema de seguridad de este tipo?
—Un policía necesita tres herramientas básicas para hacer su trabajo, la primera es su placa, luego su pistola y una herramienta fundamental: el radio. Un policía que sale a trabajar sin radio, sale a trabajar de manera vulnerable, sale a exponer su vida sin la posibilidad de pedir apoyo para hacer su trabajo. Una inversión en comunicaciones, en radiocomunicaciones o en comunicación de banda ancha es dinero que va directamente dirigido hacia el resultado de recuperar la seguridad. Vemos muy positiva la apertura hacia tecnología de estándar internacional y, sobre todo, a combatir los monopolios y hacia la libre competencia. Ojalá que muchos Estados más puedan acceder a tecnologías de estándar internacional como P25 y, de esta forma, tener los beneficios de las mejores comunicaciones para recuperar la seguridad.