Gracias a un nuevo dispositivo impreso en 3D, ya está en proceso el prototipo de un ojo biónico.
Investigadores de la Universidad de Minnesota usaron una impresora tridimensional para imprimir una serie de receptores de luz sobre una superficie esférica. Publicado el martes 28 de agosto, en la revista Advanced Materials, su estudio es el primero que describe el proceso para crear un ojo biónico con una impresora 3D por extrusión.
“Suele pensarse que los ojos biónicos son cosa de ciencia ficción, pero con impresora 3D multimateriales, ahora están más cerca que nunca”, informó Michael McAlpine, profesor de la Universidad de Minnesota y uno de los coautores del estudio.
Para demostrar que eran capaces de imprimir en una superficie curva, los científicos utilizaron como base una cúpula hemisférica de cristal. La primera tinta aplicada en la impresión 3D estaba compuesta de partículas de plata, las cuales, en vez de escurrir por los lados de la cúpula, se fijaron en el sitio y secaron de manera uniforme. Y para la impresión de fotodiodos -los dispositivos que convierten la luz en electricidad-, el equipo utilizó polímeros semiconductores. Para imprimir todo el conjunto de receptores de luz en la superficie, los investigadores solo necesitaron alrededor de una hora.
“Mi madre es ciega de un ojo y, cada vez que le hablo de mi trabajo, pregunta, ‘¿Cuándo me vas a imprimir un ojo biónico?’”, agregó McAlpine. Ahora, parece que existe la posibilidad.
Los investigadores tienen planes para imprimir aún más receptores de luz en la superficie, a fin de que el ojo sea más eficaz. También confían en encontrar la manera de imprimir sobre una superficie blanda, de suerte que puedan imprimir en un ojo real, en vez de usar la cúpula de cristal. Este descubrimiento mejoraría la vista de las personas con mala visión, e incluso daría a la posibilidad de ver a quienes son completamente ciegos.
“Tenemos mucho trabajo por delante para imprimir componentes electrónicos activos de manera rutinaria y confiable, pero nuestros semiconductores 3D ya empiezan a demostrar su potencial para competir con la eficacia de los semiconductores producidos en instalaciones de microfabricación”, prosiguió McAlpine. “Además, a diferencia de esas instalaciones, podemos imprimir fácilmente un dispositivo semiconductor en una superficie curva”.
McAlpine y su equipo ya han producido otras partes corporales, incluida oreja biónica. Y también han creado órganos artificiales que los cirujanos utilizan en sus prácticas, así como piel biónica y otros materiales -como células y andamios- que podrían restituir la función a las personas con lesiones de médula espinal.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek