LIMA.— Perú inició el año 2024 con dos problemas: los contagios provocados por el covid-19 y las lluvias provocadas por el fenómeno El Niño. El gobierno de la presidenta Dina Boluarte, cuya desaprobación ciudadana cerró en 90 por ciento a nivel nacional con un año de gestión, afronta nuevos casos del virus nacido en China y la aparición de lluvias que se intensifican en Lima y otras regiones del país.
El Ministerio de Salud peruano informó que seis personas fallecieron producto del linaje JN.1, que está relacionado con el covid-19. En las ciudades sureñas de Arequipa y Tacna se dieron las últimas víctimas de la enfermedad, que perdieron la vida debido a que padecieron cuadros de insuficiencia respiratoria.
A pesar de esta situación, el Ejecutivo descartó que se vaya a entrar a una sexta ola de contagios por el covid-19. “No estamos en una sexta ola”, indicó el ministro de Salud, César Vásquez, en una conferencia de prensa. A lo que agregó que las personas presentan “comorbilidades, edad avanzada y que no se vacunan”.
No obstante, durante 2023 hubo 2,600 peruanos que murieron y 76,800 casos confirmados. Solo en diciembre pasado se reportaron 1,430 nuevos casos positivos y 11 decesos. Pese a estos datos, el gobierno de Boluarte solo ha contemplado reforzar los puntos de vacunación en distritos de Lima y del interior.
ADEMÁS DEL COVID-19, LAS LLUVIAS GOLPEAN REGIONES DE PERÚ
No solo el rebrote del coronavirus ha encendido las alarmas en Perú, sino también las precipitaciones fluviales en Lima y regiones como Piura, Cajamarca, Áncash, Lambayeque, La Libertad, San Martín, Huánuco, Loreto y Tumbes, a causa del Niño Costero.
El Centro de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred) indicó hace unos días que el mencionado fenómeno climático generará una intensidad considerable que desencadene deslizamientos de tierra e inundaciones causadas por las lluvias.
Estos factores climáticos golpearían a más de 20,800 centros poblados de Perú, cuyos habitantes se encuentran en grave riesgo de perder sus casas y también sus propias vidas en un intento por rescatar algunas cosas materiales.
Sin embargo, otra entidad como el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) descartó que el Niño Costero tenga una magnitud fuerte por la presencia del anticiclón del Pacífico Sur que continúa arrastrando aguas frías a las costas del país.
Lo cierto es que, desde hace meses la gestión de Dina Boluarte desplegó toda una estrategia de prevención en caso de que la llegada del Niño Costero sea fuerte para evitar las consecuencias ocurridas en 2017, durante la administración de Pedro Pablo Kuczynski, cuando el norte peruano terminó devastado por este evento de la naturaleza.
Desde noviembre rige un Estado de Emergencia en 18 regiones del país, ante el peligro inminente por las intensas lluvias a causa del Niño Costero, por dos meses, con la finalidad de continuar con la ejecución de medidas y acciones de excepción, inmediatas y necesarias de reducción del ‘muy alto’ riesgo existente. N