Transitar de la poesía a los escenarios de música electro-dark, de los videoclips de La bande-son imaginaire al guionismo, dirección y edición de un film, forma parte del trabajo artístico multidisciplinario de Óscar Tanat (Oaxaca, 1984).
La última aventura emprendida de este poeta es “Montaje”, un cortometraje de 20 minutos que, rompiendo con la tradición del cine hecho por oaxaqueños –entre ellos Rigoberto Pérezcano y Jorge Pérez Solano—, tiene como temática el suspenso y el nahualismo.
La pieza cuenta la historia del fin de un triángulo amoroso que con apenas unos diálogos y un narrador radiofónico, mantienen al espectador de principio a fin con el corazón acelerado.
El corto contó con la dirección de arte de Armando Freger, la fotografía de Aurelio Ninandii, así como la dirección, edición, guion y diseño sonoro de Óscar Tanat. Además de la participación de los actores Tavo Lastra, Vianet Lagunes, Rafael Alfonso y Heriberto Chávez.
Los antecesores del corto son los cinco videoclips de La bande- son imaginaire que ha producido Tanat Récords: Horror jazz, Payaso del circo industrial, Cabaret, Magnétique y Yo cometa.
En la exploración artística de la imagen en movimiento, Tanat ha estado acompañado del Ninandii, con quien además de tener una estrecha amistad, está inmiscuido en proyectos a futuro para realizar largometrajes.
La plástica es la disciplina que el también canta autor ha dejado de lado: “eso no le vengo manejando”, suelta con la sonrisa en el rostro. Y seguro que no hace falta. A sus 33 años ha incursionado en la poesía, el teatro, la música, el cine, los videoclips, la promoción cultural y la creación de una editorial independiente que ha publicado su poemario: “Anatomía y estructura de sistemas oníricos”.
Las diversas aristas desde las que ha trabajado le han permitido adquirir conocimiento y considerar “volverse poderoso”, en el sentido de “poder hacer” y abarcar un mayor abanico de posibilidades.
El joven que en algún momento buscó el reconocimiento de las instituciones de cultura del país para obtener premios que no solo valdrían como un espaldarazo a su obra, sino como una manera de vivir del arte, ha logrado alcanzar la autonomía y desprenderse de la búsqueda de apoyo institucional.
Hace cuatro años conformó con Heri Tanat y el Violinista Oscuro La bande-son imaginaire, la cual le ha permitido musicalizar sus poemas y llevar su performance a uno de los centros más importantes underground en México “El plaza Condesa”.
De 2014 a la fecha, ha producido dos discos: Horror jazz y Mezcal a pleno vuelo. Su incursión en la música electro dark ha dado un giro al contexto oaxaqueño y ha alcanzado la sustentabilidad.
Desde la librería que impulsó para dar un espacio a la obra de escritores oaxaqueños y ofrecer también una variedad de textos no comerciales, Óscar anuncia que ya está en grabación el próximo sencillo de la banda que encabeza.
Mientras juguetea con la trenza delgada que sobresale de su cabello chino, afirma que el cortometraje es apenas una escala, pero que continuará con dos películas que ya están en proceso en su cabeza.
Escribir forma parte de su vida cotidiana, la poesía “no se cura, ni se acaba, siempre se regresa a ella”, reconoce.
Tanat forma parte de un grupo ya en peligro de extinción, de poetas oaxaqueños que se autodenominan poscorrientistas, también impulsó la “escena oscura” que surgió a principios del lejano 2000, desde todos los ángulos su obra rompe con los esquemas: poesía con un permanente juego de palabras –herencia de su formación lingüística–, canciones dark de corte social, cine de horror, todo desde el sureño estado de Oaxaca.
Una disciplina lo ha llevado a otra, siempre en la búsqueda de dar un “nock out artístico” y hacer propuestas, haciéndose valer de la fusión de escuelas, los ismos de vanguardia y hasta los tutoriales de youtube.
“Montaje” es apenas un nuevo paso, una incursión que continuará.