Las tendencias alimentarias abarcan diversas aristas de la industria de los alimentos que ganan o pierden importancia dentro de las decisiones de consumo de los usuarios. Estas abarcan aspectos básicos, desde el sabor y la estética hasta la forma de cultivo y la ética detrás de la producción.
En ese sentido, en 2025 se espera una reafirmación de las tendencias presentes en los últimos años, según un informe de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), de España. Aunque las tendencias varían según el grupo destinatario, este año destaca la búsqueda de alimentos saludables y que ofrezcan beneficios adicionales para el bienestar de los consumidores, así como el aumento del protagonismo de los alimentos sostenibles y una mayor injerencia de la tecnología en la producción.
Xavier Medina, catedrático e investigador del grupo FoodLab, de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC y director de la Cátedra UNESCO de Alimentación, Cultura y Desarrollo detalla que una de las principales evoluciones en las tendencias es que desde los consumidores se ha llegado a la conciencia de que la alimentación es un sistema.
Mientras que antes solía prestarse atención solo a algunos aspectos de la cadena alimentaria, sobre todo los que afectaban al consumidor directamente, ahora se procuran todas las etapas al momento de consumir. “Hoy en día vemos que los pasos de la cadena dependen los unos de los otros y que a lo mejor si no estamos invirtiendo lo suficiente en una remuneración justa o en una producción sostenible desde el inicio, todo ello puede repercutir negativamente en el resto de la cadena y llegar a los consumidores de esa forma”, resalta el investigador.
LOS ALIMENTOS PLANT BASED
Por eso, si bien la búsqueda de la salud y el bienestar es la tendencia principal, de la mano de los alimentos plant based (basados en plantas), la sustentabilidad será un factor de igual importancia. Se espera que aumente la demanda de alimentos que ofrezcan beneficios adicionales para la salud, como productos enriquecidos con vitaminas, minerales, prebióticos y adaptógenos. Y los alimentos funcionales, que contienen antioxidantes y omega-3, serán cada vez más populares.
“A nivel general, siempre los alimentos de los que se recomienda mayor consumo son las frutas y verduras. Y también hay una especial atención a las legumbres, que son un grupo de alimentos bastante olvidados, pero que han reculado en los últimos años y por las que se está apostando de nuevo, porque son muy sanas y son una rica fuente de proteínas y de fibra”, exhibe Medina en entrevista con Newsweek en Español.
La creciente preferencia por los alimentos plant based, elaborados 100 por ciento con ingredientes vegetales y que imitan a los alimentos de origen animal, es una consecuencia de la necesidad de reducir el consumo de productos de origen animal y de la creciente conciencia sobre el impacto ambiental de la producción de carne.
Con esto, los consumidores también buscarán opciones menos procesadas y productos de origen vegetal con mejores características sensoriales que no imiten a la carne o los lácteos, sino que ofrezcan fórmulas más sencillas, con ingredientes vegetales enteros y reconocibles.
TENDENCIAS ALIMENTARIAS: SUSTENTABILIDAD Y NUTRICIÓN
En América Latina y el Caribe, en donde el costo de comer saludable es un tema de gran preocupación ante la desnutrición y el aumento de las enfermedades relacionadas con la dieta, también surgen fuertes inclinaciones a preferir el consumo de alimentos frescos, de temporada y locales, según reportes de The Food Tech. Asimismo, la agricultura regenerativa tendrá un auge en la región, junto al desarrollo de nuevas tecnologías para la producción de alimentos sustentables.
Sobre ello, Xavier Medina detalla que es indispensable que ante conceptos como sustentabilidad se tengan presentes diferentes factores: “La sustentabilidad es la de la producción, la del medioambiente y la social. Por lo tanto, todos esos elementos tienen que repercutir en la cadena para tener una alimentación más sana, más respetuosa con el medioambiente y más justa socialmente”.
Por eso, en la búsqueda de sustentabilidad también tendrán importancia los empaques elaborados con materiales biodegradables o de origen vegetal y la apuesta por la reutilización y el aumento del material reciclado. La reducción de residuos y la promoción de un estilo de vida más sostenible serán aspectos importantes que influirán en las tendencias de consumo.
“Ya no nos sirve cualquier gran producción que nos dé precios baratos si con eso estamos acabando con el medioambiente e hipotecando nuestro futuro”, añade el catedrático de la Universitat Oberta de Catalunya. “Debemos tener en cuenta que la alimentación no se produce sola, hay productores detrás que se ganan la vida con eso y que se ocupan de producir y mantener vivo el ambiente ligado al campo, y ellos tienen que recibir también una remuneración justa”.
