Por primera vez, neurocientíficos de la Universidad de Stanford, Estados Unidos, descubrieron cómo hacer que las personas sean más susceptibles a la hipnosis. La técnica promete hacer que la hipnoterapia sea más accesible, lo que permitirá que más personas se beneficien de sus resultados no invasivos.
“La hipnosis es una capacidad que muchas personas tienen para controlar problemas como el estrés, las fobias, el insomnio y el dolor sin medicamentos ni sus efectos secundarios”, dice a Newsweek el autor principal del estudio, David Spiegel, profesor de psiquiatría y ciencias del comportamiento.
Continúa: “Con el beneficio de décadas de investigación sobre cómo utilizar mejor la hipnosis y el alcance de sus aplicaciones digitales, esta técnica ofrece una gran promesa para ayudar a las personas a aprender cómo gestionar mejor sus mentes y cuerpos”.
Cuando pensamos en hipnosis, muchos de nosotros tenemos imágenes de los supervillanos de Marvel, y de Kaa, la serpiente de El libro de la selva de Disney. Pero, lejos de los ojos giratorios y el control mental parecido a un zombi con el que tendemos a asociarla, la hipnosis en realidad implica transportar a los pacientes a un estado de concentración intensa.
“Es muy útil para controlar el estrés, la ansiedad y las fobias porque puedes controlar mejor tus reacciones fisiológicas”, dice Spiegel. “La hipnosis también es un potente analgésico [contra el dolor]. Se ha demostrado en ensayos clínicos aleatorios que ayuda a las personas a controlar y reducir el dolor tanto en procedimientos quirúrgicos agudos como en dolores crónicos, como en el caso del cáncer de mama metastásico”.
LA HIPNOSIS ES MUY ÚTIL EN DIFERENTES ÁREAS DE LA SALUD
En ese sentido, “es útil para conciliar el sueño, ya que reduce la respuesta a la frustración y los pensamientos estresantes”. También “ayuda a las personas a mejorar la concentración y a planificar el trabajo y el rendimiento. [Y] es útil para controlar hábitos, como dejar de fumar y comer de forma más saludable”.
Sin embargo, no todos son igualmente susceptibles a este método de tratamiento. “La ‘hipnotizabilidad’ es un rasgo tan estable en la vida adulta como el coeficiente intelectual”, dice Spiegel.
“Aproximadamente 20 por ciento de los adultos son altamente hipnotizables, 50 por ciento moderadamente hipnotizables y 30 por ciento no muy hipnotizables. La hipnotizabilidad se puede medir fácilmente en unos cinco minutos, e incluso hemos desarrollado una prueba genética en el lugar de atención a partir de una pequeña muestra de sangre”, revela el profesor de psiquiatría.
En trabajos anteriores, Spiegel y sus colegas determinaron que las personas altamente hipnotizables tienen más conectividad entre áreas del cerebro involucradas en el procesamiento de información y la detección de estímulos.
“Tiene sentido que las personas que naturalmente coordinan la actividad entre estas dos regiones pudieran concentrarse más intensamente”, explica. “Es porque estás coordinando aquello en lo que te concentras con el sistema que te distrae”.
Utilizando este conocimiento, el equipo es pionero en una técnica de estimulación cerebral no invasiva para imitar estos efectos y aumentar la capacidad de hipnotización de un individuo, aunque sea de forma temporal.
En su reciente estudio, publicado en la revista científica Nature Mental Health, el equipo probó su técnica en una muestra de 80 pacientes con fibromialgia, una afección de dolor crónico que puede tratarse con hipnoterapia.
UN TRATAMIENTO NO INVASIVO QUE CAMBIA UN RASGO CEREBRAL
La mitad de estos participantes recibieron estimulación magnética transcraneal, una técnica en la que se emplean paletas en el cuero cabelludo para enviar pulsos de electricidad al cerebro. Utilizando imágenes cerebrales, el equipo pudo dirigir estos pulsos directamente a las áreas del cerebro de cada individuo involucradas en la hipnotizabilidad.
En comparación con los que recibieron un tratamiento simulado (el mismo aparato sin pulso eléctrico), los participantes que recibieron neuroestimulación fueron significativamente más susceptibles a la hipnoterapia después de solo dos minutos de tratamiento. Sin embargo, después de una hora, este efecto desapareció y ambos grupos de participantes se volvieron igualmente susceptibles.
“Nos sorprendió gratamente poder, con 92 segundos de estimulación, cambiar un rasgo cerebral estable que la gente lleva 100 años tratando de cambiar”, dijo en un artículo el coautor Nolan Williams, también profesor de psiquiatría en Stanford. “Finalmente desciframos el código sobre cómo hacerlo”.
Pero, ¿podrían fuerzas malignas utilizar esta técnica para controlar las mentes de las masas, como en Los Increíbles 2? “Todo lo que tiene el poder de ayudar también tiene el poder de hacer daño”, asegura Spiegel.
“Pero toda hipnosis es en realidad autohipnosis —añade el científico—, por lo que las personas conservan la capacidad de controlar su respuesta a instrucciones hipnóticas explotadoras, aunque tal vez con más dificultad. Recordemos que las personas también pueden ‘seguir la corriente’ con sugerencias estúpidas o maliciosas sin hipnosis. Todos somos susceptibles hasta cierto punto a la influencia social”.
El equipo ahora planea probar si diferentes dosis de neuroestimulación pueden mejorar aún más la hipnotizabilidad, permitiendo que más pacientes se beneficien de este tratamiento rápido y no invasivo. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)