Daniel Craig, Cristiano Ronaldo, Demi Moore y Sara Sampaio figuran entre las celebridades que han recurrido a la crioterapia o baños de hielo, un método que implica someter el cuerpo a temperaturas extremadamente bajas por unos minutos. De acuerdo con investigadores de la Universidad de Ottawa, en Canadá, esta práctica puede alterar el funcionamiento celular.
Los especialistas descubrieron que una semana de crioterapia, de una hora cada día, estaba relacionada con una mejora en la tolerancia celular al frío. “Nos sorprendió ver lo rápido que se adaptó el cuerpo. La exposición al frío podría ayudar a prevenir enfermedades e incluso, potencialmente, retrasar el envejecimiento a nivel celular. Es como una puesta a punto del microsistema del cuerpo”, sostuvo la autora del artículo y fisióloga, Kelli King.
Para su estudio, King y sus colegas reclutaron a 10 hombres jóvenes sanos y los sometieron a inmersiones en agua fría a 14 °C durante una hora cada día por una semana.
Los investigadores recolectaron muestras de sangre de los participantes antes y después de sus baños de hielo en los días uno, cuatro y siete para evaluar las respuestas celulares de los sujetos al periodo de aclimatación al frío.
“Nuestros hallazgos indican que la exposición repetida al frío mejora significativamente la función autofágica, un mecanismo crítico de protección celular”, dijo el coautor del artículo y profesor de fisiología, Glen Kenny, en un comunicado.
LOS BAÑOS DE HIELO Y LA AUTOFAGIA
La autofagia (del griego “autocomerse”) es el proceso mediante el cual las células descomponen y luego reciclan sus partes inútiles. “Esta mejora permite a las células gestionar mejor el estrés y podría tener importantes implicaciones para la salud y la longevidad”, agregó Kenny.
Los investigadores descubrieron que, al principio, la exposición a los baños de hielo causaba alteraciones en la autofagia, pero que esto no solo se estabilizó en el transcurso de la semana, sino que la exposición repetida al frío hizo que la actividad autofágica aumentara y las señales para eliminar las células dañadas disminuyeran.
“Al final de la aclimatación, notamos una marcada mejora en la tolerancia al frío celular de los participantes. Esto sugiere que la aclimatación al frío puede ayudar al cuerpo a afrontar eficazmente condiciones ambientales extremas”, afirmó King.
De hecho, indicaron los investigadores, una actividad autofágica mejorada puede prolongar la longevidad celular y ayudar a prevenir la aparición de diversas enfermedades. A medida que las terapias de inmersión en frío se vuelven más comunes, es vital comprender el impacto que dichas prácticas tienen en los mecanismos celulares, concluyó el equipo. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)