En un planeta con 8,000 millones de habitantes, 26 por ciento de la población mundial no tiene acceso al agua potable, lo equivalente a 2,000 millones de personas. Aproximadamente el 46 por ciento de los habitantes del planeta no tienen servicios de saneamiento seguro, de acuerdo con un estudio publicado por la Unesco este 22 de marzo que marca la apertura de la Conferencia de la ONU sobre el Agua y el Día Mundial del Agua.
Este 22 de marzo, la organización también marca el Día Mundial del Agua, que este año busca debatir soluciones a la crisis de acceso y servicios de higiene, además de buscar cooperación sobre el uso y gestión del recurso para evitar una crisis global. Los datos publicados por la Unesco apuntan a un escenario desafiante. Según el estudio, entre 2,000 y 3,000 millones de personas sufren de falta de agua durante al menos un mes del año.
EL AGUA POTABLE, UN FUTURO EN COMÚN
Este marco representa graves riesgos para los medios de subsistencia, principalmente de la seguridad alimentaria y el acceso a la electricidad. La encuesta también advierte que se proyecta que la población urbana mundial que se enfrenta a la escasez de agua se duplique.
Según los expertos, la creciente incidencia de sequías prolongadas también está estresando los ecosistemas, con terribles consecuencias tanto para las especies vegetales como para las animales.
Para la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, existe una necesidad urgente de establecer mecanismos internacionales fuertes para evitar que la crisis hídrica global se salga de control. Azoulay destaca que “el agua es nuestro futuro común”, siendo esencial actuar juntos para su reparto de forma equitativa y su gestión de forma sostenible.
Los servicios medioambientales, como el control de la contaminación y la biodiversidad, se encuentran entre las recomendaciones destacadas en el informe, junto con las oportunidades de intercambio de datos y cofinanciación.
“FONDOS DE AGUA”, LA POSIBLE SOLUCIÓN
El estudio cita la creación de “fondos de agua”, formas de financiación que traen a usuarios, como ciudades, empresas y servicios públicos, para invertir colectivamente en la protección del hábitat la gestión de tierras agrícolas para mejorar la calidad y cantidad del agua.
Según el estudio, un fondo lanzado en 2013 en la ciudad de Monterrey, México, fue responsable de mantener la calidad del agua, reducir las inundaciones y mejorar los problemas de infiltración, además de rehabilitar hábitats naturales, a través de la cofinanciación. Nairobi, Kenia, también tiene una historia de éxito con una iniciativa similar en la cuenca del río Tana-Nairóbi, que suministra el 95 por ciento del agua dulce de la capital y el 50 por ciento de la electricidad de todo el país. N