El gobierno de México informó que enviará a un funcionario a la toma de posesión de Nicolás Maduro en Venezuela el 10 de enero, al tiempo que el presidente Andrés Manuel López Obrador defendió el no sumarse a una declaración del Grupo de Lima.
A través de una carta enviada el 4 de enero a la cancillería venezolana, la Secretaría de Relaciones Exteriores confirmó que Juan Manuel Nungaray, encargado de negocios de la embajada de México en Venezuela, asistirá a la ceremonia en representación del gobierno.
Al respecto de la declaración del Grupo de Lima contra un nuevo mandato de Maduro, López Obrador dijo que su administración no tomará medidas contra un gobierno extranjero: “Lo que no podemos es condenar a un gobierno extranjero porque es violar el principio de no intervención”.
“Debe entenderse que no es un asunto de simpatías, es un asunto que tiene que ver con nuestra política exterior, con nuestros principios de política exterior”, agregó durante su conferencia matutina.
López Obrador dijo que esta política de no intervención y autodeterminación sucedió también durante las elecciones de Estados Unidos del 2016.
“Recientemente hay diferencias en Estados Unidos, hay confrontación política, que es lo más normal en las democracias y no opinamos de eso porque no nos corresponde”, dijo.
Añadió que el gobierno no puede inmiscuirse “en la vida interna de otro país porque nosotros no queremos que nadie, ningún gobierno extranjero intervenga en los asuntos que sólo corresponden a los mexicanos”.
La semana pasada, los cancilleres del Grupo de Lima, a excepción de México, anunciaron que no reconocerán al gobierno de Venezuela si el presidente Nicolás Maduro asume un nuevo período el 10 de enero, por considerar que se trata de un mandato producto de elecciones ilegítimas.
“Esta declaración tiene un mensaje político contundente: el principal mensaje es sin duda el no reconocimiento de la legitimidad del nuevo periodo del régimen venezolano”, dijo el canciller peruano, Néstor Popolizio, al leer los aspecto de la declaración del Grupo, que se reunió con la participación inédita de Estados Unidos para definir acciones contra el gobierno de Maduro.
La reunión fue el debut del gobierno de López Obrador en el Grupo de Lima y su decisión de no firmar el documento marcó una diferencia con la administración de Enrique Peña Nieto (2012-2018), que tenía un papel más activo sobre la situación de Venezuela.
López Obrador dijo que su administración va a “ser respetuosa de todos los gobiernos y de todos los pueblos del mundo”.
El sábado, el presidente se refirió también al tema al mencionar que México no se inmiscuirá en asuntos internos de otros países “porque no queremos que otros gobiernos, otros países se entrometan en los asuntos que solo corresponden a los mexicanos”.
Los 13 países que firmaron el documento señalaron que no reconocerán al gobierno de Venezuela si Maduro asume un nuevo periodo el próximo jueves, por considerar que se trata de ese mandato surgió de elecciones ilegítimas.
El Grupo de Lima, creado en 2017 -año de protestas contra Maduro que dejaron unos 125 muertos en Venezuela-, está integrado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Guyana y Santa Lucía.