La exvocalista puertorriqueña de Calle 13 conmemora con su música a los jóvenes y pueblos indígenas que han sido maltratados por el odio.
CORRÍA EL AÑO de 1978 en Puerto Rico cuando dos jóvenes activistas se dirigieron hacia Cerro Maravilla para sabotear las torres de comunicación policial. La protesta contra el gobernador Carlos Romero Barceló tuvo un rojo desenlace: dos balas de la Policía Estatal terminaron con la vida de los muchachos revolucionarios.
Veinte años después, este suceso dolido y curtido en violencia es recreado en el nuevo sencillo de Ileana Mercedes Cabra Joglar. Con la voz herida, la puertorriqueña de 29 años confiesa tener “un hueco que me deshace toda hasta que no soy nadie”.
Tras diez años de ser la voz femenina de Calle 13, Ile tomó en 2016 el camino de solista que le valió un Grammy. Este 2018 prepara su segundo disco que saldrá en octubre.
—Ile, tu sencillo “Odio” retrata un episodio funesto en tu país. ¿Qué te refieren los nombres de Carlos Soto Arriví y Arnaldo Darío Rosado?
—Muchachos matados por el odio, y en esos muchachos también están los 43 de Ayotzinapa, los pueblos indígenas que han sido abusados y maltratados por el odio. Es algo que sigo procesando, ver cómo el amor puede intervenir ahí y salvar a la América Latina. Carlos Soto y Darío son un ejemplo para la historia de Puerto Rico que debemos siempre conmemorar y darles su espacio.
—¿Qué alimenta el odio que estamos viviendo?
—Nosotros mismos al darle lugar y espacio al reaccionar de manera violenta y destructiva. Me afecta que, más allá de los políticos, nosotros como sociedad formamos parte de estas reacciones, no es saludable y caemos en la trampa.
—América Latina vive en agonía, ¿crees que la música y la voz de los artistas pueden ayudar a romper “barreras, muros y alambres”?
—Sí, totalmente, pero yo diría América, Asia, Europa, en todos lados. Necesitamos todos romper barreras, conectarse con las cosas que no vemos, percatarnos de los sucesos violentos y crudos que pasan a hombres, mujeres y niños. No podemos permitirlo, debemos pensar en cómo podemos aportar desde nuestras comodidades para hacer más y que seamos más los que apoyemos desinteresadamente. Todos debemos buscar maneras de estar en armonía.
—¿De dónde surge ese hueco que te deshace? El que cantas en “Triángulo”.
—Es un tema que escribió mi hermana, pero yo creo que todos tenemos esos huecos, que son normales dentro de nuestras emociones. Creo que, lamentablemente, las mujeres tenemos muchas veces un sentimiento de culpa, tendemos a echarnos culpas que no son nuestras. Ese hueco de dolor es algo que compartimos todos, pero nos cuesta hablarlo.
—¿Cuándo fue la última vez que tuviste que “acuchillar tus miedos”?
—Trabajando el primer disco, tiene que ver mucho con ese proceso de romper mis miedos.
—¿La última vez que extrañaste cantar en Calle 13?
—Cuando vi la primera presentación de René [vocalista] en Austin; me dio mucha emoción, no porque quisiera estar en el escenario, era la primera vez que veía un show desde afuera y me llenó de nostalgia y orgullo ver a mi hermano haciendo su proyecto solo.
—¿La última vez que sentiste nostalgia por Puerto Rico?
—Siempre lo pienso, pero en la gira de Estados Unidos a finales del año pasado cuando llegó el huracán María, todo fue muy rápido y no me percato de todo lo que sufrimos y estamos sufriendo. Me dio mucho dolor irme de Puerto Rico pero, por otro lado, pude comunicar a la gente todo lo que estábamos pasando.
—Sabemos de tus inicios en Calle 13, que eres hermana de René, ¿quién más es Ile?
—Voy a tratar de buscar una manera de contestarte a algo que todavía no sé ni yo misma. Soy este personaje de hermana menor, que siempre lo voy a ser, pero también necesitaba este espacio de búsqueda interna, de conocerme a mí misma y expresar lo que soy. Soy una más dentro de este mundo en el que vivimos y espero poner de alguna manera un granito de arena para ayudar.