LA TRANSPARENCIA EN LOS INGREDIENTES ES OTRA DE LAS TENDENCIAS ALIMENTARIAS
En este sentido, la transparencia en los ingredientes y los procesos de producción será crucial para tener la confianza del consumidor. Xavier Medina detalla que, aunque las herramientas para garantizar esta transparencia dependen mucho del contexto, cada vez hay más regulaciones legales que permiten al consumidor conocer toda la información de los alimentos, tanto la composición como su origen y producción.
Esa información, acompañada de la nutricional, tendrá gran valor entre los consumidores, quienes prefieren las etiquetas claras y concisas, con pocos ingredientes y naturales. Esto incluye una preferencia por productos orgánicos, sin gluten, bajos en azúcar y ricos en proteínas. Sin embargo, resalta el especialista, en algunos entornos esos detalles son desconocidos, como los medios más informales, de venta directa, callejera o en mercados.
“Hay determinados lugares en donde toda esa información queda obviada, va directamente de un vendedor a un consumidor; pero en ocasiones no es así y nuestra alimentación se basa en la confianza que tenemos como consumidores con la persona a quien se le compra, que normalmente tampoco es quien produce. En esos casos hay mucha menos información y podemos ver que esos productos no necesariamente han pasado por todos los filtros necesarios”, detalla el experto.
¿COCINAR O NO COCINAR?
Esta confianza forma parte de la también fuerte tendencia a cocinar menos y pedir o llevar a casa comida preparada de fuera, un fenómeno destacado de las últimas décadas. Cada vez más, la práctica culinaria se reserva para los fines de semana, mientras que en el día a día los alimentos preparados y procesados ganan importancia.
Como respuesta, y orientada a un sector destinatario distinto, también se acentúa el retorno a la cocina tradicional desde el ámbito restaurantero. Esta tendencia responde a la búsqueda de una cocina tradicional, hecha manualmente, sin alimentos procesados, con cocina directa, y sin incluir alimentos y platos estandarizados. Así, los consumidores se enfrentan a un choque constante para alimentarse según su ética sin descuidar su economía.
“Estamos viendo subidas de precios relativamente importantes que no son debidas a una mayor sustentabilidad en la producción, ni a la distribución o al consumo, sino a aspectos económicos como la inflación y determinadas crisis económicas que afectan la alimentación”, señala Xavier Medina. “Siempre hay que ver que la cadena alimentaria es una red de consumo que está enlazada con el resto de los aspectos de la sociedad y que estos también impactan en nuestra alimentación”.
En algunos países se comienza a exigir un distintivo para los restaurantes que siguen el movimiento realfooding o que hacen una cocina realmente casera, sin alimentos procesados y que otorgan un resultado de más calidad para los consumidores. Esta tendencia por humanizar la preparación y volver a lo natural choca con la importancia que tendrá la tecnología en la mejora de la seguridad alimentaria y la reducción del desperdicio.
Se espera que la inteligencia artificial (IA) y la biotecnología tengan un papel crucial en la optimización de procesos y la personalización de la experiencia culinaria, según las necesidades y preferencias individuales. Aunque ello no es necesariamente nuevo, especialistas del Foro Económico Mundial han señalado la necesidad de preguntarnos si, por el contrario, los beneficios de sostenibilidad acelerada que brinda la IA compensan su propia demanda de agua y energía.
PRODUCTOS QUE “REGALEN” EXPERIENCIAS SENSORIALES AGRADABLES
En relación con la personalización de los procesos alimentarios, los productos específicos para mujeres deportistas van a cobrar importancia. Estos destacan porque toman en cuenta diferencias metabólicas y hormonales que influyen en las necesidades nutricionales de las deportistas. Esta tendencia incluye la investigación de suplementación y estrategias nutricionales que se ajusten a sus ciclos fisiológicos.
Por último, este año, como se ha visto en los anteriores, se buscarán experiencias sensoriales y emocionales en los alimentos. Además de la salud y la sostenibilidad, los consumidores querrán productos que ofrezcan experiencias sensoriales agradables y sean estéticamente atractivos. Ello incluye el uso de utensilios de cocina y vajillas de diseño que inviten a disfrutar del acto de cocinar y comer, así como la inclusión de ingredientes de cocinas de otras partes del mundo o la combinación de sabores y texturas. N