A nivel global, la dieta está cada vez más dominada por los alimentos ultraprocesados (UPF, por sus siglas en inglés) relativamente baratos, sabrosos y listos para el consumo. Sin embargo, un estudio publicado en la revista médica The Lancet examinó el riesgo de padecer 34 tipos de cáncer por el consumo de UPF en adultos, en un periodo de diez años.
Actualmente, el cáncer es una de las principales causas de muerte a escala mundial. Tan solo en 2020 se le atribuyeron casi 10 millones de defunciones. De acuerdo con el artículo publicado el martes 31 de enero, se prevé que los casos aumenten de 19.3 a 28.4 millones en 2040.
Hoy en día, el cáncer es responsable de una de cada seis muertes en todos los rincones del planeta y ha superado las enfermedades cardiovasculares, como la principal causa de mortalidad prematura en distintos países de ingresos altos.
“A menos 50 por ciento de los casos de cáncer podrían prevenirse. Una dieta poco saludable es un factor de riesgo clave. Existe una creciente preocupación por los posibles efectos nocivos para la salud de los alimentos ultraprocesados, alimentos que son formulaciones industriales elaboradas mediante el ensamblaje de sustancias alimenticias y aditivos de origen industrial”, refiere el estudio.
Estos alimentos ultraprocesados contienen pocos o ningún alimento integral y, a menudo, son densos en azúcar, sal y grasa, pero bajos en fibra y propensos al consumo excesivo.
Su ingesta mundial ha incrementado en las últimas décadas. Tanto el Reino Unido y Estados Unidos son los principales consumidores que superan el 50 por ciento del nivel calórico diario.
“Se acumula la evidencia sobre las asociaciones de un mayor consumo de UPF y mayores riesgos de resultados adversos para la salud, incluida la obesidad, diabetes tipo 2 y la mortalidad por todas las causas”, agrega.
CÁNCER DE OVARIO POR CONSUMO DE ALIMENTOS ULTRAPROCESADOS
Para la investigación, realizada en el Reino Unido, la edad media de los participantes fue de 58 años y el 54.6 por ciento eran mujeres. La cohorte incluyó a 197,426 participantes del Biobanco del Reino Unido con datos de revisión cada 24 horas.
Lo anterior, después de excluir a 12,680 personas con cánceres preexistente, 173 embarazadas y 688 individuos con una ingesta diaria total de energía menor a 5000 kilocalorías.
La cantidad de alimentos ultraprocesados consumidos por las personas en el estudio varió de un mínimo de 9.1 por ciento a un máximo de 41.4 por ciento de su dieta. Estos patrones alimenticios se compararon con los registros médicos que enumeraban las muertes o diagnósticos de cáncer.
De acuerdo con los autores, los participantes con el cuartil de consumo de UPF más alto en comparación con el más bajo, tenían una mayor incidencia de cáncer general y cerebral.
Además, cada incremento del 10 por ciento en el consumo de UPF se asoció con un aumento de la mortalidad por cáncer general en un 6 por ciento, cáncer de mama en un 16 por ciento y cáncer de ovario en un 30 por ciento. Estas asociaciones persistieron después del ajuste de una serie de factores socioeconómicos, económicos y sociales clave.
“Las recomendaciones para la prevención del cáncer enfatizan la importancia de dietas nutricionalmente balanceadas que impliquen un mayor consumo de verduras y frutas, un menor consumo de carne roja sin procesar y evitar la carne procesada, además de otros factores de comportamiento, como el consumo de alcohol y el tabaquismo”, concluye la investigación. N