Hind Rajab, una niña de seis años, iba en un coche con familiares cuando fueron alcanzados por disparos de tanque en Gaza. La menor sobrevivió y desapareció. Al igual que los socorristas que fueron a buscarla y de los que nadie volvió a tener noticias.
En una Franja de Gaza asolada por la guerra con Israel, la misteriosa desaparición de esta pequeña palestina obsesiona a su abuelo, Baha Hamada, quien afirma, nerviosamente, que no ha dormido desde hace una semana.
“Queremos saber qué le ha pasado, sea lo que sea. No puedo imaginármela entre los cadáveres, sin comida ni agua y con un frío extremo. Los perros y los gatos se comen los cadáveres. Estaba asustada, aterrorizada y tenía heridas en la espalda, la mano y el pie”, afirma este hombre de 58 años, ahora desplazado a Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza.
La ciudad de Gaza lleva semanas prácticamente aislada del resto del territorio palestino. Naciones Unidas ha denunciado la imposibilidad de hacer llegar ayuda humanitaria a los miles de personas que permanecen en el norte de la Franja, muy castigada desde el comienzo de la guerra en octubre.
Los combates arrecian ahora en el sur. En la Ciudad de Gaza, en el norte de la Franja, quedaron cadáveres abandonados en las calles y otros permanecieron atrapados bajo los escombros de los edificios derrumbados. En el automóvil viajaban la pequeña Hind y Bashar, el hermano de Hamada, su cuñada y muchos otros niños. Intentaban escapar de las fuerzas israelíes en el barrio de Tel al Hawa, pero se encontraron con tanques que, al parecer, abrieron fuego.
“Llamé por teléfono a mi hermano y me contestó su hija Layan. Me dijo que habían matado a sus padres y a sus tres hermanos y que ella estaba viva con Hind. Intentamos calmarla diciéndole que llamaríamos a una ambulancia”, cuenta el abuelo.
LA NIÑA VIO UNA AMBULANCIA TRAS LOS DISPAROS EN GAZA
Entonces Hind habló con su madre por teléfono. La niña dijo que veía venir la ambulancia. “Su madre oyó el ruido de la puerta de un coche al abrirse y luego perdió la conexión”, agrega.
Desde entonces, nada. Layan, de 15 años, murió como todos los que iban en el automóvil. Pero, ¿y la pequeña? El ejército israelí no respondió a las preguntas de la AFP sobre los disparos contra un coche lleno de civiles. Tampoco sobre la suerte de la niña ni de quienes fueron a buscarla.
La Media Luna Roja palestina confirmó que una telefonista tuvo a Layan en línea y había oído un ruido de disparos. Nadie ha vuelto a ver a los dos socorristas que fueron a buscar a la niña, Yusef Zeino y Ahmed al Madhon, enviados al lugar con una ambulancia.
“Hacemos un llamado a la comunidad internacional para que intervenga de inmediato a fin de presionar a las autoridades ocupantes (Israel) para que expliquen lo ocurrido a la niña Hind y al equipo de la Media Luna Roja en Gaza”, declaró esa organización el sábado.
“HIND ES MI PRIMERA NIETA, ES UNA PARTE DE MÍ”
La guerra estalló el 7 de octubre tras un ataque sin precedentes en suelo israelí por parte de comandos del grupo islamista palestino Hamás infiltrados desde Gaza, que se saldó con la muerte de más de 1,160 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en datos oficiales israelíes.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva militar que ha causado casi 27,500 muertos en la Franja de Gaza, la gran mayoría civiles, según el ministerio de Sanidad de Hamás, que gobierna el territorio. Hamada explica que la imagen de Hind lo obsesiona.
“Hind es mi primera nieta, es una parte de mí”, afirma, mientras muestra fotos en que la pequeña aparece sonriente, cuidadosamente peinada, con vestidos de colores en una casa reluciente. Tiempos que hoy parecen irreales.
Sin poder contener las lágrimas, Hamada recuerda sus últimas palabras. “Me dijo que tenía miedo y hambre, y me pidió que fuera a buscarla. Me dijo que los tanques se acercaban”. N
(Con información de AFP)