La ciudad de Tijuana, se enfrenta a un problema persistente y desagradable: los olores putrefactos provenientes de los desagües y drenajes. Estos olores desagradables no solo afectan la calidad del aire y el bienestar de los residentes, sino que también generan preocupaciones sanitarias y ambientales.
Los olores desagradables que emanan de los desagües y drenajes en Tijuana pueden ser atribuidos a varios factores. Algunas de las causas comunes incluyen el mal mantenimiento de los sistemas de alcantarillado, la acumulación de residuos y sedimentos, las obstrucciones en las tuberías, y la falta de tratamiento adecuado de aguas residuales. Además, las altas temperaturas y la humedad en la región pueden contribuir a la proliferación de bacterias y microorganismos que generan los olores desagradables.
En gran parte de la vía rápida que discurre paralela a la canalización del Río Tijuana, es lamentablemente común percibir un desagradable y penetrante mal olor. Este aroma, que invade a quienes transitan por la zona, se debe a las aguas negras que circulan por el desagüe, evidenciando una problemática ambiental y de salubridad que afecta a la región.
Los olores putrefactos provenientes de los desagües y drenajes no solo generan malestar a nivel olfativo, sino que también plantean preocupaciones sanitarias. Los compuestos químicos y las bacterias presentes en estos olores pueden ser perjudiciales para la salud respiratoria, causar irritación en los ojos y las vías respiratorias, y agravar problemas respiratorios preexistentes. Además, los olores persistentes pueden afectar la calidad de vida de los residentes y disminuir el atractivo de la ciudad para los turistas y visitantes.
En un artículo escrito para el San Diego Union Tribune, se lee: Vecinos se quejan del olor pútrido en la colonia Cañón de la Pedrera de Tijuana. Algunos residentes dicen que el olor es tan fuerte que les hace enfermar físicamente. Alejandro García escribió para elsoldetijuana.com: El olor a caño y suciedad se ha vuelto parte de las características que describen las playas de Tijuana y Rosarito; no sólo las áreas públicas, como la zona colindante con la malla fronteriza, en Tijuana, pero también fraccionamientos exclusivos como Baja Malibú, San Antonio del Mar y Bellavista, ubicados sobre la carretera escénica Ensenada-Tijuana.
Es fundamental llevar a cabo un mantenimiento adecuado de los sistemas de alcantarillado, incluyendo la limpieza regular de las tuberías y la remoción de sedimentos y obstrucciones. Esto ayudará a prevenir la acumulación de residuos y la proliferación de bacterias.
Porque esta problemática se da en varias zonas de la ciudad de Tijuana. Don Gabriel Ortega es chofer de un taxi que cubre la ruta Terrazas-Refugio, él aseguró que sobre la avenida Paseo de las Lomas, zona principal en Terrazas del Valle, existe una fuga de drenaje sanitario. Señaló que en esa zona es constante el escurrimiento de aguas negras que inundan de un olor fétido y persistente en el ambiente. Don Gabriel refirió él y sus compañeros taxistas, deben cuidar que el pasaje no baje en medio del constante charco de aguas negras, sin embargo, quienes los abordan en la zona, se quejan por el olor desagradable de la unidad, el cual se queda impregnando al pasar por ahí. Asimismo, indicó que los vecinos le dicen que ya notificaron a la Comisión Estatal de Servicios Públicos (CESPT) sobre este problema pero que no le dan solución, las autoridades no van a componer, lamentó, como se señaló en un artículo aparecido el 3 de febrero de 2021 en www.uniradioinforma.com.
Se deben realizar inversiones en la infraestructura de alcantarillado y drenaje, incluyendo la reparación y reemplazo de tuberías obsoletas, la implementación de sistemas de filtración y tratamiento de aguas residuales más eficientes, y el monitoreo constante de los sistemas para detectar y abordar posibles fugas o problemas.
Es importante educar a la comunidad sobre la importancia del manejo adecuado de residuos y aguas residuales, así como promover prácticas de higiene y limpieza en los hogares y establecimientos comerciales. Asimismo, se requiere una mayor colaboración entre las autoridades locales, empresas de servicios.
La persistente problemática en Tijuana respecto a los olores putrefactos provenientes de desagües y drenajes resalta la importancia de una infraestructura urbana adecuada y sostenible. Más allá del desagrado inmediato que causan estos olores, yacen preocupaciones más profundas sobre la salud pública y el bienestar medioambiental. Este escenario refleja una combinación de descuido, falta de inversión y una posible desatención a las demandas ciudadanas. El bienestar de una ciudad y su atractivo turístico no solo dependen de su cultura o economía, sino también de la calidad de vida que ofrece a sus habitantes y visitantes. Es imperativo que las autoridades, junto con la comunidad, busquen soluciones integrales y sostenibles a esta urgente problemática. N