La violencia de género —contra las mujeres y las niñas— es la violación de los derechos humanos más extendida de todo el mundo, indica la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Se estima que 736 millones de mujeres en el mundo —casi una de cada tres— han sufrido violencia física o sexual por parte de la pareja, violencia sexual fuera de la pareja, o ambas formas, al menos una vez en su vida.
Asimismo, más de cuatro de cada cinco mujeres y niñas (86 por ciento) viven en países sin una sólida protección legal o que no disponen fácilmente de los datos.
Ningún país está cerca de erradicar la violencia infligida por la pareja. Pese a la dimensión del problema y a estas tendencias preocupantes, los compromisos económicos para prevenir la violencia siguen siendo limitados.
En consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, resulta fundamental invertir en la prevención de la violencia contra las mujeres y las niñas para lograr la igualdad de género de aquí a 2030, recomienda la ONU.
VIVIR EN UN CONTEXTO PATRIARCAL
“Más que hablar de violencia de género debemos hablar de violencia machista. Conceptualizar es politizar. Por ello hablamos de violencia patriarcal, que es aquella que surge cuando se agrede a una mujer de manera física, psicológica, económica, estética y simbólicamente”, dice en entrevista Andrea Gómez, terapeuta psicocorporal, facilitadora de círculos de mujeres y fundadora de Luna Escuela de Pensamiento feminista.
“Y es bueno que hayan estás categorías o descripciones de la violencia porque mientras menos las haya no se visibilizan y lo que no se nombra no existe”, añade.
Gómez asegura que todas las mujeres identifican los distintos tipos de violencia; sin embargo, se han normalizado porque se vive en un contexto patriarcal: “Muchas veces se permite la violencia por miedo al agresor porque la violencia que viven es la más fuerte, la que se padece dentro de casa”.
LA VIOLENCIA DE GÉNERO SUME A LAS MUJERES EN EL SILENCIO
Se sabe que la violencia sexual es ejercida por familiares y, por ello, en la mayoría de los casos esto compromete a las mujeres y las introduce en un silencio obligado. Además, según indica Andrea Gómez, se suma que fuera de casa hay un contexto de más de 90 por ciento de impunidad:
“No hay un Estado que defienda ni que aporte acciones políticas contra la violencia que padecen las mujeres pese a que es un país feminicida, donde se estima que aproximadamente se cometen entre 21 y 23 feminicidios al día”.
De acuerdo con un nuevo informe del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe, al menos 4,050 mujeres fueron víctimas de feminicidio en América Latina y el Caribe en 2022, lo que significa que cada dos horas una mujer murió de manera violenta por razones de género en la región.
DENUNCIAR Y CREAR CONCIENCIA
El 25 de noviembre de 1960, las hermanas Mirabal fueron brutalmente asesinadas por ser mujeres y activistas. Su único crimen fue haber luchado por sus derechos contra el dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo (1930-1961). En 1993, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Resolución 48/104 para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
La resolución define este tipo de violencia como ” todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico. Así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”.
En consecuencia, para respaldar esta decisión, en 1999 la Asamblea General proclamó el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Los datos revelan que más de 70 por ciento de las víctimas de feminicidio en 2022 tenían entre 15 y 44 años. En tanto, 4 por ciento tenía menos de 15 años y 8 por ciento tenía de 60 años en adelante.
De acuerdo con la terapeuta, la denuncia es uno de los caminos para combatir la violencia de género. A través de esta también se crea conciencia sobre la problemática ante la ciudadanía y las mismas autoridades.
La ONU indica que al menos 162 países han aprobado leyes sobre la violencia doméstica. A su vez, 147 cuentan con legislación sobre el acoso sexual en el lugar de trabajo.
Sin embargo, en los países en los que existen leyes de este tipo eso no significa que estas se ajusten siempre a las normas y recomendaciones internacionales, ni que se apliquen y hagan cumplir. N