Por Dr. Ariel Arrocha, Director de LATAM en USA
Los Estados Unidos de América son un complejo ecosistema de economías, sensaciones y pasiones. Claramente, la mayor economía del mundo no responde a un solo sistema económico y social. No es igual la realidad de Arkansas y sus habitantes que la de Florida o Nueva York, y no tienen el mismo impacto para los más de 330 millones de habitantes de este país. Según a quién consultemos, obtendremos las más disímiles opiniones sobre qué hacer en tiempos turbulentos o de cambio.
En este último periodo, hemos escuchado hablar del “temor de invertir en Estados Unidos”. Las decisiones de un inversionista sobre si invertir o no en EE. UU. durante la administración de Donald Trump dependen de una variedad de factores, ya que sus políticas han tenido impactos tanto positivos como negativos en el clima de inversión.
Existen muchas razones esgrimidas por adeptos y detractores respecto al rumbo de las políticas del actual gobierno, pero creo que hay múltiples motivos por los que un inversor debería considerar invertir en EE. UU. en esta etapa:
• Los cambios siempre son buenos, nos obligan a pensar, trabajar y agudizar nuestros instintos. Ya lo decía Henry Kissinger al expresar que los cambios son oportunidades “vestidas con ropa de trabajador”.
• Menos regulación y recortes de impuestos: Tradicionalmente, las administraciones de Trump han promovido una agenda de desregulación y reducción de impuestos corporativos. Esto puede hacer que el ambiente de negocios sea más atractivo para las empresas, al reducir los costos operativos y aumentar la rentabilidad potencial.
• Enfoque en la economía doméstica: Las políticas de “America First” buscan fortalecer la producción y el empleo dentro de EE. UU., lo cual podría beneficiar a los inversionistas en sectores industriales locales.
• Oportunidades en ciertos sectores: Algunas políticas específicas, como el fomento de los combustibles fósiles o la inversión en defensa, pueden generar oportunidades de inversión. Por ejemplo, se ha visto un impulso en el sector defensa con presupuestos más altos.
• Resiliencia económica general de EE. UU.: A pesar de las volatilidades políticas, Estados Unidos mantiene una economía sólida y diversificada, un sistema legal robusto, mercados financieros altamente líquidos y un liderazgo tecnológico. Estos factores estructurales fundamentales continúan atrayendo inversión, independientemente de la administración.
Posibles desventajas o preocupaciones para los inversores:
• Políticas comerciales proteccionistas: Las políticas de aranceles y las guerras comerciales (especialmente con China y otros socios importantes) pueden generar incertidumbre y afectar las cadenas de suministro globales. Esto podría perjudicar momentáneamente a las empresas con operaciones internacionales o que dependen de importaciones. Sin embargo, hago hincapié en “momentáneamente”, ya que otros proveedores locales o internacionales podrían cubrir esa demanda.
• Incertidumbre política y volatilidad del mercado: Las decisiones políticas impredecibles o los cambios abruptos en la política económica pueden generar volatilidad en los mercados financieros, dificultando la planificación a largo plazo para los inversores. Pero, nuevamente, entendemos que son condiciones temporales.
• Inmigración: Si bien vemos un posible efecto negativo en algunas medidas, creemos que lo que harán será sincerar la realidad de una economía con más de 12 millones de inmigrantes ilegales. Esto nada tiene que ver con la inmigración legal. EE. UU. fue, es y será un país de inmigrantes, de oportunidades, y eso no cambiará, siempre dentro del marco de la ley.
• Riesgo de estanflación: Algunas proyecciones sugieren que la combinación de aranceles y un aumento del gasto podría llevar a un escenario de recesión económica global con inflación.
• Dólar más débil en ciertos periodos: Aunque se esperaba que los aranceles fortalecieran el dólar, en algunos periodos se ha observado un desempeño más débil de la moneda estadounidense, lo que podría afectar los rendimientos para inversores con otras divisas.
Quise ser lo más objetivo posible con este resumen. Ahora bien, no son tiempos fáciles: son tiempos turbulentos. Quien piense en invertir en EE. UU. durante la era Trump debe saber que se trata de un escenario más complejo de lo previsto y que dependerá de su tolerancia al riesgo, de los sectores en los que busque invertir y de su capacidad para adaptarse a un entorno político y económico potencialmente volátil.
Como decíamos: tiempos turbulentos o de cambio pueden ser el trampolín para una nueva posición económica e inversiones que solo en estos contextos pueden surgir.
Estoy convencido, tras treinta años de trabajo entre Latinoamérica y EE. UU. a través de Latam en USA (https://latamenusa.com/), de que en épocas de turbulencia es cuando se dan las mejores oportunidades. Con un buen trabajo de fondo, con “ropa de trabajador”, con personas con capacidades y experiencia demostrable, se puede hacer LA DIFERENCIA (lo expreso en mayúsculas porque es en los momentos turbulentos donde los menos expertos dudan y retroceden, dejando lugar a que grupos con el conocimiento y la experiencia adecuada tomen riesgos a cambio de muy buenos resultados).
Es ahora el momento de trabajar duro, estudiar los contextos, prever planes de contingencia, evaluar las opciones A, B y C de un negocio, y avanzar. Dar el próximo paso hacia un futuro que, sin duda, será muy bueno. La pregunta es… ¿estaremos con nuestras inversiones en ese futuro?
Si bien hay atractivos en la reducción de la regulación y los impuestos, las políticas comerciales y migratorias pueden presentar desafíos significativos.