En los últimos días se han reportado varios casos de presuntos “pinchazos” a usuarios del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro y del Metrobús en la Ciudad de México (CDMX). Algunas de las personas que denunciaron haber sido atacadas fueron sometidas a pruebas toxicológicas, y en ciertos casos, los resultados arrojaron la presencia de sustancias estupefacientes.
La situación ha generado preocupación entre la ciudadanía, aunque las autoridades llaman a mantener la calma. El pasado 26 de abril, el secretario de Seguridad Ciudadana capitalina (SSC CDMX), Pablo Vázquez, informó que hasta esa fecha se habían recibido 20 denuncias por posibles pinchazos. No obstante, solo dos de los estudios toxicológicos realizados confirmaron la presencia de estupefacientes en el organismo de las víctimas.
En conferencia de prensa, Vázquez aseguró que se mantendrá informada a la población con actualizaciones periódicas sobre el avance de las investigaciones.
“Es un tema que desde luego tiene implicaciones que podrían generar y derivar situaciones de pánico en la población, por lo que queremos ser muy responsables en la manera en la que se va reportando la información”, declaró.
El caso más reciente se registró este miércoles 30 de abril, Día del Niño, en la estación Buenavista del Metro. Según reportes preliminares, un hombre de aproximadamente 29 años fue atendido por personal del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), quienes acudieron al lugar en una ambulancia.
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PINCHAZOS EN LA CDMX MANTIENEN A LAS AUTORIDADES EN ALERTA
De acuerdo con el secretario, por instrucciones de la jefa de Gobierno, Clara Brugada, se han abierto grupos interdisciplinarios del tema. “Tenemos casos registrados de temas muy similares en países de España, Reino Unido y Australia y a partir de la revisión de esos casos se ha incorporado distintas especialidades en la investigación”, agregó.
Las autoridades continúan investigando para determinar si existe un patrón detrás de estos actos y si se trata de agresiones intencionales con sustancias químicas. Los pasajeros que han recibidos estos piquetes afirman sentir mareos, náuseas y somnolencia. A tenor de las denuncias, se relatan casos de pinchazos distintos. Algunas personas tienen marcas o lesiones visible en el cuerpo, mientras otras solo detectan salpullido.
“La población y las edades son mixtas, hay hombres y mujeres, las ubicaciones de las presuntas lesiones son variadas, ha habido en el tobillo, entre los dedos o espalda baja. En algunas la picadura es evidente, en otros no. Hay una serie de factores y personas que acuden con malestares que no necesariamente están relacionados con pinchazos”, explicó en su momento Pablo Vázquez.
¿QUÉ HACER SI SENTÍ UN PIQUETE EN EL TRANSPORTE PÚBLICO?
Alexa, una de las usuarias agredidas en el Metro, relató al medio N+ que cuando sintió un piquete volteó a ver a la persona para encararla, pero comenzó a sentirse mareada, con manos temblorosas y bastante sueño, por lo que accionó la palanca de emergencia. La pasajera iba en la estación Merced, correspondiente a la Línea 1 que corre de Pantitlán a Observatorio. Según su testimonio, al convoy se subió un grupo de personas, entre las que iba Mario “N”.
“Ese hombre se puso primero a un lado de mí y después atrás. Me jaló la bolsa y sentí que me picó con algo del lado izquierdo. [Acto seguido] me dijo ‘No te hice nada, no te piqué’ y escondió las manos en su mochila; se me nubló la vista”, dijo la mujer.
La denuncia levantada ante la Fiscalía de la Ciudad de México señala que la carpeta de investigación se inició por el delito de lesiones dolosas. En caso de ser víctima de estos piquetes, el secretario de Seguridad indicó que el primer paso es dirigirse al personal policial o a quienes laboren en el transporte público, ubicados en andenes y torniquetes.
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Después de solicitar ayuda, el personal del transporte lo trasladará a un área aislada dentro de la estación, donde se le brindará atención médica inmediata. En ese espacio se realizará una valoración de primeros auxilios y se recabará información básica sobre su estado de salud, síntomas, molestias, así como el lugar del cuerpo donde ocurrió el piquete y la estación o sitio exacto en el que se sospecha que sucedió el incidente.
Como parte del protocolo, las autoridades deben contactar a un familiar de la persona afectada. Si se trata de un menor de edad, la valoración médica solo se realizará después de haber localizado y establecido comunicación con su tutor o responsable legal.
LA SUSTANCIA QUE POSIBLEMENTE ESTÁ DETRÁS DE ESTOS CASOS
Si bien todavía se desconoce la sustancia detrás de estos casos, algunos médicos han sugerido a medios que podría tratarse de la burundanga, que es el nombre popular de una sustancia psicoactiva cuyo principio activo es la escopolamina, un alcaloide extraído principalmente de plantas del género Brugmansia o Datura.
Según el Centro de Investigación Biomédica en Red de España (Ciber), la burundanga tiene potentes efectos sobre el sistema nervioso central, entre ellos: pérdida de voluntad o sumisión, amnesia temporal, somnolencia o desorientación, visión borrosa, boca seca y pulso acelerado.
“Según recientes estudios, las agresiones sexuales con sumisión química de las víctimas suponen ya 20.9 por ciento de los casos. La principal droga utilizada en estas violaciones es el alcohol, pero los agresores emplean también otras sustancias psicotrópicas, como la escopolamina, más conocida como burundanga, que es muy difícil de detectar porque su rastro desaparece de forma muy rápida en el organismo”, refiere el artículo del Ciber. N