El secretario de Justicia de Estados Unidos nombró a un fiscal independiente para investigar sobre los documentos clasificados hallados en una antigua oficina y en una residencia privada de Joe Biden, un anuncio destinado a sofocar sospechas de favoritismo hacia el presidente, que afirma que actuó “por inadvertencia”.
Este jueves 12 de enero, Merrick Garland, que ya delegó las investigaciones sobre el expresidente republicano Donald Trump a un fiscal independiente, encomendó esta nueva misión a Robert Hur, un exfiscal federal que ha tratado tanto delitos de pandillas y narcotráfico como casos de corrupción y fraude.
El nombramiento pone de manifiesto el compromiso de su departamento “con la independencia del poder judicial en casos particularmente delicados, y su compromiso de tomar decisiones guiadas únicamente por los hechos y la ley”, afirmó en un discurso.
Horas antes, la Casa Blanca informó que “una pequeña cantidad” de documentos clasificados que datan de cuando Joe Biden era vicepresidente de Barack Obama se hallaron en su residencia privada en Wilmington, en el estado de Delaware. Estaban en el garaje y en una habitación contigua. El abogado de la Casa Blanca, Richard Sauber, aseguró que el presidente “cooperará” con el fiscal especial.
“Confiamos en que una revisión exhaustiva mostrará que estos documentos se desplazaron por inadvertencia, y el presidente y sus abogados actuaron rápidamente al descubrir este error”, afirmó en un comunicado.
JOE BIDEN RECONOCE POSESIÓN DE DOCUMENTOS
Estas revelaciones ponen en apuros a Biden, en un momento en el que su antecesor, Donald Trump, está en la mira de la justicia por la forma en la que gestionó sus archivos presidenciales.
En Estados Unidos, una ley de 1978 obliga a los presidentes y vicepresidentes a enviar todos sus correos electrónicos, cartas y otros documentos de trabajo a los Archivos Nacionales.
Cuando se fue de la Casa Blanca, en enero de 2021, el expresidente republicano se llevó cajas con documentos. Cuando se le pidió devolverlas, entregó 15 en enero de 2022. Pero la policía federal estimó que probablemente tenía más en su lujosa residencia de Mar-a-Lago.
Agentes del FBI la registraron el 8 de agosto por “retención de documentos clasificados” y “obstrucción a una investigación federal” y confiscaron alrededor de otras 30 cajas. Se abrió entonces una batalla legal para determinar la naturaleza de los documentos incautados (¿clasificados? ¿personales? ¿desclasificados?) lo que ralentizó el procedimiento.
INJUSTICIA PARA DONALD TRUMP
Sin embargo, Trump, que anunció que se presentará a las elecciones presidenciales de 2024, sigue bajo la amenaza de una acusación federal. Garland nombró a un fiscal especial para supervisar esta investigación, y otras sobre el papel de Trump en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
El secretario de Justicia reaccionó rápidamente para cortar de raíz las sospechas de trato de favor. La administración Biden “trata al presidente Trump de una manera y al presidente Biden de otra”, dijo el presidente republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, que opina que “el Congreso debe investigar este caso”. En el canal Fox, el senador Josh Hawley reclamó un fiscal especial.
“Si hay uno para Trump, tiene que haber uno para Biden”.
La reacción de Merrick Garland priva a los republicanos de esta línea de ataque. Pero el caso causa malestar entre los demócratas a pesar de las diferencias con el de Donald Trump, en momentos en que Joe Biden prevé embarcarse en una nueva carrera presidencial. N
(Con información de AFP)