Para ellos, Oliver, Tobías y Kahlúa no solo son compañeros de cuatro patas; son la inspiración para un nuevo emprendimiento que busca irrumpir en la industria de insurtech en los Estados Unidos.
“Son mis perrhijos, como dicen, son una parte de mi familia y obviamente son clientes de Kanguro”, afirma Nicholas “Nick” Hanabergh. “La pasión que uno tiene por las mascotas es como la pasión por un hijo, tú siempre vas a querer el mejor cuidado de salud, y esa necesidad es real y muy frecuente”, complementa Andrés Mishaan. Ambos de nacionalidad colombiana, los emprendedores buscan atender, precisamente, esa necesidad: el cuidado de salud y bienestar de perros y gatos. En particular, en la comunidad latina.
Las cifras sobre el mercado de las mascotas en Estados Unidos los respaldan: dos tercios de los hogares hispanos afirman tener una en casa, el segundo grupo más grande, sólo después de la población caucásica. Pero así como un ser humano, los perros y los gatos necesitan cuidados constantes, y las visitas al veterinario “pueden sacarle un mordisco a las cuentas bancarias” de sus dueños, como advierte la página web kanguroseguro.com.
LA IMPORTANCIA DE KANGURO SEGURO
Solo para dimensionar el nivel de gasto, entre veterinario, vacunas, cuidado dental y medicamentos, un perro sin seguro puede costarle $1,745 dólares anuales a una familia, y hasta $34,000 dólares en toda su vida, mientras que un gato puede representar un desembolso de hasta $1,680 dólares mensuales o $28,000 dólares en toda su vida. La propuesta de valor de Kanguro Seguro es una aplicación en la que podrán acceder a un servicio fácil de entender, fácil de comprar y fácil de usar.
Para los jóvenes empresarios, el mercado actual les provee de las condiciones perfectas para lanzar su producto. “El consumidor latino tiende a ser más joven que la población en general, y pasamos muchísimo tiempo en nuestros móviles. Nuestro servicio de salud para mascotas es algo que ellos están buscando, y la tecnología nos permite ponerles en el radar la necesidad de tenerlo”, cuentan.
Sin embargo, los productos financieros no suelen ser fácilmente accesibles para este sector de la población. Por ello, decidieron crear una empresa bilingüe centrada en la comunidad latina, cuya misión es brindar una experiencia inclusiva y personalizada para los clientes. “El enfoque es la excelencia de servicio, al final del día un seguro es una promesa, no es algo tangible, y lo que queremos es ofrecerles esa calidad.” El objetivo, en el futuro, es convertirse en el one-stop-shop de los clientes para distintos tipos de seguros. Pero van una huella a la vez.
TECNOLOGÍA PARA TU PERRHIJO
La tecnología está transformando todos los aspectos de nuestras vidas, y es difícil ignorar su impacto transversal en todas las industrias y sectores. Insurtech, un neologismo que combina las palabras insurance y technology -sí, parecido a fintech pero menos conocido- es un sector que apenas comienza la lucha por ganarse la confianza de los consumidores. Productos como Kanguro Seguro buscan generar una mayor empatía con grupos específicos, y aunque cuentan con un proceso automatizado, aún dependen del factor comunitario para lograr su cometido.
“Vendemos seguros a través de redes de agentes y agencias, tanto independientes como masivas: hoy por hoy la gente compra seguros de carros, de vida, de salud a través de un agente y nosotros hacemos vínculos para que ofrezcan nuestro producto en las comunidades latinas”, explica uno de sus cofundadores. Además, buscan alianzas o partnerships con otros emprendimientos, como tiendas de mascotas, peluqueros o rescatistas, quienes los ayudan a llegar a los consumidores.
“Siendo latinos, colombianos, estamos comprometidos con brindar soluciones que satisfagan a nuestra comunidad, pero atendiendo también una necesidad de mercado”, reconoce Andrés. Y aunque aún no han levantado capital privado, hoy ya cuentan con presencia en 24 estados, con Florida y Texas como sus mercados más importantes.
DE AMIGOS A SOCIOS
Andrés y Nicholas no son como perros y gatos, sino todo lo contrario. Su longeva amistad, que se remonta a cuando ambos tenían 5 años, los ha llevado a evolucionar juntos en todos los sentidos. Desde graduarse del colegio, vivir en las mismas ciudades, e ir a la universidad, hasta entrar al mundo corporativo, siempre han compartido intereses. Pero en su propio camino, cada uno desarrolló un skillset, o una serie de habilidades particulares, que hoy se complementan a la perfección.
“Yo soy un apasionado de la tecnología, del mercadeo, de la parte comercial y estratégica”, cuenta Andrés, quien es graduado de la Universidad de Georgetown con un máster en computación y administración de la tecnología. Su contraparte, Nick, ha recorrido el sector financiero enfocándose en mercados de capitales, fondos de capital privado, y seguros. Es esta combinación la que les ha permitido crear y afianzar su producto.
CONSTRUIR VALOR PARA LA SOCIEDAD
“Emprender definitivamente es una decisión que tiene un impacto importante en la vida personal y laboral de cada uno, el salir de la comodidad del mundo corporativo, pero tiene muchas libertades”, afirma Nick. La mayor satisfacción, para él, es poder mirar hacia atrás y decir “yo construí esto, y le estamos agregando valor a la sociedad y a los animales”. Para él, es más grande que la que se obtiene en un trabajo corporativo.
Ambos coinciden en que emprender “es una montaña rusa de emociones”, pero en ocasiones es importante salirse de la operatividad del día a día para reconocer las pequeñas victorias. Solo así se puede mantener esa visión y esa motivación a largo plazo: “al final del día, esto no es algo que nosotros buscamos hacer, crecer y vender; estamos buscando que esto sea un proyecto de vida y poder evolucionar hacia otros productos”, advierten.
Visión compartida, reglas muy claras, y responsabilidades para cumplir las metas. Así define Nicholas los factores del éxito para convertirse de amigos a socios. “Ha sido un partnership con una dinámica de mucho respeto, cuando hay dilemas o desacuerdos. Lo más importante es la comunicación, la transparencia, y tener valores alineados”, agrega Andrés.
EL OLFATO PARA EMPRENDER
El instinto es algo que los fundadores de Kanguro Seguro tienen en común con sus mejores amigos peludos. Tener éxito en el mercado estadounidense no es sencillo: hay que desarrollar un olfato agudo para detectar una oportunidad de negocio y unirla con una solución. Desde el punto de vista de Andrés, se trata de identificar ese product-market fit que ofrezca un valor agregado al consumidor.
“Este seguro tiene un componente muy emocional para los padres de los perros. Creo que ese instinto que tienen es algo impresionante”, confiesa. “Tendré siempre un perro en mi hogar, son la mejor compañía, y ayudan muchísimo a mejorar el estado mental de la gente”, concluye.
Para los emprendedores latinos en Estados Unidos, como ellos, los amigos y socios recomiendan tener una visión y desarrollar un plan. “El consumidor es más exigente, y hay mucha competencia. Es otro nivel, pero eso te hace a ti tener que ser mejor. Es un reto enorme, pero también un motivador enorme”.
¿Cuántas patitas se unirán a la transformación que Kanguro Seguro quiere lograr en el sector insurtech? N
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