En México, ser mujer nunca ha sido fácil. Ya sea en la calle, la escuela, el trabajo o el entorno familiar, gran parte de ellas ha sido víctima de actos de violencia que pueden ir desde un fuerte apretón, hasta golpes o agresiones económicas y patrimoniales.
Según el Atlas de Género[i], en Coahuila, 58.6% de las mujeres han sido víctimas de algún tipo de violencia, cifra que es 15 puntos porcentuales mayor a la de la entidad que registra el menor porcentaje del país, que es Chiapas, con 43.53 por ciento.
En realidad, solo el estado de Chiapas tiene un porcentaje menor al 50%, mientras que el estado con más agresiones en contra de mujeres es el Estado de México, donde el 73.5% de ellas ha declarado ser víctima de algún acto de violencia, seguido por la Ciudad de México, donde el 72% de las mujeres han sido agredidas.
Para Victoria Padua, representante de Mujeres Salvando Mujeres, AC, asociación civil dedicada a la atención psicológica de mujeres y el tratamiento de cáncer de seno, la violencia de género es producto de la desigualdad entre hombres y mujeres, una desigualdad de género «en donde siempre se le ha dado la supremacía a la parte masculina y la discriminación a la parte femenina».
«Las mujeres se sienten menos y merecedoras, inconsciente o inconscientemente, de esta violencia, por lo que ellas mismas, aun sin querer, la perpetúan y no saben limitarla», apunta Padua, «generalmente las mujeres que reciben violencia por parte de sus parejas han vivido a su vez violencia en sus hogares».
Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2016 (ENDIREH-2016), del millón 53 mil 932 mujeres coahuilenses mayores de 15 años que han tenido o tienen pareja, el 50.5% ha sufrido algún tipo de violencia cuando su cónyuge se enoja.
De estas, 29.2% ha discutido, le han gritado, ha sido ofendida, insultada o les han aventado objetos, e incluso han sido amenazadas con golpearlas, mientras que al 9.8% las han empujado, jaloneado y la han agredido físicamente.
Fuente: Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2016
«Estamos plagados de violencia de género», reprocha Victoria Padua, «en Coahuila, la violencia en general, la violencia intrafamiliar y la violencia de género son fenómenos que existen en forma muy arraigada».
La ENDIREH revela también que el 47.9% de las mujeres coahuilenses que tienen o tuvieron pareja declararon que su pareja reaccionaba de manera violenta ante algún conflicto, mientras que el 70.9% de las mujeres separadas, viudas o divorciadas fueron agredidas por su expareja en una pelea doméstica. Además, muchas jóvenes coahuilenses sufren violencia en el noviazgo, ya que el 44.1% de ellas fue agredida en conflictos con su pareja.
En pro de sus derechos
Con el objetivo de atender y proteger a las mujeres del estado, se ha creado el Instituto Coahuilense de las Mujeres, el cual realiza acciones y programas para lograr que más mujeres participen en una sociedad con desarrollo social y económico en paridad de condiciones, logrando el empoderamiento de las mujeres al generar oportunidades con el impulso de políticas públicas sensibles a los asuntos de género.
Este instituto pretende, fundamentalmente, desnaturalizar la violencia de género, en específico, hacia las mujeres, con la finalidad de que disminuyan las diferentes modalidades de violencia existentes, esto mediante atención gratuita en los diferentes municipios del estado, por lo que se realizan diversas actividades en cada municipio del estado, además de crear diversos módulos de atención y contenido en redes sociales para prevenir y detectar casos de violencia de género.
No obstante, el instituto no es la única entidad trabajando en pro de los derechos de las mujeres, también existen varias organizaciones civiles que laboran para la creación de mejores entornos para el sexo femenino.
Además, la Organización de las Naciones Unidas para las Mujeres (ONUMujeres) señala que una de sus labores ha sido la creación de un marco normativo en la mayoría de los países para la protección y el respeto a los Derechos Humanos de las mujeres.
Sin embargo, la falta de armonización de estas normas a nivel municipal, estatal y federal; el menoscabo en la aplicación de estas ante actos de violencia, y una nula educación cívica para la convivencia social provocan que las estadísticas no presenten una disminución significativa en los números de víctimas a causa de la violencia de género.
#VivasNosQueremos
Ante el clima de inseguridad que reina en el país, las acciones para prevenir la violencia de género por parte del gobierno se han visto rebasadas. «Coahuila es uno de los estados en donde hay muchos programas para el conocimiento y la detección de la violencia de género, pero no ha sido suficiente», señala la representante de Mujeres Salvando Mujeres, AC.
#VivasNosQueremos
De no disminuirse, los casos de agresiones a mujeres pueden llegar a ser graves y convertirse en la expresión máxima de la violencia contra las mujeres: los feminicidios.
El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública registró durante 2018 un total de ocho asesinatos de mujeres tipificados como feminicidios en Coahuila, y los meses de octubre y noviembre fueron los más sangrientos. En estos feminicidios, una mujer fue asesinada por arma de fuego y cuatro con un arma blanca.
De 2015 a 2017, en Coahuila se registraron 34 casos de feminicidios en la entidad: en 2015 fueron denunciados un total de 15 crímenes con características de feminicidios, en 2016 fueron 11 casos y para 2017 se registraron ocho casos.
Como parte de la lucha contra la violencia de género y los feminicidios, en México se ha adoptado la denominada Alerta de Género, la cual es definida por el gobierno federal como “un mecanismo de protección de los derechos humanos de las mujeres único en el mundo”.
«Sí es muy necesaria la declaración de Alerta de Género», puntualiza Padua, «en este momento están ocurriendo muchos feminicidios y hay violencia extrema, por lo que las mujeres necesitan protección».
Este mecanismo ha sido aplicado en estados como Jalisco o el Estado de México, donde las agresiones en contra de las mujeres y los feminicidios han llegado a niveles alarmantes; sin embargo, tanto la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), como instituciones pro derechos humanos de los estados mencionados han hablado de la poca efectividad por parte de los elementos de seguridad y las autoridades competentes al momento de su aplicación.
Finalmente, tanto las instituciones estatales como las organizaciones civiles recomiendan a las víctimas de violencia pedir ayuda, pues en muchos casos su podría mejorar con base en acciones que ella misma realice, las cuales pueden ser incluso la diferencia entre la vida y la muerte.
«Muchas mujeres que viven violencia no lo dicen por vergüenza, dudas, ignorancia, pena o porque incluso están amenazadas. Deben acudir a una institución para ser ayudadas y escuchadas; es importante que hablen sobre lo que les pasa y que sepan que no lo merecen. Muchas mujeres justifican esta violencia porque esta desigualdad de género nos lo ha hecho creer así».
[i] Creado en coordinación con ONUMujeres, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI),