La vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) y la detección oportuna por medio del Papanicolau son estrategias fundamentales para prevenir el cáncer cervicouterino en mujeres de 25 a 64 años. Pero ¿cómo se aplica esta vacuna? Se administra en el brazo izquierdo, mediante una inyección intramuscular. Se vacunan a niñas de quinto grado de primaria y menores de 11 años no escolarizadas en dos dosis. La segunda se aplica a los seis meses de haberse aplicado la primera.
En tanto, las personas que comienzan la serie de vacunas más tarde, entre los 15 y 26 años, deben recibir tres dosis, que se administran durante seis meses. Actualmente hay diferentes biológicos para tipos de VPH, ya sea de alto o menor riesgo. La vacuna Tetravalente fue aprobada a nivel internacional en 2006, la Bivalente en 2007 y la Nonavalente en 2014.
VACUNAS CONTRA VPH DISPONIBLES
VACUNA BIVALENTE
Está disponible en viales de una o dos dosis o en jeringas precargadas y de acuerdo a la política de salud pública nacional de México, se indica en niñas y adolescentes a partir de los 10 años de edad, y en mujeres cis y trans de 11 a 49 años, para la prevención de lesiones premalignas del cuello uterino, vulva y vagina, y para la prevención de lesiones premalignas anogenitales.
Contiene proteínas recombinantes tipo L1 purificadas de VPH de alto riesgo oncológico 16 y 18. Sin embargo, según la Secretaría de Salud, “esta vacuna enfrenta actualmente una situación de desabasto internacional”.
VACUNA TETRAVALENTE
Contiene proteínas recombinantes tipo L1 purificadas de VPH de los tipos virales de alto riesgo 16 y 18 y de los de bajo riesgo 6 y 11. Está disponible en viales de una dosis o en jeringas precargadas. Está indicada en niñas y mujeres adolescentes a partir de los 10 años de edad, y en mujeres cis y trans de 11 a 49 años, para la prevención de lesiones premalignas del cuello uterino, vulva y vagina causadas por VPH 16 y 18, y para la prevención de lesiones premalignas de ano producidas por VPH 16 y 18 y de verrugas anogenitales producidas por VPH 6 y 11.
A diferencia de la vacuna Bivalente, el desabasto internacional de esta vacuna disminuyó a partir de 2021.
VACUNA NONAVALENTE
Contiene proteínas recombinantes tipo L1 purificadas de VPH de alto riesgo más frecuentemente asociados a CaCu 16 y 18, de otros de alto riesgo de menor prevalencia (31, 33, 45, 52 y 58) y de los virus de bajo riesgo VPH 6 y 11.
Conocida como Gardasil 9, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó su uso para hombres y mujeres de 9 a 45 años. Información del Instituto Nacional del Cáncer (NIH), es posible que la vacuna recombinante nonavalente contra el virus del papiloma humano también prevenga el cáncer de pene relacionado con el VPH.
EL CÁNCER CERVICOUTERINO EN MÉXICO Y LOS TIPOS DE VPH EN HOMBRES
En hombres, los tipos de VPH 6, 11, 16, 18 son los que causan las infecciones anogenitales. Los tipos VPH 6 y 11 causan las verrugas en la zona anogenital, mientras que los tipos VPH 16 y 18 son los causantes potenciales de la aparición de cáncer de pene y ano.
Cabe destacar que el hombre puede estar infectado del virus del papiloma humano durante muchos años sin saberlo. Y a su vez ser portador y transmisor del virus a sus parejas sexuales durante toda la vida, aun estando asintomático.
El diagnóstico de aquellas infecciones por VPH se realiza mediante pruebas de laboratorio como la captura de híbridos por PCR (PCR para VPH), estas pruebas identifican el ADN del virus del papiloma.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, desde 2006, en México esta enfermedad representa la segunda causa de muerte por cáncer en la mujer. Anualmente se estima una ocurrencia de 13,960 casos, con una incidencia de 23 casos por cada 100,000 personas.
A escala global hay alrededor de 604,127 casos de cáncer cervicouterino, así como 341,831 muertes, que lo ubica como el cuarto tipo de cáncer más frecuente y en decesos por esta enfermedad entre mujeres. Lucely Cetina Pérez, investigadora en el Instituto Nacional de Cancerología, explica que ese cáncer consiste en la proliferación de células malignas en el cuello del útero, proceso que puede implicar meses o años, hasta volverse invasor. Hay diferentes tipos, pero el más frecuente, en 85 a 90 por ciento de los casos, es el llamado cáncer de células escamosas.
“Un 99 por ciento de los casos se vincula con la infección por transmisión sexual del VPH, pero hay otros factores de riesgo para padecerlo, como el tabaquismo e infecciones genitales, entre ellas clamidia o gonorrea”, afirma la también académica de la Facultad de Medicina a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“AL INICIO ES ASINTOMÁTICO”
Ante ese panorama, Cetina Pérez precisa que, de acuerdo con el estado inmunológico y nutricional de la paciente, el virus persiste o puede progresar. En aproximadamente 30 por ciento de las mujeres infectadas desencadenan cáncer cervicouterino invasor.
“Al inicio es asintomático y puede pasar desapercibido. Por desgracia los signos y síntomas aparecen cuando la enfermedad se encuentra en estados avanzados; los principales síntomas y signos son: hemorragia transvaginal después del coito, hemorragia transvaginal persistente, dolor pélvico, entre otros. Cuando la persona está prácticamente en estado terminal, se presenta edema (hinchazón) de las extremidades inferiores o problemas para orinar”, detalla.
Sin embargo, no todo es negativo. Si se detecta en etapas tempranas, 90 por ciento de los casos se curan. El procedimiento es quirúrgico cuando los tumores miden cuatro centímetros y hasta diez, es decir, etapas IB2 a Iva. A tenor de la especialista, el tratamiento consiste principalmente en radio y quimioterapia concomitante, seguido de braquiterapia (un tipo de radioterapia con una fuente de radiación en el cuerpo, dentro o cerca del tumor). Pero al haber metástasis, es decir, en etapas avanzadas, se usan quimioterapias e inmunoterapia.
En resumen, los aspectos principales para prevenir la enfermedad son la vacunación, detección oportuna de cáncer, especialmente mediante la prueba de Papanicolau, así como la difusión de información.
En el Día Nacional de la lucha contra el Cáncer Cérvico Uterino, que se conmemora el 9 de agosto, el doctor Daniel Baltazar Salazar, coordinador de Programas Médicos del Área de Detección de Enfermedades Crónicas y Cáncer, explicó que las altas coberturas de vacunación contra VPH reducen significativamente el riesgo de infección. N