El futuro apareció por el Este: la isla de Navidad, en Kiribati fue el primer lugar del mundo en recibir el año nuevo, con celebraciones discretas luego de pasar un 2018 de lucha contra el cambio climático, que amenaza su territorio por la elevación de los mares.
Luego las islas Samoa, Fiyi y Nueva Zelanda dieron vuelta a la página del 2018 y recibieron el Año Nuevo.
En Auckland, Nueva Zelanda, las doce campanadas de medianoche, anunciadas por una cuenta regresiva luminosa proyectada en la famosa Sky Tower, estuvieron marcadas por los fuegos artificiales lanzados desde la parte alta de esta torre de televisión.
Luego fue el turno de la ciudad más grande de Australia, donde el nuevo año se anunció con el espectáculo más grande de fuegos artificiales que se haya celebrado hasta ahora en la emblemática bahía de Sídney.
Una cantidad récord de artefactos pirotécnicos, con colores y efectos inéditos, iluminaron durante 12 minutos el cielo.
En Hong Kong 300.000 personas acudieron a orillas del Victoria Harbour para contemplar 10 minutos de fuegos artificiales lanzados desde cinco embarcaciones.
Moscú, capital rusa, acogerá conciertos y espectáculos de luz, y más de 1.000 pistas de hielo estarán abiertas para festejar el nuevo año.
En Francia, las celebraciones tendrán lugar bajo fuertes medidas de seguridad, con un perímetro en torno a los Campos Elíseos, puntos de registro y controles en los transportes públicos. Junto a curiosos y turistas estarán los “chalecos amarillos”, que prometieron “un evento festivo y no violento”.
Londres celebrará con fuegos artificiales lanzados sobre el London Eye, que estarán acompañados por música de artistas de Europa continental.
Con información de AFP, NBC News y BBC Mundo.