La historia de la humanidad ha sido definida por la capacidad de producir alimentos gracias a la agricultura. Debido a esta actividad se dio el paso del nomadismo a la vida sedentaria, con lo cual se crearon las condiciones perfectas para la formación de los primeros pueblos y la creación de un sistema alimentario basado en la racionalización.
Si bien esta actividad ha sido perfeccionada durante los últimos 15,000 años, este sector deberá evolucionar de manera inteligente, para garantizar el adecuado crecimiento de la sociedad, utilizando la tecnología como principal motor de transformación. Se estima que en 2050 seremos 9,700 millones de habitantes, por lo que la demanda alimentaria aumentará en 50 por ciento.
Para diversas industrias, la tecnología, innovación y digitalización han sido clave para modificar la manera en que se producen bienes y servicios. De esta manera, actualizar la agricultura abre la oportunidad para generar crecimiento económico, aprovechar al máximo los alimentos y hacer frente al cambio climático.
En la pasada conferencia internacional de Cambio Climático de las Naciones Unidas de 2022, COP27, México aumentó su meta para disminuir emisiones de carbono de 22 a 35 por ciento. En ese sentido, entre las acciones que la agricultura puede implementar para contribuir en la mitigación del cambio climático es producir más con menos.
TECNOLOGÍA Y EVOLUCIÓN
Por ello, la nutrición y cuidado de los suelos juegan un papel clave para lograr el objetivo, ya que contribuye en la productividad y en la minimización de las emisiones de carbono. Esta, además de su potencial por disminuir las emisiones, representa 8.2 por ciento del producto interno bruto (PIB), empleando a más de 7 millones de personas en 22.1 millones de hectáreas de cultivo, por lo que existe potencial para mejorar la eficiencia en el suministro de alimentos a través de soluciones impulsadas por la tecnología.
Es un hecho que, gracias a la transformación digital, se pueden lograr cambios en la humanidad. Sin embargo, se debe considerar que el sector agroalimentario es la fuente de ingresos de 65 por ciento de adultos que viven en pobreza extrema, por lo que se requieren acciones de apoyo científico y tecnológico para la revitalización rural.
Por ello, la tecnología y digitalización deben estar alineadas al aprovechamiento sustentable de los recursos naturales, el cuidado de los suelos y el empoderamiento de las y los productores encargados de satisfacer la seguridad alimentaria mundial.
En este sentido, hemos apostado nuestros recursos y talento mexicano para el desarrollo de tecnologías, al alcance de los productores, con la intención de monitorear parcelas con imágenes satelitales y programar, por ejemplo, el uso de fertilizantes, optimizando así su aplicación y aprovechamiento. Todo desde una aplicación móvil.
LA AGRICULTURA DEL FUTURO
Conocer el ADN de los cultivos permite una mejor toma de decisiones, así como certidumbre sobre los resultados de lo que se está cosechando. Estamos conscientes de que los cambios de temperatura han representado un verdadero reto para los agricultores, ya que han impactado en consecuencias como extremas sequías por un lado o lluvias torrenciales por otro, con lo que los agricultores pueden tener pérdidas significativas.
Así, la entrada de tecnologías con pronósticos climatológicos hiperlocalizados toma sentido, ya que los productores podrán conocer el estado diario del clima en sus parcelas, incluyendo la dirección del viento. Ello aporta a la reducción de desperdicios de energía y recursos, con lo que se tendrá un mejor conocimiento sobre cómo utilizar dichos cambios a su favor.
La implementación de estas tecnologías también busca fomentar la atracción de más jóvenes a este sector para que mediante el uso de la tecnología lideren la transformación de esta actividad a una mucho más precisa y certera.
El cambio climático, guerras, inflación y otros factores perturban directamente la producción, distribución y aprovechamiento de los alimentos. Una realidad que debe ser prioridad de cambio y transformación de todos. N
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Gilberto Macías es representante de Yara México. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.
