El tamaño de las tortugas no está relacionado, como se suele suponer, con las condiciones climáticas, sino que el estilo de vida de estos animales es decisivo para el desarrollo de su tamaño, explica un equipo de investigadores de la Universidad de Tubinga, Alemania. Los científicos realizaron el estudio más extenso hasta la fecha sobre los tamaños de las tortugas y fósiles.
La investigación fue publicada en la revista especializada Ecology and Evolution. Algunos ejemplos de tamaño es el de la tortuga plana areola (Homopus areolatus). Esta especie vive en tierra y es una de las especies de tortugas más pequeñas de la actualidad. Su longitud de caparazón es de unos 100 milímetros.
LAS VARIEDADES DE TAMAÑO EN LAS TORTUGAS
El récord en el otro extremo de la escala es la tortuga de cuero (Dermochelys coriacea), extendida en los mares tropicales y subtropicales y de hasta 2 metros de largo. “Entre las tortugas fósiles, la gama de tamaños de cuerpo es aún más pronunciada”, dice el Dr. Gabriel Ferreira, del Centro Senckenberg para la Evolución Humana y el Entorno del Palaeo de la Universidad de Tubinga.
Además, señala: “Nos interesaba ver cómo se desarrolló esta variedad de tamaños en los últimos 200 millones de años y qué factores desempeñaron el papel decisivo en esto”.
Con este fin, el equipo de investigación creó la recopilación de datos más completa hasta la fecha sobre el tamaño del cuerpo de las tortugas. Para un total de 795 especies de tortugas, los investigadores recopilaron información sobre las longitudes de los caparazones, los hábitats preferidos y la aparición temporal de la especie.
“Nuestros resultados también incluyen los datos de 536 especies de tortugas extintas, lo cual es esencial si se quiere entender la historia de la evolución y la adaptación física de los portadores de la armadura”, añade Ferreira.
LAS PREFERENCIAS DE HÁBITAT INFLUYEN EN EL TAMAÑO DE LAS TORTUGAS
El nuevo estudio muestra que el clima global actual no parece tener una gran influencia en el tamaño del cuerpo de las tortugas recientes examinadas. La correlación con las paleotemperaturas tampoco tuvo un efecto significativo en el tamaño de los animales fósiles, según el estudio.
La investigación indica que en lugar de una influencia climática, la ecología y las preferencias de hábitat de las tortugas son decisivas para su tamaño corporal. “La suposición conocida como la ‘Ley Copesca‘ de que los seres vivos tienen una tendencia a aumentar el tamaño corporal en el curso de la evolución no es detectable para las tortugas”, explica Ferreira.
Continúa: “El espectro de tamaño de las especies de agua dulce se ha mantenido bastante constante durante los últimos 200 millones de años. Por el contrario, las tortugas terrestres y marinas muestran una variación mucho más pronunciada”.
TORTUGAS TERRESTRES Y MARINAS
El equipo explica los diferentes tamaños de cuerpo de las tortugas terrestres por su diversidad ecológica y sus diversos hábitats. Las especies terrestres más grandes tendrían la ventaja de poder propagarse más fácilmente.
En las tortugas marinas, por otro lado, los límites superiores e inferiores del tamaño corporal parecen estar relacionados con limitaciones fisiológicas, como la termorregulación o el aumento de la capacidad pulmonar, y especificaciones morfológicas, como el tamaño del caparazón, así como con los ajustes al estilo de vida en aguas abiertas. Según los investigadores, la necesidad de ir a tierra para poner huevos allí también puede conducir a una limitación del tamaño máximo de las tortugas marinas. N