La región binacional Cali-Baja se ha caracterizado por ser una zona donde se ofrece una gran variedad de actividades para las personas que gustan salir al aire libre, ya sea hacer senderismo en el Cerro Colorado en Tijuana o subir al Potato Chip Rock en San Diego. Sin embargo, más de uno hemos visto los cambios climatológicos que ha sufrido la región en los últimos años, esto debido a la contaminación ambiental que se ha generado por diferentes factores, uno de ellos, el más común, es la cantidad de humo que producen los automóviles, lo cual genera un aire contaminado en la ciudad que se puede percibir con solo mirar a la ventana del hogar.
Asimismo, este cambio climatológico genera estragos en la salud de las personas, poniendo en riesgo a la comunidad en general, un problema que para muchos ha causado enfermedades respiratorias y pulmonares, sin mencionar que Tijuana tiene una de las playas más contaminadas del país, debido a las descargas de aguas residuales que llegan a la costa, situación que no solo pone en riesgo la salud de la población de Baja California, sino también la población que vive en el sur de California, puesto que compartimos el mismo ecosistema, el cual está cada vez más alterado, donde el hombre es el principal responsable del riesgo ambiental que existe en la región.
El director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental (CIGA) José Carmelo Zavala, en una entrevista con Newsweek Baja California, expresó que, la contaminación en la región binacional es un tema “controversial”, una situación difícil en la frontera con Estados Unidos, resaltando que, quizás incluso más por el lado del territorio mexicano, refiriéndose al estado de Baja California.
Señaló que, un factor importante que influye en la contaminación ambiental en la región Cali-Baja, es la cantidad de vehículos que transitan en la zona, donde estimo que desde Los Ángeles a Tijuana viven alrededor de 25 millones de personas, enfatizando que, solo en Tijuana, circulan alrededor de 700 mil automóviles. Debido a lo anterior, comentó que, estamos respirando los tóxicos que emite los carros ubicados en Los Ángeles, así como ellos respiran los que se arrojan aquí en Tijuana.
En el caso del agua, manifestó que, por estar en frontera es más fácil que se mueva, donde considero que, existe un “conflicto crónico” que se viene arrastrando desde hace tiempo aquí en la costa, y que ha afectado las playas de ambos países, esto debido a que se rompen las tuberías de drenaje, las cuales están conectadas con las cuencas hidrológicas de Tijuana, provocando que se lleve consigo basura que termina en Estados Unidos.
Respecto a las emisiones que se desprenden en la región Cali-Baja, comentó que, la industria maquiladora es un transmisor de estas sustancias gaseosas, las cuales señaló que, suelen ser empresas que hacen uso de recursos naturales como ríos, mismos que se han visto afectados alrededor del país debido a su explotación. No obstante, consideró que, el mayor contaminante a la calidad del aire en esta región son los automóviles, donde hizo énfasis que, en Baja California, no se han respetado las normas de regulación ambiental, ya que se dejó de inspeccionar los vehículos que generan emisiones excesivas a través de un programa de verificación vehicular, lo cual puede ser penalizado en el TMEC.
Del mismo modo, comentó que esta situación ambiental, ha hecho que se presenten cada vez más en la región enfermedades tropicales, haciendo énfasis que, el sistema de salud en esta zona del país, aún no está listo para enfrentar este tipo de patologías. Además, esta situación podría llegar a ser tan grave que para 2100, los terrenos agrícolas del estado, incluyendo el Valle de Guadalupe, llegaría a verse con “ojos negros” en el sentido que ya no se podría cosechar en esas zonas.
Como sociedad, explicó que, para prevenir una catástrofe, es necesario fomentar la educación ambiental, puesto que así las cosas saldrían mejor, donde puntualizó el tema del consumo, ya que es necesario “bajarle 3 rayitas”, sugiriendo que en vez de comprar cosas nuevas es mejor valorar la compra de segunda mano, y más si tenemos como vecinos a California, donde el hiperconsumo es muy alto, puntualizando que, ya existen herramientas para verificar el bienestar ambiental, incluyendo indicadores como la huella ecológica, huella de carbono o la huella hídrica, esto con el fin de saber cuál es el impacto que se genera no solo en el ecosistema, sino también en lo personal o empresarial.
Por otro lado, explicó que, para que el gobierno logre prevenir que siga pasando esta situación ambiental en la zona, tiene que haber una articulación de políticas públicas en los 3 órdenes de gobierno y con las autoridades del país vecino para alinearse en el mismo sentido, añadiendo también como opción, que el gobierno podría comprar productos a empresas que sean amigables con el medio ambiente, lo cual generaría lazos con negocios que beneficiarán a nuestro ecosistema.
Por último, indicó que, hace falta mayor empatía en los dos lados de la frontera, refiriéndose que, es importante que se trabaje a la par con las autoridades de Estados Unidos, para que esta situación ambiental vaya disminuyendo, haciendo hincapié que, cada vez hay más dependencias que se encargan del tema ambiental, lo cual ya es una ventaja, aunque considero que, lo que verdaderamente va a ser necesario es que trabaje de manera transversal y en conjunto, lo cual lo ve difícil. N