Los estudiantes normalistas de Oaxaca cumplieron un mes en paro de actividades, luego que, un día después del inicio del ciclo escolar 2018-2019 decretaran la suspensión, para manifestar su inconformidad con la “malla curricular”.
Y tras considerar que la dirigencia de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), las ha “abandonado”, tomaron el edificio de la gremial adherente a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Señalaron que la S-22 se ha desentendido de las demandas de las normales, aun cuando el cambio de la malla curricular forma parte de la Reforma Educativa, contra la cual se ha manifestado en contra la CNTE.
Los estudiantes de las instituciones de formadores de profesores se declararon en huelga, por considerar que el nuevo modelo educativo que echó andar la Secretaría de Educación Pública (SEP), carecía de una prueba de pilotaje.
También, denunciaron la inclusión del idioma inglés como una prioridad, lo que consideraron “atenta contra las lenguas maternas” y en específico una entidad como Oaxaca, donde se hablan 16 idiomas originarios.
Señalaron que además, las nuevas disposiciones afectan las condiciones laborales, económicas y sociales de los trabajadores de las normales, al proponer plazas de tiempo completo para los maestros de inglés.
La “malla curricular” provocaría un impacto negativo principalmente a instituciones como la Escuela Normal Bilingüe Intercultural de Oaxaca (ENBIO), que tiene en su esencia un enfoque de revalorización de las lenguas maternas, así como la enseñanza también del español.
Por su parte, el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) emitió un comunicado en el que advirtió la posibilidad de perder el ciclo escolar para las Normales y se exhortó a las y los estudiantes a reincorporarse “de manera regular a sus actividades académicas y docentes”.
El director de Servicios Jurídicos del IEEPO, Ricardo Dorantes Morteo, convocó al diálogo a fin de revisar los planteamientos e inquietudes del alumnado, entre ellos los que corresponde a la malla curricular 2018.
“Otra de las consecuencias, que pudiesen tener esta comunidad es que quienes asisten a sus prácticas pudieran no ser recibidos en las escuelas asignadas; el alumnado de nuevo ingreso no se matricularía a tiempo y se generaría un atraso en el trámite para la expedición de títulos y cédulas profesionales”, advirtió.