Cuando buscamos el éxito y el bienestar lo primero que asociamos es una recompensa de dinero, que incluso a veces ni sabemos de dónde va a salir. Para el neuroeconomista Giorgio Coricelli, la forma como anticipamos y evaluamos recompensas financieras depende de unos procesos cerebrales complejos que inicialmente afectan nuestras emociones, hasta finalmente influir en nuestras decisiones.
Uno de sus estudios, enfocado en la predicción y evaluación de recompensas monetarias explora el valor de la percepción en las decisiones financieras. En esta oportunidad, y a partir de este estudio, aprenderemos a mejorar el proceso de toma de decisiones en la vida cotidiana.
SATISFACCIÓN FINANCIERA
Coricelli explica que las expectativas influencian profundamente la forma como el cerebro procesa las recompensas de dinero. A diferencia de lo que escuchamos en los entornos financieros, las expectativas demasiado altas nos llevan a la decepción e insatisfacción, incluso si el rendimiento obtenido es económicamente razonable.
Un caso común es cuando deseamos generar un nivel de ingresos y alcanzamos un nivel menor. A pesar de haberse logrado ganancias, al no ser suficientes acorde con lo deseado, nos deja en el terreno del sentimiento de insuficiencia.
Una forma saludable para protegernos de este sesgo afectivo es establecer expectativas realistas basadas en posibles resultados según el nivel de experiencia y experticia que tengamos. No es bueno instalar una creencia de que tendremos mayores rendimientos que quienes llevan un camino recorrido. El precio de la frustración puede ser muy alto.
SIMULACIÓN MENTAL
La gestión cerebral de la recompensa se apoya en la visualización de posibles escenarios, creando incluso escenarios catastróficos que no quisiéramos experimentar. La simulación mental consciente es una herramienta que nos puede ayudar a imaginar diferentes escenarios (dentro de lo razonable) y de esta forma anticipar mejor los resultados de nuestras decisiones financieras.
Un elemento clave a considerar es que cuando imaginamos posibles futuros, ya nos preparamos emocionalmente y desde allí tomamos decisiones más equilibradas.
Más allá del típico análisis de escenarios, la simulación mental te llevará a observar cómo te sentirías en al menos tres escenarios (optimista, neutral y pesimista) para que ninguna reacción sorpresiva sabotee tu capacidad de gestión financiera.
EXPERIENCIAS PASADAS
Solemos pasar página sin sacar el provecho adecuado a las experiencias, por eso una sugerencia muy válida en el estudio de Coricelli es revisar nuestras vivencias pasadas como factores de aprendizaje para el futuro. Cuando comparamos lo que esperábamos con lo que realmente obtuvimos usamos un mecanismo cerebral llamado error de predicción. Si sabemos utilizarlo a nuestro favor podremos identificar los errores que no debemos repetir a futuro.
La autorreflexión y automonitoreo emocional ante hechos que no nos gustaron nos lleva a identificar sesgos perceptivos, cognitivos y afectivos que no previmos en la planificación. Es clave hacer del pasado algo constructivo para mejorar nuestras decisiones.
RECOMPENSA Y DINERO SUBJETIVO
Un punto muy válido en psicología es el reconocimiento de cada individuo como una entidad única en historia y resultado, junto con el significado que les da a sus experiencias. En este sentido, una recompensa de dinero puede ser altamente satisfactoria para una persona, mientras que para otra es un rotundo fracaso. A diferencia de las finanzas tradicionales, en neuroeconomía el valor del dinero es relativo y obedece a variables del contexto.
Para ilustrar este escenario, imaginemos a dos personas que reciben 50 pesos. La primera esperaba ganar 100 y la segunda esperaba 20. A pesar de que ambas recibieron la misma cantidad, los significados de las ganancias pueden resultar totalmente opuestas. Saber valorar lo que sí tenemos o logramos siempre será más importante que aferrarnos a lo que pudo haber sido y no fue.
¿RECOMPENSA DE DINERO REAL?
El dinero es un resultado y no una recompensa. Para el cerebro humano es muy difícil comprender este hecho, ya que la asociación es tan versátil, que pasa desapercibida. Para Coricelli es clave darle una dimensión tangible al valor de lo que el dinero está representando, según lo que sea más importante y valioso para cada persona (crecimiento, redes, aprendizaje, reducción de errores).
Cuando estamos haciendo evaluaciones monetarias lo más sano es ponerlo en contexto: un aumento salarial es una mejora en la calidad de vida y un servicio que pagamos es un tiempo extra que disponemos para hacer algo más valioso. Pensar en término de satisfacción y no en términos monetarios es la clave.
UNA RELACIÓN SANA CON EL DINERO
Porque hay millonarios sumamente pobres, es necesario tomar en cuenta la investigación de Giorgio Coricelli para asumir decisiones financieras de forma satisfactoria, equilibrada y en paz. El dinero no tiene capacidad moral para hacernos felices, pero en el uso que le damos está la enorme diferencia entre los que tienen mucho y carentes, y los que con un poco menos se sienten más satisfechos.
A partir de hoy tomemos decisiones financieras en términos de satisfacciones personales y no de estándares socioeconómicos. N
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Joselyn Quintero es especialista en neurofinanzas, autora de varios libros, conferencista y directora de Armonía F. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad de la autora.