Este esquema, implementado por el Comité de Evaluación del Poder Legislativo, ha sido calificado por algunos participantes como un filtro apresurado y poco transparente.
Un proceso acelerado
Las entrevistas presenciales fueron conducidas por cinco comisionados y, en algunos casos, por integrantes de sus equipos, mientras que las entrevistas virtuales se realizaron en la mitad del tiempo: seis minutos. La selección de preguntas varió desde aspectos técnicos del derecho hasta opiniones sobre la reforma judicial en curso, un tema candente dentro del debate político y legal del país.
Uno de los aspirantes, quien prefirió el anonimato, relató que le cuestionaron sobre la posibilidad de revertir una reforma constitucional aprobada por el Congreso. “Para mí, la postura era que no se podía echar atrás una ley emitida por el Constituyente permanente”, explicó.
Otro participante mencionó que le preguntaron sobre la suspensión que un juez de Michoacán otorgó contra la reforma judicial. “Me cuestionaron cómo haría yo para acercar la justicia a la ciudadanía en este contexto y sobre la suspensión judicial, pero la pregunta era ambigua”, señaló.
Falta de transparencia y prisa por definir perfiles
El Comité de Evaluación entrevistó a más de 5,000 aspirantes en un proceso que, según la comisionada Maribel Méndez de Lara, requirió jornadas de trabajo de hasta 20 horas diarias. Sin embargo, el ritmo acelerado ha dejado dudas sobre la profundidad y objetividad del proceso.
El exsenador Roberto Gil Zuarth, quien participó en la selección, cuestionó la transparencia del procedimiento. Según él, la selección estuvo manipulada para favorecer a ciertos perfiles. “Redujeron el número de preseleccionados para que los ya designados por dedazo pudieran superar la tómbola”, denunció.
Otro aspecto que ha sido criticado es la posibilidad de que criterios extrajurídicos influyeran en la selección. Gil Zuarth señaló que su descalificación fue atribuida a declaraciones del presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, quien aludió a supuestos antecedentes penales del exlegislador.
Pendientes y aprendizajes
Para Méndez de Lara, el proceso de selección fue “histórico”, pero reconoce fallas que deben corregirse en futuras ediciones. Sugiere que la selección dure al menos dos meses más, contar con un sistema informático más robusto y aumentar el número de entrevistas presenciales.
El balance del proceso deja abierta la discusión sobre la manera en que se seleccionan los máximos jueces del país y si estos métodos garantizan un Poder Judicial imparcial y fortalecido. Con el debate de la reforma judicial en curso, la forma en que se elige a quienes ocuparán un lugar en la SCJN sigue siendo un tema de interés nacional y político. N
Con información de Animal Político.