Actualmente no es extraño escuchar sobre inteligencia artificial (IA), IoT (internet de las cosas), la nube o la red 5G. Estas tecnologías emergentes son piedras angulares para el progreso y el desarrollo de cualquiera que busque mantenerse vigente.
La IA, con su capacidad de analizar grandes volúmenes de datos y la llegada sorpresiva de la AI generativa, está revolucionando la forma en cómo se aborda la creatividad y se genera contenido. Gracias a ella podemos automatizar tareas complejas, perfeccionar procesos y crear soluciones personalizadas, desde implementar asistentes virtuales o chatbots hasta labores tan simples como usar la IA conversacional para pedirle a un dispositivo inteligente que nos dé la hora o cambie de música.
Continuamente vemos en internet nuevos uso al alcance de todos para generar documentos, imágenes, videos y música, algo que creíamos que solo podíamos hacerlo los seres humanos.
Con la nube, esta tecnología de almacenamiento virtual, podemos guardar, administrar y acceder a nuestra información desde cualquier sitio. Fotos, juegos, videos, música o documentos son solo algunos de los diversos archivos que puede acopiar y sin la necesidad de tener un espacio físico, además de ser piedra angular para todos los comercios que nacen digitales.
¿APROVECHAR LAS BONDADES DE LAS TECNOLOGÍAS EMERGENTES?
La flexibilidad y la escalabilidad que ofrece la nube permite adaptarse rápidamente a la demanda del mercado. Por ejemplo, la pandemia orilló a una transformación digital que aceleró diversos sectores, entre ellos el comercio electrónico, lo que disparó el uso de aplicaciones e impulsó el crecimiento y la experiencia de la compra y venta.
Lo anterior son solo algunos casos que vemos a diario; sin embargo, apalancarse de estas tecnologías emergentes no solo se trata de mantenerse a la vanguardia. Es importante comprender que la innovación no es un fin en sí misma, sino un medio para ofrecer un valor y experiencia excepcional. La capacidad de personalizar productos y servicios, anticipar necesidades y ofrecer prácticas únicas es lo que la define.
Considero que existe una línea entre quienes realmente aprovechan las bondades de estas herramientas y quienes solo las agregan porque suena “bien”, sin de verdad voltear a ver todos los beneficios que pueden aportar para evolucionar y mantenerse actualizados.
Innovar no es una opción, sino una necesidad imperativa para aquellos que aspiran a tener un lugar hoy en día. En un mundo donde la velocidad de cambio es la única constante, la adaptación y el proceso de introducir algo nuevo son las claves para el crecimiento y la supervivencia.
DESAFÍOS Y RESPONSABILIDADES EN EL USO DE LAS HERRAMIENTAS DIGITALES
Aquellas instituciones o personas que se resisten a esta transformación corren el riesgo de quedar rezagadas en un mercado cada vez más competitivo. Pero, ojo, es importante saber emplear estas tecnologías para potencializar al máximo sus beneficios; de lo contrario, podríamos tener resultados adversos.
Se podrían estar filtrando datos personales e información sensible, como teléfonos, direcciones o datos bancarios. También se necesita capital humano capacitado, ya que adoptar tecnologías como la IA o la nube requiere talento especializado. Otro de los factores que preocupan son el sesgo, la fiabilidad de los algoritmos, la preocupación por la equidad de los resultados y la falta de transparencia al crear una estrategia innovadora.
En resumen, las tecnologías emergentes tienen el potencial de transformar radicalmente la forma en que vivimos y trabajamos, impulsando la innovación en todos los ámbitos de la vida. No obstante, también es importante abordar los desafíos y las responsabilidades que las acompañan para garantizar que se utilicen de manera ética y responsable en beneficio de toda la humanidad. N
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Juan Carlos Montero Vilchis es jefe de Tecnología Digital en NTT Data México. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.